viernes 19, abril 2024
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Los enemigos de la universidad pública y sus desvaríos

Toda una lección de coherencia, conocimiento y serena reflexión le dio la diputada Paola Vega, en la sesión plenaria del pasado martes 23 de junio, al grupo de legisladores que presentaron el  tan anunciado Informe sobre el Fondo Especial de la Educación Superior (FEES), un deplorable documento donde demostraron su enorme desconocimiento acerca de la importancia de la educación superior pública para el país, del sentido de la autonomía universitaria como un ámbito de libre discusión cultural y científica, algo esencial para la vida democrática de cualquier nación que se precie de tal. En síntesis, la necesidad del principio esencial del ejercicio cabal de la libertad de cátedra, sin el que no existe tampoco la universidad verdadera, una donde la libertad es uno de sus atributos esenciales e ineludibles. Además, como bien indicó Paula Vega en su memorable intervención  en el plenario legislativo, es hora ya de que esos diputados se quiten la careta, con la que pretenden ocultar sus afanes privatizadores y totalitarios (palabra que me atrevo a utilizar por mi cuenta, pues no  la empleó la diputada Paula Vega), para sostener un debate franco y abierto acerca de una institucionalidad universitaria que ha sido esencial para la movilidad social en este país, aunque para ellos ese tema  de verdad no  es algo de su interés, como tampoco les importan de verdad los temas presupuestarios en sus diferentes aristas, ni el pretendido(y nunca concretado, ni en términos teóricos ni operacionales) “buen manejo” de los recursos del FEES, de que hablan en sus discursos, cuando en realidad lo que buscan es privatizar la universidad pública, cercenándola y sometiéndola a los designios del mercado, tanto al  pretender privarla de recursos financieros  esenciales, como en cuanto a limitarle la autonomía para la formulación de sus políticas académicas, lo que se expresa en sus pretensiones de dictarle ¿cuáles son las carreras que se deben impartir? y ¿cuáles deben ser sus áreas de investigación? obligándola para ello a la venta de servicios y a la ejecución de “otras acciones” para la obtención de recursos por esa vía, dejando de lado el servicio a la comunidad nacional, una de sus principales razones de ser. Recordó también  la  misma diputada cómo se ha tergiversado el tema de los salarios de los trabajadores universitarios, todo con el propósito de desprestigiar a las universidades públicas ante una opinión pública desinformada, indicando que sólo el 4% de los trabajadores ganan un salario de cuatro millones de colones: esos son los catedráticos que, después de haber obtenidos altas metas académicas con posgrados de gran exigencia, y  habiendo realizado importantes investigaciones, es que alcanzan esa condición. En cuanto a los demás salarios de los trabajadores universitarios, destacó que estos se mueven alrededor del millón de colones y aún menos, sobre todo entre la gran cantidad de docentes interinos con jornadas de medio o tres cuartos de tiempo. Para la diputada Paula Vega lo preocupante es saber si los diputados, cuyo salario alcanza los cuatro millones de colones, cumplen sus funciones con la misma dedicación y esfuerzo con las que lo hacen los catedráticos de las universidades públicas.

Mientras el diputado Carlos Ricardo Benavides reconoce que votará el informe sobre el FEES sin haberlo leído, pues afirma que no tuvo tiempo para hacerlo, lo que deja mucho que desear, sucede que el diputado Erick Rodríguez Steller, en su intervención en el plenario del martes 23 de junio, nos da una muestra de su ignorancia oceánica, su torpeza política, y hasta de un inocultable “resentimiento social” que él, por lo demás, atribuye a otros, los que asegura suelen ser gentes de “izquierda”, a quienes llama chancletudos (nunca he podido entender esa extraña asociación que hacen algunos entre las posiciones de los que se sitúan a la izquierda del espectro político y el uso de ese tipo de calzado). Su obcecación o ceguera lo conducen a tal grado de pérdida de contacto con la realidad, como para llegar a afirmar que la universidad pública lo que hace es formar los cuadros políticos de la izquierda, cosa que en términos de resultados no se puede corroborar, dado el caos y la crisis perenne en que se encuentran las fuerzas de ese sector del espectro político tan vilipendiado por los diputados de la mencionada comisión. Recordando su experiencia como estudiante dice el diputado Rodríguez Steller que recibió una gran cantidad de cursos donde lo obligaban a leer a Karl Marx (¿lo habrá entendido?) y al brasileño  Teotonio dos Santos(de grata memoria para quien esto escribe,  un autor que leyó siendo muy joven), pues al parecer el pobre diputado únicamente tuvo profesores de una cierta orientación ideológica, por suerte su alma no se perdió en la contaminación de ese infierno “marxista-leninista” al que, como en el caso del Covid 19, se vio expuesto, durante los últimos años de la década de los ochenta, algo que fue replicado durante la misma sesión por la diputada Paola Vega, quien recuerda haber recibido clases con José Merino en la mañana de un día, luego en la tarde con César Zúñiga, quien es hoy el principal asesor del partido  Nueva República, y en la noche con Roberto Gallardo, el ministro de planificación de Laura Chinchilla, pasando de leer autores como José Carlos Mariátegui a otros como Francis Fukuyama. Donde está la universidad marxista-leninista de que se nos habla dijo la diputada? Una que, a contrapelo de lo afirmado, produjo en seno a un político como el diputado Erick Rodríguez Steller, más bien orientado hacia la derecha política.

Como puede apreciarse, estamos sumergidos en unos tiempos históricos en los que, aunque le suene paradojal o incomprensible a mucha gente, la historia misma se torna esquiva frente a nuestra irrelevancia y mediocridad manifiestas, dentro de un medio sociopolítico donde la mentira más descarada es el pan cotidiano. Sucede así, de manera inevitable, que mientras el tiempo cotidiano se limita a transcurrir sólo porque la duración no puede ser detenida, continuando así las agujas del reloj con su incesante marcha, todo en medio de la creciente insignificancia en la que nos encontramos, como bien indicaba el filósofo y sociólogo griego Cornelius Castoriadis (1922-1997), hace ya un cuarto de siglo, dentro de lo que constituye una especie de sino fatal.

Este desolador panorama se nos muestra e intensifica también en toda su desolación, en un medio social y político donde las más elementales virtudes republicanas desaparecieron hace mucho rato, uno donde en la prensa de circulación diaria ya no se hacen, desde hace muchos años, crónicas de los debates parlamentarios, los que se tornan por lo demás cada día más irrelevantes, con unos diputados que ya no debaten, y ni siquiera se escuchan entre ellos, cuando se presentan algunos atisbos de lo que pudiera calificarse como un debate, o discusión de alguna relevancia. Hace ya mucho tiempo que la  decadente prensa diaria no registra las crónicas parlamentarias, mientras nosotros recordamos las de otrora en las plumas de Guillermo Villegas Hoffmeister y Óscar Castro Vega (ambos de grata memoria), de Álvaro Madrigal (quien nos acompaña con su frecuentes artículos, en su doble condición de abogado y periodista), de los hermanos Joaquín y Carlos Vargas Gené siempre tan hábiles con la pluma y el arte de la política(en el mejor sentido del término), y muchos otros de una culta además de acuciosa generación de periodistas, los que en su gran mayoría ya nos dejaron, hace algún tiempo, mientras nos íbamos adentrando en la charca mediocre del “periodismo corrongo”, tan dado a las más torpes ligerezas, de que nos habla reiteradamente el periodista y escritor Carlos Morales Castro, en una de sus obras más recientes(LOS HECHIZADOS DEL SIGLO XXI Editorial Prisma San José Costa Rica 2006).

Es en medio de este panorama circense, donde a veces se presenta sin embargo la oportunidad de darnos cuenta del grado de decadencia en que se encuentra la institución parlamentaria en Costa Rica, aunque no es el único caso entre los países de la región, las sucesivas legislaturas de la Asamblea Legislativa de este país centroamericano, tan pagado de sí mismo, se muestran año con año, década tras década, cada vez más decadentes, más alineadas a los intereses de los poderes fácticos e integradas, cada vez más, por una pléyade de mediocres e ignorantes diputados, donde muchas mujeres no se muestran menos decadentes que sus contrapartes masculinas, pido perdón por la herejía a las feministas burguesas. Es aquí, donde  a veces sentimos la tentación de invocar a los hados mágicos de un pasado no tan lejano como para haberse borrado de nuestra memoria, no porque todo tiempo pasado haya sido mejor en todos los órdenes de la vida social y política, pero que resulta inevitable mencionar cuando vemos como la gradería de sol (“la canaille”, según Voltaire) continúa asaltando la cancha, algo está ocurriendo ahora ante la indiferencia casi generalizada, de acuerdo con los términos de la célebre afirmación del recordado y prolífero columnista, escritor y dramaturgo Alberto Cañas Escalante (1920-2014), por lo que uno no puede dejar de pensar en los tiempos de aquellos parlamentarios de relieve y de calidad manifiestas, tanto en la profundidad de su pensamiento como en el despliegue de sus dotes oratorias, en el caso del ya mencionado polemista y crítico, o de otros de la talla de un Rodolfo Solano Orfila, Óscar Aguilar Bulgarelli (que afortunadamente nos acompaña en estos aciagos días), Cristian Tattembach Yglesias, Arnoldo Ferreto Segura, Rodrigo Carazo Odio, Enrique Azofeifa Víquez, Fernando Volio Jiménez, José Manuel Salazar Navarrete, Guillermo Villalobos Arce, Rolando Araya Monge, Manuel Mora Valverde, Alfonso Carro Zúñiga, Rogelio Ramos Valverde, Julio Suñol Leal, Carlos José Gutiérrez, Humberto Vargas Carbonell, Jorge Luis Villanueva Badilla, Álvaro Aguilar Peralta, Rodrigo Gutiérrez Sáenz, Daniel Oduber Quirós, Francisco Morales Hernández(uno de los fundadores de la UNA), Ángel Edmundo Solano Calderón y muchos otros  que prestaron grandes servicios al país, por lo que pido disculpas por no poder enumerarlos en este momento. Esas fueron unas gentes que nos iluminaron, durante los memorables debates que dieron en las legislaturas del parlamento costarricense de la segunda mitad del siglo pasado, dentro de lo que resulta un vivo contraste con la oscuridad  e insignificancia del presente.

A raíz del informe sobre el Fondo Especial de la Educación Superior FEES que presentaron un grupo de diputados, encabezados por Wagner Jiménez y Erick Rodríguez Steller, hemos podido tener una muestra cabal de la estulticia y la ignorancia reinantes en la presente legislatura (2018-2022), un tema sobre el que será necesario volver. Su desconocimiento y torpeza se hicieron más que evidentes, tanto en el documento mismo como en la discusión del tema en el plenario legislativo, tal y como lo demostramos en las consideraciones que hicimos al inicio de este texto. ¿Qué dirían Rodrigo Facio Brenes y muchos de  los otros constituyentes de 1949 tan celosos de la autonomía universitaria, cuya autonomía y libertad tan bien cautelaron en el texto constitucional?

(*) Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor.

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11 COMENTARIOS

  1. Rogelio : Nos das una cátedra con nombres y apellidos de ilustres diputados, luego de alabar a Paola Vega ? Que esa inconsistencia la tuya ? Como mezclas peras con chayotes ?
    Lo que se quiere del FEES es que dediquen el dinero a los estudiantes y asuntos propios de la universidad y el estudio para beneficio del pais,no un club de intelectuales donde se autorecetan grandes salarios y privilegios del Olimpo que definitivamente no merecen ,ni se han ganado.

    • Es muy fácil utilizar posibles sesgos en materia de política salarial, que serian pefectamente corregibles, para desconocer el aporte sustantivo de una de las universidades mas prestigiosas de America Latina y que ha contribuido, quiza como ninguna otra institucion, a colocarnos hoy entre los países punteros en contener los efectos nocivos de la pandemia del Covis19. Es mas que evidente que ladran quienes no resisten los logros de excelencia de una institucion publica de un pais que ha sabido apostar priorizar la educacion, la salud y la conservación de la naturaleza. Un pais cuyos grandes logros en bienestar social y desarrollo cientifico tecnologico se debe a esa institicionalidad publica, que mezquinos intereses buscan desconocer, y tratan de deslegitimar sus logros apantallando con lenguaje soez de politicos populistas baratos. Excelente, Rogelio. «Nos ladran Sancho, señal de que cabalgamos».

  2. Javier Espinoza y Jorge Quirós García, dos personas que no saben leer o tienen serios problemas de comprensión de lectura, están tan desesperados por encontrar espacio para seguir repitiendo sus mentiras que me ponen a hacer afirmaciones que jamás hice. La diputada Paola Vega explicó que sólo el cuatro por ciento de los funcionarios devengan salarios de cuatro millones de colones en la condición de catedrático, la que han obtenido después de muchos años de trabajo, posgrados de alta calidad, investigaciones y publicaciones. No sé entonces ¿con base en que datos fundamenta el señor Quirós García sus afirmaciones sobre salarios en la universidad pública costarricense?, mientras que a Javier Espinoza se le sale el odio totalitario neofascista(tan propio de los cultores del estalinismo neoliberal) contra los intelectuales, ese odio enfermizo que llevó al facha español Milan D’ Astray un lisiado del y del espíritu a gritarle a don Miguel de Unamuno, cuando era Rector de la Universidad de Salamanca «Muera la inteligencia» y a Hitler a prohibir las obras de Stefan Sweig en todos los países de habla alemana, además de ordenar la quema de libros en todo el Reich. Ya se ve con claridad por donde va la procesión de los enemigos de la democracia en este país.

    • Totalitario neofascista,Cultor del estanilismo neoliberal. Que tal esos titulos que me ha endilgado Rogelio Cedeño ? No se me ocurre siquiera preguntarle que querra su mente decir con semejantes titulos pues nos haria una letanía tan larga ,complicada y llena de nombres y autores que quedamos los de a pie en la misma.Solo el sabe lo que quiso decir. Y creo que con esto dimos en el punto. El desconecte total de la intelectualidad con los ciudadanos costarricenses.Ellos viven en su mundo,de deposito automatico, y los demas «que les den queque» ,como dijo Maria Antonieta.

  3. Esos diputados de la segunda mitad del siglo anterior, de casi todas las fracciones de entonces, eran personas serias y bien preparadas en lo académico que si no sabían humildemente preguntaban, no emitían leyes sin estudios actuariales o de factibilidad y algunos de ellos como don Fernando Volio, Carlos José Gutiérrez y Alfonso Carro, entre muchos otros, eran eminentes juristas. Los de ahora si acaso dan lástima, con muy contadas excepciones.

  4. Para estos acerrimos neoliberales , para estos manipuladores religiosos , entre menos capacidad de analisis y menos cpacidad y libertad de pensasamiento , tenga la gente , mejor. De ahi su ataque a la formacion del librepensamiento en las universidades publicas . Recordemos que el candidato Fabricio Alvarado prometia » restaurar » las universidades publicas. De comunistas y de ateos , sobretodo de estos ultimos. Si bien quiza deba revisarse el asunto salarial en universidades publicas , nunca debe ser un pretexto para tratar de cercenales su autonomia. Desgraciadamente nos quedan dos años para seguir oyendo las estupideces y falacias , que dicen algunos diputados ,siendo el diputado Eric Rodriguez uno de los que encabeza ese » selecto» grupito .
    Algo que tambien debe revisarse en el accionar de las U publicas , es el hecho de que estudiantes , hijos en su mayoria de familias pudientes, despues de pagar millones en escuelas y colegios privados , pasan a pagar sumas ridiculas , en la eseñanza superior , en las U publicas . Algunos hasta obtienen becas . Ademas sabemos que los estudiantes que proceden de colegios privados , tienen una alta probabilidad de ganar el examen de admision . Algo debe hacerse al respecto , para corregir esta situacion. .

  5. La diputada Paola Vega les ha dado una áspera y bien argumentada lección dignidad a los otros diputados, el problema es que la gran mayoría de ellos no la conocen e incluso les estorba demasiado. La ignorancia que por lo general acompaña a esa falta de dignidad y de sentido de la historia, de la historicidad que va más allá de la presente coyuntura, y que viene de muy atrás, proyectándonos hacia el futuro, parece no decirles nada. Ya olvidaron al maestro de maestros que fue Rodrigo Facio, el padre de nuestra moderna universidad pública, la que el fundó y las restantes que se han inspirado en su ejemplo y amplitud de miras, esa que lo proyectó hacia nuestro tiempo histórico. No olvidamos nunca.

  6. Javier Espinoza: La alusión es directa para gentes como usted que mienten con descaro y se hacen los despistados, si no la entiende o no se da por aludido es porque en esta era, en la que la ignorancia se ha convertido en una virtud, el pensamiento intelectual se ha tornado en un delito o casi en un crimen. Sólo puedo decirle que la mentira y el totalitarismo fascista (incluido también el estalinismo) van de la mano, también los franquistas y los nazis de pacotilla odiaban a los intelectuales. La opinión de los más mediocres no puede definir el destino de la educación superior publica en un país que quiere avanzar hacia metas más elevadas, nos han lanzado un reto y seguiremos luchando por la universidad pública aunque a alguna gente no le guste.

  7. Me temo que los incultos diputados de nuestra Asamblea Legislativa tengan en mente seguir erosionando la educación pública superior, con argumentos infundados y prejuicios roñosos que señalan carreras como las de Historia, Filosofía y Filología, Bellas Artes y otras, como innecesarias, menores o sin méritos suficientes para sobrevivir los recortes presupuestarios. Esta arremetida no es casual, no es inocente ni es pura ignorancia, pues se hace con el dolo que supone una imaginada «guerra cultural». Lo que existe en la realidad es el virus reaccionario que en tiempos de crisis despliega una tenebrosa bruma antiintelectual y antihumanista, es una declaración de guerra a la ciencia y una total adherencia a las «teorías conspirativas» para anular la inteligencia humana. Es una guerra en contra de la libertad y la libertad se siembra, cosecha y se cuida sobre los hombros de espíritus libres y cultos. La defensa y la mejora de los recursos universitarios es un deber en armas porque nos enfrentamos a poderosas fuerzas que quieren ver postrada la educación pública superior. He leído aquí, desgraciadamente, opiniones irracionales y fanáticas que desdeñan el decoro, la inteligencia y el patriotismo.

  8. No han aprendido los de la academia a hablarle a quienes realmente necesitan comprender de qué se trata el problema, mucha «elucubracion» que sólo entenderán quienes tengan «cayo lingüístico»… En resumen: la educación es un negociazo y quieren amarrar al burro de la universidad pública para que los tigres se lo puedan comer. Paola Vega habló muy bien pero a pesar de eso sus demás colegas votaron a favor del proyecto, muy a pesar de las mentiras que se dicen y usan como pretexto.

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