viernes 19, abril 2024
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Breve interpretación del momento en que nos encontramos: Una sugerencia a los actores políticos

En pocas horas se ha visto transformado el panorama político nacional.  Los datos publicados por el INEC sobre la situación del desempleo en el país fue la chispa que encendió la reacción.  Una reacción en una santabárbara que había venido acumulando kilotones de TNT por las decisiones inconsultas a los distintos sectores sociales tomadas por el Gobierno de Carlos Alvarado en las últimas semanas, y que colmaron la paciencia de las organizaciones sindicales y de los movimientos populares más representativos.

Un gobierno de la Cosa Pública desatento de la opinión de los trabajadores asalariados y asalariadas, de los pequeños y medianos empresarios y empresarias; de sus necesidades laborales, patrimoniales, personales y familiares, no puede ser un buen gobierno.  Un gobierno con una perspectiva del funcionamiento económico y social desactualizada, e incapaz de reconocer las alteraciones producidas en el seno de las sociedades, como resultado de los efectos perversos de un proyecto nacional de corte neoliberal impulsado por una élite plutocrática y sus medios de formación de opinión pública, no puede gobernar el momento actual.

Un presidente incapaz de pensar en términos políticos, dominado por una ideología aprendida como tabla de multiplicar en una universidad norteamericana y reforzada por una campaña mediática-cultural de proporciones globales, por la que la riqueza de la nación es el resultado del enriquecimiento de las empresas, que niega el principio universal, de que el bienestar de las empresas es el resultado del bienestar general, tampoco puede orientar adecuadamente a sus colaboradores.

En pocas horas, dos referentes de la opinión de los grupos dominantes del proyecto de nación neoliberal salen a la luz pública expresando su preocupación por la situación del país y llamando a los distintos sectores sociales a un diálogo que ponga las bases de un acuerdo nacional.  Llaman a un diálogo que fue sofocado con llave policial por el gobierno, apoyado por esos mismos sectores, apenas dos años atrás, cuando el Magisterio Nacional le pidió al presidente en medio de la huelga más larga en la historia del país, que modificara la orientación de la política económica y reformara el proyecto de ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas para hacerlo más realista con las condiciones sociales, políticas y económicas del país.

Pero no sólo ha sido la revelación de la desastrosa situación del empleo lo que alertó a los vigilantes de los intereses de la burguesía nacional, fue también la publicación de un acuerdo de las organizaciones sindicales más importantes del país sobre una hoja de ruta para salir de las pandemias en salud y económica que amenazan al país.  Un acuerdo construido por organizaciones que en los últimos 35 años se habían disputado la hegemonía del movimiento de trabajadores del país, con todos los efectos perversos y de desunión que una disputa del género crea entre las dirigencias y entre sus miembros.

La publicación mencionada presenta a un conjunto de organizaciones sindicales que han superado sus diferencias ante el peligro inminente en que se encuentra el bienestar de las trabajadoras y de los trabajadores, de todos los asalariados, de las pequeñas y medianas empresas y trabajadores independientes, ante la incapacidad del gobierno y su orientación económica y política de concertar un acuerdo con el que conjuntar la sociedad con el propósito de enfrentar eficazmente la crisis.

El llamado de esos referentes surge en medio de un creciente malestar generalizado entre toda la población, que se expresa, por una parte, en algunos casos, de manera violenta, y por otra parte, con expresiones inquietantes de debilitamiento del consenso entre los sectores dominantes que comienzan a dudar de la capacidad del gobierno para llevar a cabo su agenda.

El proyecto neoliberal ha chocado con su propia creación.  El gobierno que había quemado puentes con el movimiento popular, ahora se encuentra con que algunos están dinamitando los puentes que tenía abiertos con las élites económicas.

La situación política es crítica.  Recuerda en algunos aspectos centrales a la de los años 40 del siglo pasado.

Ante esta situación parece comenzar a abrirse una ventana de diálogo que incluya a todos los representantes de los principales sectores sociales del país.  Pareciera ser que los grupos dominantes han advertido las dificultad que lleva la imposición de una agenda de política que confronta la tradición de diálogo político existente en el país, una agenda que colisiona con la institucionalidad costarricense y con los intereses de las clases trabajadora y del pequeño y mediano empresariado.

Los sectores populares, sus representantes sindicales, comunales, culturales y políticos deben cerrar filas.  Es una oportunidad histórica que no puede dejarse pasar.  Es la oportunidad de sembrar las semillas de una nueva institucionalidad que responda a las necesidades y aspiraciones de las mayorías populares de Costa Rica.

(*) Sergio Reuben Soto

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4 COMENTARIOS

  1. Muy complicado,muy elevado intelectualemnte,tanto que es incomprensible para el lector medio si es que termina de leer el articulo.
    Al final cual es la conclusion ? Una de generalidades,teoria ,teoria que no resuelve nada.

  2. A nivel mundial ,nos están gobernando corruptos, psicópatas, satanistas y pedofilos,es por eso que no voto por los políticos, no gobiernan, son títeres del único gobierno mundial ONU, su congreso OCDE, su ministerio de salud OMS, ese cuento de que somos un país soberano y democrático se terminó gracias a los vende patrias del PLN,PUSC ,PAC , por eso soy APOLÍTICO, estoy en paz con Dios y la patria, nada tiene solución para este país , menos con un pueblo domesticado, enfermo de fanatismo político y aterrorizados por la plandemia.

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