Columna Poliédrica
No hay nada más cambiante que las opiniones y los estados de ánimo de los seres humanos. En lo que podemos llamar la primera etapa de la pandemia, cuando se logró aplanar la curva de contagios, hasta hicieron muñecos del Ministro de Salud y todo fue alabanzas para la forma en que se había gestionado la situación; sin embargo, semanas después todo ha cambiado y ahora hay personas que han comenzado a cuestionar el manejo de la crisis sanitaria.
He esta columna hemos estado de acuerdo en que la salud haya sido colocada como lo primordial en esta coyuntura. Se trata de una decisión en que se prioriza este valor y se pone en un segundo plano, por ejemplo, la libertad de comercio, es decir, esa ponderación determina que la salud de las personas esté por encima de la libertad de comercio y del trabajo que con esa actividad se genera.
Ya se ha dicho que la pandemia ha venido a desnudar la situación económica en Costa Rica. Ya se ha insistido en que tenemos la vergonzosa “distinción” de habernos convertido en el país más inequitativo de latinoamérica, eso es un hecho que se había ocultado detrás de la economía informal y por medio de las reducidas remuneraciones que pagan muchas empresas privadas.
La política económica que ha generado esta realidad no ha cambiado, se viene aplicando en los últimos 34 años y en este gobierno se ha intensificado. Desde esta columna hemos sido muy críticos con esa política, ya que ha favorecido medidas que profundizan la brecha social y la inequidad existente; en otras palabras, se está gobernando para favorecer a los grandes capitales y se ha adoptado como chivo expiatorio a todo el funcionariado público.
El discurso contra la institucionalidad pública ha sido posicionado en la cabeza de la mayoría de los costarricenses. Se trata de un relato lleno de generalidades e imprecisiones, especialmente, porque no se hacen distinciones entre funcionarios públicos que están en la toma de decisiones y aquellos que se encuentran en puestos intermedios o bajos. No es lo mismo el salario de un funcionario como un recolector de basura o una enfermera obstetra, que el salario de un diputado, un magistrado o un ministro.
La estrategia de la generalización también se utiliza para ocultar las diferencias que existen en el sector privado. Cuando se trata de solicitar la ayuda del Estado para las empresas privadas, no hacen distinciones entre las pequeñas y las grandes empresas que se han beneficiado, entre otras cosas, de la falta de pago de sus obligaciones tributarias. No es necesario reiterar aquí la lista que emitió el Ministerio de Hacienda en relación con las empresas que declararon cero utilidades.
Cualquier persona medianamente informada entiende que la situación actual, es la suma de lo que ya había y las acciones adoptadas por el gobierno de Carlos Alvarado. En esta coyuntura se está dilucidando el rumbo económico y social para, al menos, los próximos treinta años; dicho de manera sencilla, se está dilucidando la hegemonía definitiva del grupo económico que ha venido dominando en la sociedad costarricense o si será posible evitar que los intereses de esos grupos se impongan en la toma de decisiones costarricense.
En la actualidad estos grupos han logrado imponer su agenda porque el gobierno se ha entregado a sus designios. Han contado no solo con la complicidad del poder ejecutivo, sino también con una Asamblea Legislativa total y completamente pusilánime, salvo excepciones muy concretas. Se trata de un contubernio que ha sido avalado por los partidos políticos, especialmente, por aquellos que creen tener posibilidades de gobernar en el próximo cuatrienio.
Desgraciadamente no se observa una reacción por parte de los grupos sociales y económicos que están siendo perjudicados en esta coyuntura. Los trabajadores han sido divididos entre públicos y privados, a los primeros se les ha neutralizado con una serie de reformas legislativas y por la indiferencia de los funcionarios públicos de todo tipo; a los segundos, hace tiempo que han asumido la ideología del sector patronal y más bien abogan por la pauperización colectiva de todos los trabajadores.
El futuro se presenta como una regresión en las conquistas sociales que se lograron y materializaron a partir de la segunda mitad del siglo pasado. Prácticamente estamos asistiendo al ocaso del Estado Social de Derecho, salvo que haya un golpe de timón por una situación extraordinaria que no es posible observar en el futuro cercano.
La Costa Rica del bienestar del mayor número está llegando a su fin y estamos asistiendo al nacimiento de la Costa Rica del sálvese como pueda. Esperemos que no caigamos también en una crisis política que nos lleve a un régimen más autoritario del que ya tenemos.
(*) Andi Mirom es Filósofo
columnapoliedrica.blogspot.com
Andi ,las empresas que declaran cero utilidades son las «holding «, la compañia madre,dueña de las subsidiarias que producen,estan activas y pagan sus impuestos como corresponde.30 %.Una vez cancelado estos, envían a su empresa madre o holding las utilidades para repartir en dividendos entre sus accionistas, siendo entonces el pago de 15% de impuestos cancelado por los accionistas al recibir el dividendo el que corresponde.La Compañía madre no paga impuestos, pues no ejerce actividad mas que ser la propietaria de los bienes.En total 30 % de renta +15 % en dividendos se convierten en 41% del total de utilidades de la empresa en impuestos.Eso sin contar IVA,territoriales,municipales y todos aquellos relacionados con el trabajador.Esa es la legislación tributaria vigente.
Espero esto te aclare tu confusion y error y la que transmitis a tus lectores.
Señor Gamboa: No soy quien para contestar por el señor Mirom, sin embargo, en la lista que emitió el Ministerio de Hacienda no solo hay Holdings, también hay empresas puras y simples, con el tipo de estructura que todos conocemos. Por otro lado, las personas que están, más o menos, enteradas de para qué se hace un Holding, también sabemos los mecanismos que se utilizan para no pagar impuestos; razón por la cual es total y completamente discutible su planteamiento. Ahora bien, me parece importante indicar lo siguiente: 1) Asumiendo su tesis de que el Holding no debería pagar porque sus subsidiarias ya lo hacen, el problema que se presenta en relación con esas empresas subsidiarias y con otras empresas que no están en el esquema de Holding, es que en su balance anual indican que no tienen utilidades y las más descaradas, incluso, indican que tienen pérdidas; en otras palabras, la tesis suya se viene abajo porque ese 45% que usted indica, no se está pagando porque lo que se alega es que el balance anual es igual a cero o incluso negativo en las empresas subsidiarias. Por supuesto, no nos vamos a meter con el uso que hace los Holdings de los paraísos fiscales para distraer sus utilidades reales y no pagar absolutamente nada el fisco no solo costarricense, sino de otros países también. Señor Gamboa, el lenguaje y mecanismos del mundo empresarial y financiero, desgraciadamente, no permite que la mayoría de la gente si quiera medio entienda lo que usted puso en su comentario, pero no vaya a creer que eso es así en todos los casos. Muchos de los que leemos este diario digital no solo comprendemos sino también podemos desnudar la retórica técnica de su discurso, lo que dice el señor Mirom ni es confuso, ni es erróneo, al contrario, es un hecho que las empresas señaladas en el oficio del Ministerio de Hacienda están declarando cero utilidades y si hubiera error o confusión como usted pretende alegar, a quienes debería dirigirse usted o los intereses que usted defiende es al propio Ministerio de Hacienda. Confusión o error no hay en lo que dice el señor Mirom, o va decir usted: que todas las empresas que se indican en el mencionado oficio del Ministerio de Hacienda son Holdings. ¡Por favor, a otro perro con ese hueso!
Mientras la legislacion tributaria costarricense este vigente y cuente con el respaldo del estado de derecho en que vivimos,lo que le he enunciado es la LEY de Tributacion Directa. Si no es de su parecer, esta debe ser cambiada por los diputados en la Asamblea Legislativa.Por otro lado usted,Andi,Hacienda y todos los costarricenses deben esperar y no de extrañar que este periodo 2020 y los subsiguientes dificilmente se reporten utilidades. Algunas empresas mantienen a sus empleados, otras ya cerraron o estan por cerrar. El problema del pais esta en que gasta mucho mas que lo que produce.Vea el caso de la UCR,cuanto dinero se la va de su presupuesto FEES en planilla de intelectuales ? Cuanto queda para estudiantes e infraestructura ? Entretengase con esos datos.Buenos dias sr Solano.
Leyendo los comentarios resulta evidente lo siguiente: 1) Nada tiene que ver lo que están comentando los señores Gamboa y Solano con el tema principal que se expone en la Columna. 2) El señor Solano evidenció que el señor Gamboa, no solo es afín a los evasores sino que su discurso o argumento no se sostiene, bien por el señor Solano al desnudar la falacia. 3) Que Gamboa saca el tema de la Universidad de Costa Rica y, como se dice en la Columna, no hace las diferenciaciones del caso entre el poco de profesores que ganan un salario desorbitado (no los estoy defendiendo) y la mayoría de profesores que ganan un salario igual o peor que, por ejemplo, un diputado. Otra falacia de generalización en la que incurre el señor Gamboa.