martes 23, abril 2024
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Alumbra, lumbre de alumbre…

¡Alumbra, lumbre de alumbre, Luzbel de piedralumbre, sobre la pobredumbre! ¡Alumbra, lumbre de alumbre, sobre la pobredumbre, Luzbel de piedralumbre! ¡Alumbra, alumbra, lumbre de alumbre…, alumbre… alumbra, alumbra, lumbre de alumbre…, alumbra alumbre…
Con esta introducción futurista, comienza Miguel Ángel Asturias su inmortal libro “El Señor Presidente”. Esta Centroamérica que me tocó sufrir, si, porque este istmo centroamericano se sufre, no se vive, y se sufre porque hemos sido víctimas perennes de nuestros gobernantes, víctimas de una élite empresarial cruel y despiadada que utiliza a los hombres y luego los desecha, como un plástico o un papel. Somos sociedades de tercera categoría y aceptamos eso como un destino irredimible, como un fin en sí mismo: ser parte de una sociedad que nos margina, donde hasta los reaccionarios progres se alían con el capital para estafarnos, económica y moralmente, robarnos hasta los sueños, conculcarnos nuestra libertad a cómo dé lugar, somos parte del eterno juego entre el Bien y el Mal.
Creíamos-creían algunos-que éramos diferentes a los otros países que forman el istmo de las hamacas, como le llamó Asturias por la elevada sismicidad; no fuimos diferentes, hasta en eso nos estafaron: hacernos creer que éramos diferentes.
Esta cruel e implacable Pandemia ha sacado lo mejor y lo peor de nuestros corazones, pero ante todo ha desnudado nuestras realidades ad nauseam.
“Creo, dijo Simón Bolívar en La Paz en 1810, que ya nunca seremos felices”, esta frase lapidaria mostraba al libertador, que no podríamos nunca lograr la libertad, éramos hijos putativos del mestizaje indo español, éramos nada, ni blancos ni indios, nada éramos. En cinco siglos de historia, hemos podido mostrar nuestra mayor debilidad: la ignorancia, su hermana mayor, el miedo, y su amante y celestina: la injusticia. No logramos salir del lodazal del engaño.
Si digo esto es porque lo siento dentro del corazón, no de la mente, la mente engaña, el corazón no puede porque es el asiento de la esperanza.
Tantas privaciones para terminar engañados por un gobernante de segunda clase, un presidente de bolsillo, un aprendiz de política: un hombre de paja. En siete décadas no había visto tanta estupidez junta, tanto engaño y tanta actuación paradójica, que únicamente ha incrementado la ruina económica y moral de la sociedad costarricense, ya venía caminando la farsa desde varios años atrás, los préstamos de rescate a la estafa de las tarjetas de crédito, utilizando el dinero del estado, para alabar a los emisores privados: una verdadera tomadura de pelo, a deudores y a los demás; la creación infame de un aparato de espionaje a los ciudadanos, algo que ningún presidente se había atrevido a efectuar.
Llega la Pandemia y cae como anillo al pelo, para pisotear la inteligencia de los costarricenses. No es que no crea en la Pandemia, claro que creo y es tan contagiosa y mortífera como su prima hermana: la gripe española. El manejo de los epidemiólogos, con sus altibajos, está lleno de heroísmo, el manejo por parte del personal médico y de enfermería y aseo de la CCSS es digno de encomio y nadie debería dejar de alabarlo, han luchado hasta dónde pueden, mientras nosotros nos dedicamos a “turistear” dijo la ministra, a hacer bebetorias de guaro para difuminar más el virus mortal, tratando de repetir que no existe, mientras los que dan la vida en la trinchera siguen luchando con las uñas.
El problema son las medidas increíbles de parte del señor Presidente, donde en un arrebato que llega al extremo, baja los intereses a 0% por doce meses a los préstamos personales, para que los costarricenses se vayan a hacer turismo nacional. ¿En media pandemia? Si, en media pandemia.
Habiendo tantas medidas económicas importantes y ante el fracaso del caprichoso tren, echa a caminar un plan B para poner al ciudadano a pagar con lo que no tiene, los intereses del sector turismo. Alumbra lumbre de alumbre…, nuestro destino es seguir siendo ciudadanos de tercera clase.
(*) Dr. Rogelio Arce Barrantes es Médico

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2 COMENTARIOS

  1. Don Rogelio…no seamos ingenuos, lo que hace esa la Alvarado no es al azar…es un mensaje claro de odio hacia su pueblo y tengo la sospecha que alguien le esta pagando plata a el o a sus titiriteros inmediatos para esclavisar naciones en latinoamerica. Lo que vemos no deben ser tomado como estupideces sino como intenciones claras.Son las ultimas medidas de un imperio despota y fracasado por mantener una hegemonia que ha venido perdiendo en otras partes del mundo. Un dia EEUU caera y ardera en el mismo fuego atomico que ellos mismos crearon…ese dia no esta muy largo

  2. La primera republica comunista de America fue planeada para el año 1949, eso lo supe de actores directos de los hechos del 48, no obstante les fue imposible: don Pepe y don Chico eran anticomunistas. Ahora los de la UNA trataron de montar una República comunista repartiendo puestos entre jóvenes desempleados y creando enormes prebendas para los comunistas criollos como las pensiones. Bueno eso tampoco resultó, entonces “muchos” decidieron saquear el estado y pasar a formar parte de la elite ricachona. Ya eso sucedió con algunos líderes PLN y PUSC limpios, que se enriquececieron. Bien el gran problema ahora fue más bien que llegó esta Pandemia entonces no saben para donde podrían irse después. Esto que está sucediendo es caótico.

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