martes 16, abril 2024
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Lo único que está en mis manos es no comprar a los grandes capitales

Columna Poliédrica

Lo que viene pasando con las empresas que durante varios años han declarado no tener ganancias es, francamente, impresentable. Se trata de empresas y de empresarios que se han descarado de tal forma, que ya no les importa absolutamente nada. La vergüenza la perdieron porque se consideran impunes, intocables, gente a los que el Ministerio de Hacienda y la Fiscalía de la República han decidido que la ley no los toca.

¿Qué se puede hacer ante tanta desvergüenza? ¿Qué puede hacer el ciudadano común con este relajo? ¿Qué herramientas podemos utilizar ante la inacción de los órganos del Estado? Por un lado, deberíamos exigir a los funcionarios del Ministerio de Hacienda, no al Ministro, sino a los funcionarios que hacen el trabajo, que cumplan con su deber y sancionar a las empresas que no cumplen; por otra parte, en el plano individual, podemos dejar de comprar los productos que ofrecen esas empresas que no solo declaran cero ganancias, están morosos con la seguridad social y que se acostumbraron a no cumplir con sus obligaciones con la sociedad costarricense.

Invito a todos los ciudadanos a dejar de consumir los productos de esas empresas. Muchas de ellas tienen el descaro de cuestionar lo que son hechos total y completamente probados, tratan de escudarse en la verborrea técnica para justificar su actuar durante todos estos años con la complacencia, insisto, del Ministerio de Hacienda. No omito señalar, también, la complicidad de muchos abogados que, con base en las leguleyadas ya conocidas, se han prestado para exonerar a estas empresas de ser sancionadas, con el beneplácito del Ministerio Público.

Ahora la estrategia que han utilizado es cuestionar a quienes los evidencian. Recientemente una investigación muy valiente del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Costa Rica, dio a conocer algunas de las empresas y de los empresarios que han declarado cero utilidades; ello ha generado que los empresarios aludidos cuestionen la investigación con base en señalamientos que se hace a las fuentes utilizadas para develar la incongruencia que implica que sus principales accionistas y responsables, aparezcan como millonarios destacados de América Central.

Adicionalmente, están ahora diciendo que sus empresas sí pagan impuestos. La verdad es que el cinismo en que han caído varios de los grupos empresariales es nefasto y están llevando al país al despeñadero. No pueden escudarse en que el Estado está moroso con la seguridad social para dejar de pagar sus obligaciones patronales, no pueden decir que pagan unos impuestos para justificar que por eso declaran cero utilidades.

Hay nombres y apellidos que se han dado. Debemos seguir evidenciando a otras empresas y personas que están siendo irresponsables con la sociedad costarricense. Desgraciadamente, hay medios de comunicación que también son cómplices y ocultan la información relacionada con estas faltas tributarias; por más que se denuncia, hacen oídos sordos y vuelven la vista para otro lado, en parte, porque muchas de las empresas que no pagan sus obligaciones tributarias, son sus patronos o son patrocinadores de sus espacios.

Apoyemos a los pequeños empresarios que sí son responsables con sus obligaciones para con el país, pero a los grandes capitales que no cumplen con sus obligaciones tributarias hay que dejar de comprarles. Eso está en nuestras manos poder hacerlo y no cuesta nada.

(*) Andi Mirom es Filósofo

andimirom@gmail.com

columnapoliedrica.blogspot.com

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13 COMENTARIOS

  1. Tengo entendido que el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Costa Rica será demandada por injuria y calumnias,daños y perjuicios, de forma tal que los costarricenses tendremos la oportunidad de saber a ciencia cierta si estas empresas y personas acusadas de evasión de impuestos, realmente lo son o si no son mas que un grupo de muchachitos influenciados ideológicamente los que han comprometido la credibilidad de la mas importante universidad costarricense y la ponen ante un costo financiero y social.

    • Señor Fonseca: Lo que se ha dicho, tal y como lo dice el artículo son hechos que usted puede verificar en oficios del Ministerio de Hacienda. ¡Atención! Se está hablando, en este caso, de las empresas que han declarado cero ganancias o utilidades durante varios años. Eso es diferente al tema de la evasión y elusión de impuestos que, está de por demás decirlo, también es un asunto que ha estado a la vista de todos los gobiernos de turno. Está claro que estos sinvergüenzas van a poner todo su dinero para contratar a abogados para intentar acallar no solo a la Universidad de Costa Rica, sino a cualquier otra instancia que evidencie sus movidas fiscales. No hay peor ciego que el que no quiere ver.

  2. Que quede muy claro : el Instituto de Investigaciones Sociales de la UCR no tiene absolutamente nada que ver con la Clorito Picado,ni sus investigadores son cientificos.

    • Doña Flora: No el Instituto de Investigaciones Sociales no es el Instituto Clodomiro Picado, ni ellos son el Instituto de Investigaciones Económicas o el Instituto de Investigaciones en Ingeniería, ni el Instituto de Investigaciones en Salud, ni el Instituto de Investigaciones Jurídicas o el Instituto de Investigaciones en Matemática. La investigación en la Universidad e Costa Rica es muy diversa, dichosamente, esa diversidad constituye la mayor fortaleza de esa institución de educación superior. Lo único que lamento es ver al señor Mirom, una semana sí y otra también, defendiendo a esa universidad y un montón de personas que trabajan allí, callados y sin hacer nada por defender a su institución.

  3. Da igual si le compro al pulpero del barrio. Este le compra a distribuidoras multinacionales que tienen acaparado el mercado. Además el pulpero de mi barrio compite con el chino a ver quién vende más caro. Por otro lado el pulpero no le da trabajo a nadie, el chino se lo da a una indocumentada. Walmart y Megasuper emplean y aseguran a varios de mi barrio que q su vez inyectan recursos a la hoy revalorizada CCSS.

    • Cuanta razón tienen los que han dicho que las redes sociales y estas secciones de comentarios ponen a la ignorancia a opinar, con una temeridad nunca vista en la historia de la humanidad.

  4. Recientemente salió a la luz pública un estudio del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad de Costa Rica (UCR) sobre la desigualdad de ingresos en Costa Rica. Los investigadores del IIS determinaron que tres costarricenses, entre quienes está el Sr. Steve Aronson, ganan en conjunto más de 2,300 millones de dólares cada año. La investigación fue ampliamente divulgada por medios de la UCR con alcance nacional e internacional. Los videos y los artículos están bien producidos, como es usual cuando la UCR invierte sus recursos en hacer divulgación.

    Sin embargo, los investigadores tergiversaron sus fuentes de información y llegaron a conclusiones absolutamente falsas. FIFCO, una empresa afectada por este análisis, produjo un video demoledor, que deja al descubierto fallas en la investigación. Hasta ahí me pareció que la historia no merecía mi atención, después de todo entre don Steve y FIFCO desnudaron algunos de los errores de los expertos, suficientes para demostrar, más allá de cualquier duda razonable, que esta “investigación” no tenía ni pies ni cabeza, y que fue, en el mejor de los casos, un desperdicio de recursos públicos.

    Entonces todo dio un giro, el IIS hablando en nombre de la Universidad tomó cartas en el asunto, pero no para desmentir a los investigadores, sino para hacerse responsable de todo este desbarajuste. El asunto no es un error de los investigadores. El IIS nos dice, utilizando el logo de la UCR, que el análisis es parte de la investigación científica de la Universidad, que los resultados divulgados son hallazgos preliminares de una investigación en curso, y que “toda metodología de investigación científica tiene fortalezas y debilidades; su rasgo distintivo es que son tan inevitables como perfectibles”; hablan “como Universidad” y dicen que el IIS lleva más de 15 años analizando los temas de desigualdad social y distribución del ingreso. Ahora sí, pensé, están exponiendo a la UCR a cuantiosas demandas.

    Yo estudié en la Universidad de Costa Rica, es mi alma mater, he sido profesor de la UCR, incluso el año pasado decidí volver a enseñar y probablemente lo vuelva a hacer el próximo año. Yo he participado en varias entrevistas en el Canal 15, y espero seguir colaborando. Yo quiero a la UCR.

    Escribo porque las falsedades que detecté, referidas a la persona de Steve Aronson, a quien conozco desde hace 28 años, no pueden constituir una investigación, ni siquiera pueden ser consideradas “hallazagos preliminares”.

    Don Steve no necesita que yo lo defienda, pero me referiré a él pues es a quien conozco de primera mano, aunque los otros mencionados también reciben conclusiones inmerecidas. El argumento principal de los investigadores es que, basados en la revista Forbes, calcularon los ingresos de los tres costarricenses que ganan más en Costa Rica, entre quienes está don Steve Aronson, y dan una cifra astronómica de ingresos de más de $2,300 millones al año en conjunto. A don Steve le atribuyen un ingreso anual de $150 millones (de dólares de los EE.UU.), y todo esto como parte de una investigación sobre el grave problema de la desigualdad en Costa Rica. O sea, presentan a Steve Aronson como uno de los principales contribuyentes a la desigualdad que padecemos, o como parte del problema.

    Conozco a don Steve pues trabajé muchos años con él, y me pareció rarísimo que le atribuyesen un ingreso que no le corresponde, y que apareciese en una lista como la tercera persona con más ingresos del país. Al ahondar, me di cuenta que los investigadores:

    Confundieron una revista que se llama Forbes Centroamérica, y que es publicada y editada por Media Business Generators (MBG) de Ciudad de México, con la revista Forbes mundialmente conocida, originaria de Nueva York, editada por Forbes, Inc. Es cierto que MBG tiene una licencia de uso de la marca Forbes, pero son revistas muy diferentes.

    Ocultan que el artículo original era sobre empresarios de Centroamérica y República Dominicana, y que a don Steve le asignan el número 35. Tampoco aclaran que después de los primeros lugares, la revista no hace un ránking de ingresos personales, sino que simplemente pone cifras de empresas y nombres de empresarios prominentes y advierten sobre limitaciones en la información.

    Mencionan a don Steve como el número tres del país, siendo que en el artículo fuente aparecen otros tres empresarios de Costa Rica antes que él. O sea, que don Steve no debió salir nunca en la lista de los “tres más ricos de Costa Rica”. Mis hipótesis preliminares son: a) no leyeron; b) no saben ordenar magnitudes en un listado del uno al cuatro. Me rehúso a considerar otras hipótesis más tristes.

    No aclaran que la revista nunca le asignó a don Steve un ingreso personal de $150 millones, sino que el artículo relaciona a Grupo Britt con unas ventas anuales de $150 millones. Tampoco mencionan la advertencia que hace la revista en el sentido de que años antes hacían listados de las 12 personas más ricas de la región, pero que ahora incluyeron a otras 28 personas, que junto a los más ricos, también son empresarios prominentes.

    No mencionan que don Steve se desligó hace más de 10 años de las empresas de Grupo Britt, y que él no es directivo, ni funcionario, ni accionista. Don Steve se mantiene como cliente de la empresa que él fundó, pero hasta ahí.

    A una revista mexicana se le puede perdonar el hecho de vincular a don Steve con una empresa que él fundó hace 35 años y de la cual se desligó hace más de 10, pero es imperdonable que una investigación hecha en Costa Rica omita todas las publicaciones y fuentes costarricenses que hubiesen corroborado la desvinculación, incluida la empresa con sede en Heredia.

    O sea, el IIS, hablando a nombre de la UCR, nos dice que uno de los “hallazgos preliminares” de su investigación científica es que Steve Aronson es uno de los tres hombres con mayor ingreso en el país, y que gana $150 millones al año, y que eso es un hecho relevante dentro del problema de la desigualdad en Costa Rica. Decidí levantar la voz porque creo que es momento de terminar esta investigación. Dado que este hallazgo preliminar es completamente falso, y las fuentes que utiliza fueron tergiversadas, ¿qué podemos esperar de las conclusiones finales? Y ¿para qué gastar fondos públicos en divulgar hallazgos absurdos, siendo que el país está al borde del colapso económico y en medio de una pandemia?

    Hagamos el ejercicio de esta investigación a la inversa. Supongamos que investigamos a los investigadores, incluido a Pedrito, quien tiene un iPhone y por lo tanto es cliente de Apple, Inc. Sería absurdo afirmar como parte de una investigación sobre la desigualdad, que Pedrito tiene ingresos anuales de más de $260 mil millones por el simple hecho de ser cliente de Apple. Y sería peor decir que la fuente de información es un artículo de la revista Forbes donde se menciona que la empresa tiene ventas por ese monto. Supongamos además que el instituto de la UCR para el que trabaja Pedrito responda que se trata de hallazgos preliminares, y que todas las metodologías de la investigación científica tienen ventajas y desventajas, y que son perfectibles y que llevan más de 15 años estudiando el problema de la desigualdad. Eso es lo que está pasando acá.

    Finalmente, dado que conozco a Steve Aronson, quiero referirme al trabajo de este costarricense por convicción. Steve fue reconocido como un pionero del café de Costa Rica, pues contribuyó a posicionar el nombre de nuestro café y sus distintas zonas productoras en la mente de consumidores de todas partes del mundo. Su trabajo fue reconocido por el Instituto del café de Costa Rica (ICAFE) con la Medalla al Mérito Cafetalero, el máximo galardón que otorga a los promotores de nuestro grano de oro, en el año 2016. Pero sus aportes no se quedan en la industria del café. Durante las últimas dos décadas don Steve ha dedicado sus esfuerzos personales a fomentar la educación en el país, me consta que impulsó con trabajo, fondos propios y alianzas público-privadas, la idea de que los colegios públicos puedan desarrollar sus propios programas de Bachillerato Internacional; también ha dedicado sus recursos a la mejora de nuestros parques nacionales. El otro pilar de su contribución al país lo hizo a través de la Asociación Cultural Teatro Espressivo, la cual fue reconocida por el Ministerio de Cultura y Juventud con el Premio Nacional de Gestión y Promoción Cultural en el año 2019. La UCR podría investigar cómo fue que Steve Aronson, una sola persona, ha contribuido de maneras tan diversas hacia la construccíón de una Costa Rica más humana, solidaria, inclusiva y con mayor igualdad de oportunidades para todos. Si tan sólo pudiésemos replicarlo…

    El problema de la desigualdad en Costa Rica es demasiado serio como para analizarlo con datos falsos, y tampoco va a mejorar divulgando noticias engañosas disfrazadas de investigación científica. La UCR debería empezar por predicar con el ejemplo. Es un hecho (investigado con fondos de la UCR), que el principal contribuyente de la desigualdad salarial en la Universidad son las anualidades. El IIS podría detener la investigación de los tres más ricos, e investigar la desigualdad en la UCR, y el Consejo Universitario podría apoyar esta labor. No es justo que la investigación de la UCR incluya proyectos de investigación que arrojan hallazgos preliminares engañosos. La UCR, mi alma mater, no puede permitir tal mediocridad. Defiendo a la UCR y pido a todos sus exalumnos que nos unamos en esta labor social.

  5. Al señor Pablo E. Vargas: Le agradecería nos indique, claramente: ¿En qué Facultad, Escuela de la Universidad de Costa Rica imparte usted ls docencia? ¿Cuál o cuáles cursos tiene a su cargo? Lo anterior, para estar orientados en relación a con quién estamos hablando y del por qué de su vínculo con el señor Aronson.

  6. Antes de señalar al vecino, hay asegurarnos de tener nuestra casa en orden. La desigualdad está a la orden del día en la función pública, especialmente en las Universidades públicas, donde unos ganan salarios de hambre, y a otros el estado los hace multimillonarios mes a mes a costa de los impuestos que si logró recaudar de la gente honesta.
    Juicio moral, quien es mas sinvergüenza, el que evade impuestos, o el que se los roba con un salario desproporcionado?.

    • Señor Fallas: Las universidades públicas y en concreto la Universidad de Costa Rica tiene su casa muy en orden en materia tributaria y en materia salarial también. Ya se ha dicho hasta la saciedad que el argumento de los altos salarios es una falacia de generalización que no se sostiene y cae por su propio peso. Lo que no es defendible es que haya empresas como las que se han señalado, que no paguen sus obligaciones tributarias utilizando artilugios legales y contables. Así que una cosa no justifica la otra como usted pretende, ahhh, y no se trata de un juicio moral sino de juicios facticos, hechos puros y duros que gente como usted no quiere ver.

  7. La estrategia del embarre contra la UCR., busca el desequilibrio y hasta la liquidación de ese otro ente estatal. Quienes generan adrede ese caos son los malos investigadores donde por rebote untan a las altas autoridades y los embarcan en el mismo viaje. Es un hecho que tenemos ciertas intocables empresas que se bailan al fisco, con la complicidad, no de los altos y medios funcionarios, sino por órdenes especiales del Ministro de turno. Pero el asunto no para ahí. Utilizando su poder económico ciertos empresarios –naturales secuaces OCDE- pretenden con sus abogados, hacer un polvorín, y llevarse de refilón, entre las patas el destino de nuestra alma mater. Desviando la atención pública, hoy los protegidos del diablo, se rompen las vestiduras con un tema particular, del cual, cada quien aguante su vela. Aquí lo medular es si en verdad, tanto los evasores o por elusión, son o no, toda una realidad nacional. Lo demás, es pura paja, para el colchón del sistema. Y si así fuesen culpables las “jugadas” empresas, bien podrían publicar como sutilmente se ha hecho, listas, como antaño hacían en Europa, cuando al vecino no quería pagar sus obligados impuestos. De repente y de seguro al patentizarlos a futuro, no seguiríamos las mayorías, ser siempre la gran bandada de patos de la fiesta.

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