Columna Poliédrica
Sinceramente se han dado una serie de cosas en la última semana que cuesta decidirse sobre qué tema escribir. Hay cosas que deberían atraer la atención de las personas que todavía leen en este país, sin embargo, pasan desapercibidas y no son objeto de una nota periodística por parte de los medios de comunicación costarricense; por ejemplo, los reconocimientos que destacados compatriotas han obtenido en el extranjero y que, al igual que otros en el pasado, ponen muy en alto a la sociedad costarricense.
Dichosamente en la actualidad es posible acceder a noticias e información de otras latitudes. No obstante, desgraciadamente, no toda la población tiene esta posibilidad y tienen que aguantar ciertos noticiarios y personajes que dejan mucho que desear en su ejercicio profesional; dicho en palabras sencillas, se trata de personas que le han hecho mucho daño a la sociedad costarricense, su sesgo es tal que ni siquiera le permiten al receptor juzgar los hechos y contenidos de lo que se está difundiendo.
El problema es que este fenómeno ya no solo es de los periodistas jóvenes, sino que se ha extendido a los de más trayectoria que todavía sobreviven en los diferentes medios de comunicación nacional. Se trata de conductas que están en contra de los más elementales principios que rigen el periodismo, ya que en lugar de informar, lo que hacen es emitir juicios de valor en relación con los hechos que acontecieron en la realidad.
Costa Rica no solo merece mejores políticos, sino también buenos periodistas. La profesión de periodista, antes, requería leer a los clásicos de esta disciplina y adicionalmente, analizar los casos que hicieron historia en el periodismo mundial; en cambio, en la actualidad, muchos muchachitos que acceden a los medios de comunicación, es evidente que su formación es sumamente deficiente y que no manejan los conceptos mínimos de la profesión que desarrollan.
Ya no solo se trata del periodismo corrongo como fue bautizado hace unos años. Ahora estamos viviendo un exceso de contenidos y la búsqueda de la verdad periodística ha quedado relativizada. Ya no importa contrastar nada y menos verificar lo que se va a comunicar, lo que es relevante es emitir un contenido y observar qué reacción hay en la sociedad; las bondades que se plantearon en relación con la democratización que supondría la internet, ha dado un viraje grosero hacia sociedades menos informadas a pesar que existe abundancia de contenidos.
Uno puede vivir sin necesidad de ver y escuchar los medios de comunicación costarricense. No es necesario sintonizar a los mismos de siempre, tampoco a las emisoras que no han cambiado su discurso desde hace varios años y menos, suscribirse a pasquines que perdieron su estructura y ahora se dedican a promover los intereses de sus dueños. Realmente estamos viviendo el oscurantismo del periodismo costarricense.
(*) Andi Mirom es Filósofo
Con excepción de algunos medios digitales, el periodismo en efecto ha encallado en los riscos del mal, llegando algunos de ellos a ser totalmente falsos. Ya decía Oscar Wilde, que su amor por la verdad lo llevó a no leer periódicos. En nuestro medio, e imagino que en todo el mundo, la gente que lee es una pequeña minoría y en cuanto a periódicos, la gran mayoría son lectores de encabezados. Las redes sociales son una verdadera plaga, que engaña a las mayorías.
Costa Rica se ha caracterizado por tener un sistema educativo ejemplar. Tenemos Universidades de renombre en latinoamericano y considero que han desarrollando un gran trabajo, formando profesionales en mucha campos del saber en nuestro país.
El problema con el periodismo, es que una vez graduados y con trabajo tienen que satisfacer los intereses de sus empleadores. Y estos señorones alineados al poder político-empresarial no les queda más que torcerle al brazo a sus periodistas. Estos terminan haciendo trabajo «light», que al final eso es lo que quiere un gran porcentaje de nuestra población.
Estoy de acuerdo. Necesitamos mejores periodistas, mejores educadores, mejores políticos, y por ende, mejores filósofos…
Tendremos que promover y apoyar a más medios independientes ybuenos que existen
En este video está resumido como trabaja la prensa https://www.youtube.com/watch?v=0nzFm7BqUJo
La peor decadencia del periodismo es LA NACIÓN.
Estoy totalmente de acuerdo, actualmente el periodismo es «light», superficial, en donde las noticias más relevantes son los chismes de personajes extranjeros y de los «famositicos», y son escasas como las perlas, las notas investigativas que aportan algo al país.
Pero no nos asustemos el periodismo actual es reflejo de lo que es ahora la sociedad, sino echen un vistazo a las redes sociales, a las calles, a los políticos, a los sindicatos, a los empresarios, a los ciudadanos que ven en cada persona un enemigo en potencia.
Vivimos en una época de ausencia de valores y irreligiosidad, de agresividad y de maldad, nunca antes vista en nuestro país.