El mandatario aseguró que dio instrucciones a la policía para frenar la escalada de violencia y crear confianza entre la población.
La víspera, hombres armados atacaron la comuna de Bel Air, situada en el corazón de esta capital, muy cerca del Palacio Nacional. Incendiaron varias casas y dispararon indiscriminadamente.
Según medios locales de prensa, varias víctimas mortales quedaron bajo el fuego cruzado y otros resultaron heridos.
Los residentes culparon a a Jimmy Chérisier, conocido como Barbecue, y presunto jefe del grupo armado en la zona baja de Delmas, junto a la recién instaurada federación de bandas G-9.
Pierre Espérance, coordinador de la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos, reiteró la supuesta anuencia de las autoridades con estas pandillas bajo el liderazgo de Barbecue. El ejecutivo las utiliza ‘para controlar los barrios populosos’, dijo a la prensa.
En la última semana se recrudeció la inseguridad en esta capital, con el asesinato de dos empresarios, un periodista y un eminente abogado. También el sábado al menos tres personas fueron ultimadas a tiros en Petion Ville y Juvenat.
El lunes último, el director general de la Policía, Rameau Normil, anunció que estas fuerzas estaban en alerta máxima, sin amargo, testigos en Bel Air afirmaron que no intervinieron.