martes 16, abril 2024
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Cerramos los ojos

Vengo diciéndolo hace años, primero desde La Prensa Libre en formato de papel, posteriormente en su formato digital, luego en el Periódicocr.com y los últimos años desde www.elpais.cr, si mantenemos los ojos cerrados nos quedaremos sin país. Pues parece que está sucediendo en realidad, nos fuimos quedando ciegos, un deseo vehemente de no querer ver “nuestra realidad”.
Los últimos treinta años, a partir del año 1990, las comodidades de algunos grupos de presión, se pusieron por encima del bien común. Aumentos salariales exagerados en el sector público, feria y óleo de pensiones de lujo, licitaciones millonarias con nombres y apellidos, subasta de residencias y nacionalización, apertura de las puertas a personas desde los regímenes totalitarios, sin previa investigación de sus antecedentes. Pude ver en una sucursal bancaria a un italiano ofendiendo a dos agentes de seguridad, cuando estos lo iban a poner donde correspondía: la calle, una mujer a gritos se interpuso aduciendo que Costa Rica es libre, me quedé impávido porque sabía que alguien lo haría, fue esa mujer y el italiano quedó dueño de la situación.
Decía don Rogelio Coto, un excelente narrador de historias de Cartago a través de un programa dominical de Radio Rumbo de Cartago, que en el siglo XIX cualquier europeo llegaba a Cartago y pasaba haciendo estragos, como si nada. Bastaba que fuera blanco lechoso, como les llamamos en Naranjo, para que quedara impune. Los costarricenses hemos sido muy proclives a confundir la gordura con la hinchazón, la camaradería con la amistad, la simpatía con un flirteo, la camisa de marca como signo de clase, el carro como símbolo de estatus. Entonces, aparecieron unos políticos que veían cada vez más difícil engañar al electorado: ya la maquinita de coser y la vaquita de don Pepe no alcanzaban. Entonces, si, entonces aparecieron las pensiones de lujo y los mega salarios, fueron creando la mayor mentira de nuestro país, que éramos un país rico. De pronto pareció que todo mundo en este país olvidado de la España peninsular era rico, cosa aprovechada por los políticos para hacer y deshacer, la gente se apartó de votar (mayoritariamente) y dejó sueltos a los lobos (amenaza de combo ICE, uno de los peores de los primeros asaltos al paraíso), ya esos empresarios políticos se trataban como iguales con los empresarios tradicionales, negociando todo a manos llenas. Mientras eso sucedía, entre viajes internacionales a granel y asistencia a los centros comerciales como si fueran ferias del chinchibí en Alajuelita mi cantón, cantón, cantón…, se convino un pacto no escrito: “tú me das y yo me callo, yo me callo y tú has tus negocios”. Cerramos los ojos ante la realidad y quisimos vivir como un pueblo millonario. Los últimos cuatro gobiernos fueron exagerados en todo tipo de desatinos con dinero estatal, empezando con Óscar Arias. Este último había creado la Sala IV para darle un blindaje a esos desatinos, se había asegurado que a pesar de la no reelección, él regresaría al poder.
Entonces, nos vimos ante un país plagado de desigualdades, lleno triquiñuelas incompatibles con la realidad económica nuestra, donde lo único importante era agarrar el pedazo de pastel y largarse para que otros llegaran, ya regresarían otra vez por más. Mientras pudiéramos ir a tomarnos un selfie con un camello, pirámides de fondo, que siga el entierro. Fuimos Jauja, nos quedamos ciegos, no veíamos nada hasta que la cobija no alcanzó y llegó el Covid19, ahí se comenzó a buscar salida, el gobierno en medio del desorden creado a raíz de la Pandemia, buscó dinero de dónde fuera, para enfrentar la crisis financiera con solvencia y poder pasear en tren doña Claudia. Es evidente que políticos viejos y mañosos, montaron un circo electoral para echarle el muerto a otros desconocidos y ajenos a sus partidos, lo consiguieron al menos para las mayorías, pero esto aún no termina.
Hoy, con todo este burumbum de los bloqueos, con razón o sin ella, ya nadie sabe quién es quién, dos políticos desfasados y atípicos han pretendido ser “los mesías”, se han auto autorizado a dirigir este inmenso movimiento popular acéfalo, desde luego que la delincuencia se cuela en esos tumultos, eso es de esperar aunque la mayoría sean personas humildes con grandes necesidades y con una sensación de total abandono. La terquedad y ceguera del Presidente y sus adlateres son ya legendarias, solo Solís que llevaba la batuta de peor presidente había sido alcanzado por el presidente actual, posiblemente ebrios ambos de poder por un resultado (ambos) electoral que no se corresponde con la realidad, fueron más bien fruto de sacada de clavo de los electores, primero contra Johnny y luego contra Fabricio.
No estoy de acuerdo con los movimientos violentos en carreteras o donde sea, pero las mayorías no encontraron otra salida. ¿Falta de credibilidad del ejecutivo? Creo qué hay mucho de esto, más quizá de lo que algunos pretenden.
Veo como una excelente oportunidad, el buen gesto del Presidente de la Corte Suprema de Justicia y del señor Presidente de la Asamblea Legislativa, queriendo reunirse con el Presidente Alvarado.
Pero…no volvamos a cerrar los ojos, nuestra situación económica, social y sanitaria es muy peligrosa. Nos llevará años la recuperación del país, aunque estoy seguro que saldremos adelante.
(*) Dr. Rogelio Arce Barrantes es Médico.

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1 COMENTARIO

  1. Don Rogelio, en que encuesta se basa usted para decir que las mayorías están de acuerdo con las manifestaciones?, o acaso es usted otro de esos que se atribuye la voz del pueblo a voluntad?.

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