jueves 28, marzo 2024
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Hacia la incultura y la estulticia generalizadas

En un país donde la subcultura del reggeaton y las croquetas para gatos (traídas a cuento por un diputado no precisamente poseedor de una gran ilustración) tienden a ocupar el primer plano de la atención de muchas gentes, no debe sorprendernos en modo alguno, el recorte presupuestario de los recursos que estaban destinados al área de la cultura para el año 2021, incluso con independencia de los criterios que tengamos sobre esas asignaciones presupuestarias, todo esto es apenas una de las muestras de la culminación de un largo proceso de mediatización y minimización de la cultura, no sólo dentro del Estado sino también en la cada vez más mediocre clase política y aún hacia el interior de la llamada “sociedad civil”. Hace apenas una década cerró, o más bien quebró “La Casa de las Revistas”, una empresa que cumplía una labor cultural muy importante en este país, sin que se oyera ninguna inquietud dentro de la sociedad costarricense, mientras que apenas poco tiempo atrás cuando se discutió la inversión para proteger contra incendios o otros desastres al Teatro Nacional, las voces discordantes de numerosos diputados esta nefasta legislatura intentaron negarle recursos a un proyecto tan importante, sobre todo en una ciudad como San José, convertida en una de las capitales más horribles de América Latina, donde ya se perdió la mayor parte del patrimonio arquitectónico de cierta relevancia histórica, dada la ignorancia y la torpeza de las autoridades nacionales, y también municipales de la ciudad.

Como resultado de todo lo anterior, mientras nos encontramos sumidos una crisis fiscal artificiosa y falsa de toda falsedad, generada por los grandes evasores y elusores del pago de impuestos, quienes astutamente compraron los bonos de la deuda interna que el estado debió emitir para cubrir el dinero faltante, a lo largo de las últimas dos décadas, cosa para la que no alegaron cero ganancias como en el caso del pago de los tributos, llevándonos al chantaje de los altos intereses de esa deuda originada por ellos mismos,  para exigir -de ahí en adelante-el desmantelamiento del estado y las instituciones más importantes, que son patrimonio de todo el pueblo, además del recorte de los presupuestos de salud, educación y cultura que son esenciales para mejorar el bienestar de las grandes mayorías populares, lo que se traduce en el desmejoramiento de todos esos servicios, y el campo específico de la cultura pone en peligro el funcionamiento la Orquesta Sinfónica Nacional, que está a punto de cumplir su ochenta aniversario de servir a la cultura nacional, también las orquestas sinfónicas juveniles, los programas de educación musical intensiva en muchas escuelas del país, las acciones educativas y culturales del Sistema Nacional de Bibliotecas públicas del país, los programas de danza y de teatro juntos con muchos otros que ven comprometida su existencia, con lo que estas élite incultas y violentas no sólo continúan saqueando al país, sino que se preparan para sumirnos en la incultura y la estulticia más profundas, con el propósito no siempre oculto de obtener una mano de obra inculta y sumisa, para que no se enfrente a sus acciones depredadoras.

Sucede que, en el microcosmos cultural de este cambio de siglo, un universo empequeñecido donde la mayoría de las gentes pasan sumergidas en las pantallas de sus aparatitos electrónicos, con sus lecturas apresuradas por no decir que “instantáneas”, acerca de todo lo  humano y lo divino, en una época en que la comprensión profunda de lo que está ocurriendo, más allá de las apariencias fenoménicas, es ya cercana a cero con su imparable descenso que incluso alcanzó ya una escala descendente, propia de los signos negativos de un cosmos algebraico, o de la escala del cero absoluto de Kelvin en la física, y dentro de los términos del devastador ascenso de la insignificancia, de la que nos hablaba con cierta vehemencia, el filósofo y sociólogo griego-francés Cornelius Castoriadis (1922-1927) durante los últimos años del siglo anterior, dado que “ Existe una temible capacidad de la sociedad actual para ahogar toda divergencia verdadera, sea acallándola, sea convirtiéndola en un fenómeno más, comercializado como los demás” (Castoriadis, 1998, página 89) con el agravante de que “El conjunto es instrumentalizado, utilizado por un sistema que es el mismo anónimo. Todo esto no es el resultado de la acción de un dictador, de un puñado de grandes capitalistas o de un grupo de formadores de opinión, se trata de una inmensa tendencia socio-histórica que se mueve en esta dirección y que se hace que todo se torne insignificante. La televisión ofrece evidentemente el mejor ejemplo: por el hecho de ocupar el centro de la actualidad durante veinticuatro horas, una cosa se vuelve insignificante y deja de existir pasado ese tiempo, porque se ha hallado o porque hay que hallar otra que ocupe su lugar. Culto a lo efímero que exige al mismo tiempo una contracción extrema, lo que en la televisión americana recibe el nombre de ATTENTION SPAN, la duración útil de la atención de un espectador, era de diez minutos hace aún algunos años, para caer gradualmente a cinco minutos, a un minuto y hoy a diez segundos( al finalizar el siglo XX).El SPOT televisivo de diez segundos es considerado como el medio más eficaz (Castoriadis, ibid, pág 90) con lo que “, es lo único que el espectador es capaz de asimilar” (Ibidem).

Es de ahí, de esa creciente insignificancia, de donde viene esa especie de surmenage (fr) o agotamiento cultural en el que está sumida la mayor parte de la humanidad, que es una población que deviene incapaz de distinguir lo esencial de lo puramente accesorio. Mientras tanto en nuestro país, y en la mayor parte de la región, se despliega el modelo de la dictadura neoliberal en democracia para ablandar a quienes se resistan a coquetear con las profundidades del abismo al que nos quieren llevar, empleando para ello formas más o menos violentas, según cada caso, oscilando entre la violencia simbólica, a través de los grandes medios o de las redes sociales y la más feroz represión policial, una vez llegado el caso de requerirlo. La democracia y la cultura son asuntos que les estorban, cada vez más, a estas poco ilustradas y codiciosas élites del poder.

(*) Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense.

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6 COMENTARIOS

  1. Aqui ya lo vemos con la investigacion al Licenciado Gerardo Corrales de Paraiso de Cartago, en que la UPAD,la Gestapo del Gobierno, le hace cargos de enriquecimiento ilicito con la complicidad de Tributacion Directa.
    Es Rogelio, como bien usted dice el estado atacando a los ciudadanos indefensos,por protestar y llevar la contraria ante tantos desmanes.
    El estado se sobrepaso en los pluses y gollerias.En el Magisterio es impresionante las cosas que se ven . Usted bien las sabe.

  2. Buen comentario; a esta última frase,»La democracia y la cultura son asuntos que les estorban, cada vez más, a estas poco ilustradas y codiciosas élites del poder».Yo le agregaría, «enfermos de avaricia y poder». Ponen sobre el altar, un papel moneda ($) con un valor virtual enquistado en nuestras mentes, con solamente un respaldo de un gran aparato militar; fuera de allí, no tiene valor alguno.

  3. Bueno don Rogelio el deficit fiscal es de 2 billones de colones ,lamentablemente el Estado debe de recortar gastos , no se puede gastar lo que no se tiene . Hay personas con mayores privilegios que otros en esta sociedad , por ejemplo mi pension es de 251.548.20 y en Facebook se menciona que su pension es de las llamadas pensiones de lujo , es cierto de que su pension es de 5.120.534.30 ?

  4. Don Héctor Orozco, que pena me da el que usted haya perdido la sana costumbre de la lectura cuidadosa de los textos a profundidad. Si lo hubiera leído se daría cuenta que si bien el déficit fiscal es de 2 billones de colones, como usted afirma, la evasión y la elusión fiscales junto con los altos intereses de la deuda interna( en manos de los mismos evasores) andan por el orden de los 9 billones de colones. Se están robando y desmantelando el país delante de nuestros ojos y nos negamos a que la verdad nos haga libres, ¡que pena!. En cuanto a mi famosa pensión de cinco millones, viera que para consuelo suyo no recibo ni la quinta parte de ese monto tan atractivo, lo más probable es que usted al igual que yo sea un adulto mayor y lo más triste del caso, es que podemos terminar como nuestros homólogos de Chile y Argentina pidiendo con un tarrito por la calle. Que vivan la Pepa y el saqueo ve voj.

  5. Del doctor Óscar Aguilar Bulgarelli: «Estos apocalípticos diputados, dignos representantes de la mediocridad que nos gobierna en términos generales, le han hecho un daño tan grande al país, que no creo sean capaces de dimensionarlo. Aquello no fue como entrar machete en mano a limpiar un lote y hacer un hueco en Crucitas; no, qué va!, fue llegar montados en los tractores de la destrucción pues, sin pensarlo destruyeron con la potencia política de su dedo cosas fundamentales como: la Orquesta Sinfónica Nacional y Juvenil, la educación que reciben centenares de niños con las becas que eliminaron, el trabajo del Teatro Popular Melico Salazar ( a lo mejor les molesta lo de “popular” y no saben quién fue Melico); el Colegio Costa Rica y sus importantes proyectos productivos, la Biblioteca Nacional en su cincuentenario edificio cerrará sus puertas y muchas otras del sistema de bibliotecas públicas. También el Archivo Nacional al que no van ni conocen estoy seguro, aunque haya abogados que deben dejar el protocolo después de cartular buenos negocios. Cerraron las Academias de Historia y Geografía, de la Lengua y la de Genealogía, también apuesto que no tienen la menos idea del valor científico de todas y menos la de Genealogía.
    Pero me revienta el alma ver que corre peligro el SINART, ante un posible cierre técnico. Desde que lo creamos ha sido pieza apetecida por los grandes medios, especialmente La NaziOn, que ha luchado en varias ocasiones por dejarse sus frecuencias. No tienen idea del daño irreparable que le hacen. Si bien su presupuesto es auto generado en un 75%, el aporte del Estado es fundamental en el 25% restante, como siempre lo ha sido. Pero además, no puede ser visto como una empresa productora de tele/radio basura barata como otros medios privados, que lo que hacen es “privar” precisamente al costarricense, de una adecuada información y formación.»

  6. Caballero, con todo respeto, al redactar, por favor use oraciones más cortas, muchísimo más cortas. Así será más clara la idea que busca transmitir.

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