Según fuentes oficiales, en Zabarmari los extremistas dieron muerte a 43 aldeanos que laboraban en los arrozales, aunque la ONU en un primer momento se refirió a 110.
Mientras que en un video de tres minutos el jefe de Boko Haram, Abubakar Shekau, confirmó la responsabilidad de su secta en el asesinato de los agricultores en la localidad norteña, y cifró en 78 los labriegos muertos; según dijo eso fue porque arrestaron y entregaron a uno de sus hermanos al ejército nigeriano.
Shekau también amenazó con ocuparse de quienes den información sobre su facción a las fuerzas de seguridad y advirtió que quienes arresten a sus miembros y ofrezcan datos de Inteligencia sobre las actividades del grupo a los militares ‘enfrentarían la misma suerte si no desisten de hacerlo’
Por su parte, el coordinador humanitario Kallon expresó que la masacre perpetrada por la secta terrorista ‘fue un acto de completa inhumanidad y crueldad abyecta’ y sostuvo que ‘los autores de este acto odioso y sin sentido deben ser llevados ante la justicia’.
El funcionario de ONU añadió que también hay personas desaparecidas, incluidas mujeres, que se cree secuestraron los extremistas.
Conforme con medios de prensa, durante su visita se reunió con el gobernador de Borno, Babagana Umara Zulum, así como de otros estados de la región septentrional y subrayó la coincidencia de que estabilizar y desarrollar el nordeste es importante para todo el país y clave para la región del lago Chad. ‘La situación en el nordeste es la de una crisis compleja, con una emergencia humanitaria y, en los últimos meses, los desafíos sin precedentes debido a la pandemia de Covid-19 y sus consecuencias en la economía y el tejido social’, añadió y acotó que las acciones a implementar ‘van más allá de la respuesta de seguridad’ en términos militares.