Según la FGR, cuando El Salvador entró en emergencia nacional y fue decretada una cuarentena domiciliaria obligatoria ante la amenaza de la Covid-19, las denuncias de extorsiones bajaron significativamente respecto a 2019.
A medida que se reactivó la economía, las pandillas retomaron las cuotas de antaño, pues durante la pandemia igual cobraron, aunque menos, de acuerdo con las autoridades de esta nación centroamericana. ‘Tuvieron una disminución y al abrir la economía, la extorsión resurgió tanto en la denuncia como en exigencia’, explicó Alfredo Quijano, jefe de la Unidad Antiextorsión de la FGR.
La administración del presidente Nayib Bukele destaca entre sus logros en materia de seguridad la reducción en los homicidios, pero el control de las pandillas en los territorios aún es elevado, según las investigaciones.