Una fuente policial consultada por el portal El Salvador Times recalcó que este problema es propiciado por las tareas propias del oficio, con la amenaza constante de las estructuras criminales, y la tensión en el entorno laboral.
‘Todos estos factores son consecuencias demoledoras en la salud mental del policía. Esos episodios son repetitivos y constantes. Eso genera cansancio, ansiedad y abuso de alcohol’, dijo la fuente al referido medio.
Muchas veces los problemas del trabajo, como los horarios extenuantes de trabajo y la nula o escasa comunicación con el jefe inmediato, son llevados al hogar y desahogados en forma de violencia física y psicológica.
‘Se ha establecido que la profesión policial tiene elevados parámetros de frustración, todo eso conlleva que el policía tenga un alto consumo de alcohol o que llegue hasta el suicidio’, agrega el texto.
Amén de ello, en las fuerzas policiales abundan los casos de enfermedades como hipertensión arterial, diabetes, insuficiencia renal, ansiedad y cuadros depresivos, que generan pensamientos autodestructivos.