viernes 19, abril 2024
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De la <> y sus múltiples vidas.

El FMLN sucumbió a los placeres y privilegios de lo que significa estar y ser en un gobierno propio en un Estado burgués, responsabilidad que comparte con ARENA y el resto del espectro político. En estos menesteres ninguna tierra es santa.

No es suficiente la sencilla aritmética para entender los alcances de lo ocurrido.  Se impone, además, una revaloración de la <<democracia>> en su praxis y como espectro ideológico, pues su ethos es la vértebra del discurso político en casi todo el mundo y del Occidente en particular.

La <<democracia>> parece fracasada en tierras pobres y en otras no tan pobres; y parece más o menos flotar en tierras pudientes.  Pero en ninguna parte vibra ni sorprende con novedosas luces como cuando nació su versión moderna.

La <<democracia>> no nació neutra, incolora e indiferente a las clases y a la explotación económica; fue el pensamiento de comerciantes, artesanos, campesinos y hasta del bajo clero, en fin, del Tercer Estado, lo que trajo al suelo el Ancien Régime.

La <<democracia>> en sus albores no precisó de máscaras ni quiso vendas en sus ojos.  Con el tiempo fue infiltrada y cooptada por intereses de clase opuestos a los intereses humanitarios y de clase con los que nació.  Ahí se gestó el magnífico  título de ciudadano.

Luego, ella (la <<democracia>>) hasta se hizo amable con las monarquías, el colonialismo, las guerras mundiales y las razones de imperio. Por ella hablaron Churchill y De Gaulle. Decoró sus catedrales con elocuentes odas a la libertad, a la división de poderes, a los derechos humanos, a la dignidad humana, a la par que surgían democracias de primer mundo, de segundo, de tercero y hasta de cuarto. Pompas y liturgias se crearon, también obispos y cardenales.

No es cierto que hoy el Vaticano sea el mayor productor de dogmas y sufrimiento; tampoco lo es Dios, sino el Estado, convertido en nuestro gendarme. 

Yo, personalmente, como otros en Costa Rica, minoría entre la plebe,  debemos al<estado democrático>>, a sus últimos retoños y reminiscencias aromáticas, el poder habitar cárceles de lujo. No es un asunto que yo desprecie. Porque para mí el valor político supremo es el de la <<libertad>> y no precisamente el de la <<democracia>>, damas que no siempre andan de la mano con la frecuencia debida.

En este mundo asfixiante de hoy la <<democracia>> ya no tiene el arrebatador y lozano rostro de antaño; lo que ve frente al espejo son sus destempladas arrugas, su fría mirada, una piel seca y una mueca tosca.

La <<democracia>> le ha incumplido al mundo -a unos más que a otros- sus promesas de solidaridad y prosperidad. Pero no confundan.  No es que no celebre las estrofas poéticas y odiseas de la <<democracia>> que todavía invoco al amanecer y antes de abrazar el sueño; no, a la <<democracia>> la tengo presente en mis oraciones para que se libre de sus monaguillos, obispos y cardenales.  Sépase que esta <<democracia>> de hoy no es el fin de la historia.

Si la república es una forma de gobierno (presidencialista o parlamentaria) y la democracia el poder de la mayoría, la manera en que los <<electores eligen>> (sea por voto directo o por representación), conforme a la teoría clásica, lo cierto es que esta ecuación deviene irrelevante frente a la tesis de la <<democracia en agonía>>.Tanto en la democracia como en la república la tiranía puede constituirse, corrompiendo así los fines de ambas. La república cristaliza las <<las instituciones, la institucionalidad>> para formar un muro de contención en contra la tiranía de las mayorías, pero nada garantiza la incorruptibilidad de esa misma institucionalidad cuando enfrenta hasta de muerte las aspiraciones democráticas de la mayoría. El equilibrio entre democracia y república dependerá subjetivamente de la honradez de los electores y los elegidos.  Cuando hablo de <<democracia>> lo hago en el contexto costarricense porque presupone una república y un sistema presidencialista como en el resto de Centroamérica. En esta materia nada está escrito en piedra. Sea la legislación en derecho humanos lo más cercano a una <<ley divina>>.

No malinterpreten.  Ruego que me lean bien.  No abjuro de la cuna donde nació la <<democracia>>.  Lo que digo es que ella ha de nacer de nuevo como encarnación de las mejores virtudes humanas: fiel a la libertad y la justicia. La causa de la libertad mucho ha avanzado y mucho también retrocede porque la <<democracia>> no siempre la ha acompañado.

La <<democracia real>> va muriendo y requerimos el análisis de sus autopsias  Resucitar cadáveres a punta de mantras puede ser efectivo en el corto plazo pero poco contribuye a la verdad real de cómo describir su descomposición.  Necesitamos de su exhausto ADN las pruebas de su esclerosis múltiple.

La trampa es considerar que la <<democracia>> se decreta con <<elecciones libres y separación de poderes>>. Esto es insuficiente.  El cuento es más largo y tiene más capítulos.  En hacer esta radiografía residirá el mérito intelectual que conduzca a la posibilidad de una nueva democracia.  La historia siempre fluye en busca de nuevos significados, en realidades de tiempo y espacio siempre cambiantes.

Los que adrede hilamos fino buscamos, sin duda, acometer una <<revolución democrática de la democracia>>, porque no solo queremos entender lo que <<es>>, pero también proponer lo que <<debe ser>>. 

Esta es mi invitación: a revisar la teoría democrática, su praxis y las posibilidades de su reformulación.  Es una tarea que los jóvenes intelectuales no deben posponer.  El trabajo intelectual está urgido de mucha creación, novedad y determinación. Hay que hacer trizas la cacofonía de los discursos autoritarios y los democráticos de  anquilosado cuño. Quizá -para que quien quiera y pueda- lo de El Salvador sirva de pizarrón.

A los jóvenes: 

La gente de mi generación está intelectualmente cansada -especialmente si es de izquierda- como para emprender esta tarea.  Psicológicamente no está preparada para subvertir conceptos y modelos a los que se acostumbraron (esos discursos hoy tristes, reiterados, plomizos, monocordes, de inservible academia, lira que sin ella los viejos caerían en pánico existencial); entonces, toca a la intelectualidad joven y rebelde posicionarse ante este desafío analítico que implica revisar oráculos, templos y santos. ¡Llegó la hora de desmitificar tanta costumbre, tanto tabú y tanto miedo! 

Se entiende, los viejos de hoy tienen derecho a morir en paz sin importunarlos con tanta duda. Ya trabajaron y cosecharon.  Ahora la faena es de ustedes mismos y llegará el día en que ustedes la pasen a otra generación. ¡Es ley de la vida!

(*) Allen Pérez es Abogado

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6 COMENTARIOS

  1. Está claro que la gente no quiere a la izquierda, no ha sido por falta de opciones que no han logrado gobernar, la única forma que lo ha logrado la izquierda a nivel internacional es con golpes de Estado y violencia, lo mismo que la izquierda tica, está siguiendo la misma retórica, por poco se le sale de las manos a las autoridades con los actos terroristas de hace unos meses, por dicha lo lograron contener.

  2. ¿De cual «gente» estará hablando este señor?, quien como de costumbre no leyó el artículo y aprovecha estos espacios para lanzar una sarta de disparates acerca de presuntos actos terroristas, ejecutados al parecer por la izquierda lo que es una desmesura, cuando no una descarada mentira. Me apena con mi amigo Allen Pérez, quien como de costumbre ha escrito un excelente artículo reflexionando sobre los avatares de de la democracia desde su nacimiento en tiempos ya muy lejanos, un tipo de democracia secuestrada por los plutócratas que la vaciaron de su esencia justiciera. Su llamado de atención a la vieja izquierda, una que juega de serlo, tal vez para impedir que surja una verdadera, es aleccionador, y respetando a los que se refugian en viejos dogmas, nos dice acertadamente que serán las nuevas generaciones las que tendrán la palabra. Esa izquierda que va a ser «terrorista», su dogmatismo y mediocridad lo que dan es terror, por no decir risa o pena…pero no como la de los gitanos que van por el monte solos, esa de la que nos hablaba el poeta Federico García Lorca.

  3. Como bien me dijiste Allen, el concepto o la noción de democracia ha sido tan manoseado y tergiversado que a veces ya no sabemos de que se está hablando cuando se invoca. En el caso salvadoreño, los viejos políticos de la derecha arenera y de la izquierda del FMLN no entendieron nada de lo que estaba pasando, de lo que se venía incubando, los arrasó la rueda de la historia. ¿Estarán reflexionando siquiera sobre lo que pasó y las causas que produjeron el ascenso de Bukele?

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