viernes 19, abril 2024
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La geopolítica regional y los extravíos de alguna gente

Dando una muestra de sensatez, de sentido de lo que es la realpolitik (muchos imaginaron repúblicas y principados que jamás existieron, como decía Nicolás de Maquiavelo) y hasta de lo que es el instinto de conservación, la señora Keiko Fujimori, la candidata presidencial de la ultraderecha peruana ha dicho, hace pocas horas, mientras lleva adelante sus planes para deslegitimar el triunfo electoral del profesor Pedro Castillo (y de ser posible impedir también su proclamación), que el Perú es una nación importante y decisiva en términos de la geopolítica y la geoestrategia político-militar del Pacífico sudamericano, un territorio que hay que controlar: Es así como Keiko Fujimori, a medida que se le van cayendo sus falsas denuncias de fraude ante los organismos electorales, dice que su lucha no es sólo contra Pedro Castillo y Perú Libre, sino contra la izquierda internacional y el mentado “comunismo” de los que ella, siempre tan democrática y tan generosa, quiere  proteger al Perú, cueste lo que cueste.

Es por eso que sus personeros han continuado haciendo falsas denuncias de fraude electoral, y pidiendo la anulación de actas electorales, para retrasar la proclamación del nuevo presidente y mientras tanto -por así decirlo- se preparan, de manera sigilosa, para introducir reformas constitucionales en el parlamento que controlan, pues con ellas harán imposible la tarea del nuevo gobierno, al que esperaban derribar o “bancar” como se acostumbra a decir en ese país, si es que este llega a instalarse el próximo 28 de julio. De previo, al igual que hicieron con Alan García, Alejandro Toledo, Ollanta Humala, y el mismo Alberto Fujimori, en 1990, la oligarquía llamará al profesor Pedro Castillo para imponerle su hoja de ruta, diciéndole lo que tendrá que hacer en su mandato de cinco años. Ya hemos visto como terminaron esos presidentes peruanos tan obedientes al establishment.

Mientras esto sucede, en las latitudes que están al sur de la línea ecuatorial, en el paralelo diez norte de esa demarcación geográfica, tan imaginaria como esencial, buena parte de la izquierda local apuesta por la sustitución del gobierno de Nicaragua(según algunos de sus voceros Daniel Ortega parece ser el único dictador que existe en la región, es el abominable dictador), para poner en su lugar a otro gobernante o “dictador” más dócil a los EEUU, con la ingenua creencia de que así van a restablecer los principios originarios de aquella revolución sandinista que el viento se llevó, al igual que la llevada cabo por los liberales nicaragüenses en 1893.

Desconociendo la geopolítica, dentro de lo constituye un dato imposible de ignorar la izquierda, no puede so pena de cometer un suicidio, adoptar la agenda geopolítica de Washington y de Luis Almagro, el secretario general de la OEA, quien ya ha pedido para el día martes 15 de junio, una sesión del organismo para sancionar al gobierno de Nicaragua, todo ello mientras el gobierno de Bolivia ha instruido a su nuevo embajador ante la OEA para que pida la destitución de Luis Almagro de su alto cargo regional, dada su intervención decisiva en el golpe de estado de noviembre de 2019, con el que el derrocaron al entonces presidente boliviano Evo Morales Ayma, bajo falsas acusaciones de fraude electoral. Por este camino, los líderes y voceros de cierta izquierda regional terminarán pidiendo la libertad de la golpista  Jeanine Áñez, a pesar de los crímenes de lesa humanidad que ésta llevó a cabo, durante los once meses que duró su “mandato”.

Con independencia de lo que pensemos del gobierno de Nicaragua, de sí nos agrada o no, nos parece que aquí hay algo que no cuadra, las cuentas no cierran, pues como dice un viejo dicho por ahí: aquí hay gato encerrado, una sospecha que aumenta cuando observamos el silencio de alguna gente frente a la sanguinaria represión que lleva a cabo el régimen uribista contra el pueblo colombiano. La señora Keiko Fujimori nos demuestra que sabe en lo que está, no hay duda que tiene un agudo sentido de la geopolítica y de la oportunidad, algo de lo que parece carecer buena parte de la izquierda regional. La gran pregunta sigue siendo: ¿Qué es lo que está en juego en nuestra área continental, vista como todo?

(*) Rogelio Cedeño Castro es sociólogo y escritor

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4 COMENTARIOS

  1. Todo esto no anda muy claro, hay demasiados grises y sombras no es el asunto, la realidad se nos hace casi imposible de captar si no le entramos al análisis de algunas paradojas que van mucho más allá del sentido común. La izquierda de estos lados no entiende casi nada de lo que está pasando en el sur, como sus voceros carecen de una visión de lo total, por eso se preocupan de Nicaragua mientras ignoran como la derecha está a punto de robarse las elecciones en Perú, tenemos 600 presos políticos en Chile, de Colombia no dicen casi nada y sigue la masacre, mientras en Honduras los cachurecos preparan un nuevo fraude electoral. Tenemos que ser parejos, estoy de acuerdo en que todos los casos haya debido proceso. Parece que el diario La Nación le da las pautas a la izquierda light de Costa Rica. Con razón el año pasado no apoyaron a Celimo y a Rescate Nacional.

  2. Muchos se han quedado mudos con este texto de mi autoría ¿será acaso que no lo entendieron? Extrañas agendas las de la izquierda en la América Central, ni siquiera se cuidan de distanciarse de unos políticos financiados por la USA AID, según denuncias del gobierno nicaragüense. Les falta hilar un poco más fino, esta no es sólo una pelea entre malos y buenos, ni siquiera entro a considerar ese tipo de valoraciones.Me preocupa su notoria ignorancia y/ indiferencia sobre lo que está pasando en Colombia, Chile, Bolivia y Perú.

  3. De la edición de EL NUEVO DIARIO de Managua, Nicaragua, del domingo 17 de julio de 2011. Página 4A.
    El historiador Miguel Ayerdis, doctor en Historia e investigador de la Universidad Centroamericana UCA
    NICARAGUA: DOS REVOLUCIONES QUE EL VIENTO SE LLEVÓ…
    Leyla Jarquín ¿Qué estaba pasando en el país cuando se dieron la Revolución Liberal y la Revolución Sandinista?.
    Miguel Ayerdis…Cuando se usa el término de revolución se habla de ruptura y los contextos de revolución siempre implican que hay crisis, política por lo general, pero su base radica en problemas de acceso a algún tipo de servicio, de derechos, de mejoramiento de las formas de vida de la población.
    En el caso de la Revolución Liberal de 1893 algunos han dicho que no hubo mucha ruptura, pero el cambio de régimen implicó una crisis de paradigmas, que tenía que ver con enfoques alrededor del tipo de Estado que se quería, y si revisamos los postulados de la Revolución Liberal de 1893, fue una revolución que abrió espacios de participación ciudadana, se debatió mucho alrededor de los códigos de trabajo, se amplió la educación, se amplió la participación de sectores emergentes como los artesanos y sectores medios, se les dio bastante énfasis a los productores de café.
    La Revolución Sandinista se da en otro contexto, donde el país ha evolucionado más desde el punto de vista institucional y productivo, no obstante, la revolución se da por una serie de contradicciones que hay desde el punto de vista estructural, fundamentalmente de participación ciudadana o de acceso a la educación, a la salud, además de que hay toda una política corrupta y prebendaria en cuanto a las prácticas políticas del régimen dinástico. Entonces, ahí hubo una ruptura, la mayor parte de los sectores sociales, económicos y políticos, desde los pobres hasta la clase media, se levantaron en su mayoría contra el régimen. (A este historiador se le olvidó mencionar la intervención estadounidense en la evaporación o liquidación de ambos procesos. Nicaragua carece de autonomía política, la oposición restauradora siempre espera la ayuda de Washington).

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