jueves 25, abril 2024
spot_img

Las universidades públicas son necesarias para los menos favorecidos

Comienzo con esta columna una serie de planteamientos en relación con aspectos relacionados con la universidad pública en la sociedad costarricense. He decidido entrarle a este tema debido a las manifestaciones de diferente tipo que algunas columnas han generado en el pasado reciente y lejano, es decir, lo que se pretende es reflexionar en relación con diferentes aspectos que involucran a estas instituciones y la forma en que se ha venido percibiendo su quehacer en nuestra sociedad.

Es un hecho que hay personas de diferentes estratos sociales con una percepción especialmente negativa de estas instituciones. Lo anterior se evidencia en manifestaciones realizadas en medios de comunicación (televisión, radio, prensa escrita), en lo que se lee en las redes sociales e incluso en las conversaciones que se dan en los más diversos lugares de la geografía nacional; en no pocas ocasiones, se trata de lugares comunes que se repiten sin cesar y a partir de la ausencia de una reflexión con información correcta de las universidades públicas.

No está demás decir que este tipo de situaciones surgen con mayor intensidad en períodos de crisis económicas y políticas. Usualmente cuando los Estados presentan problemas con las finanzas públicas se cuestiona el financiamiento que se le brinda a estas instituciones de educación superior; no obstante, otra motivación es cuando se quiere controlar los espacios de disenso de las sociedades, especialmente, cuando los regímenes políticos comienzan a migrar a un funcionamiento más vertical.

También el cuestionamiento a la educación superior pública surge cuando la humanidad o los Estados particulares están en una época de decadencia. El pensamiento crítico tiene su principal fuente en las universidades y fundamentalmente en las públicas, el desarrollo cultural encuentra allí terreno fértil para las diferentes artes y materias que las personas decadentes consideran superfluas y que no merecen ser objeto de financiamiento de ningún tipo y menos en tiempos de crisis.

Lo más terrible de estos procesos es observar que muchos de los beneficiarios de las universidades públicas se terminan convirtiendo en sus principales detractores. Empezando por los propios medios de comunicación que constantemente acuden a las universidades públicas para realizar diferentes informaciones, entrevistar a especialistas y en general dar conocer aspectos técnicos de diferentes fenómenos que impactan a la sociedad costarricense; asimismo, en la lista habría que incluir a empresas, comunidades e individuos que han tenido movilidad social con base en la formación que han tenido en estos centros de educación superior.

El acceso a la educación superior es un anhelo histórico para hombres y mujeres a lo largo de la historia. Diferentes filtros han marcado y limitado el deseo de estudiar, el principal ha sido la condición económica de las personas y el segundo más importante lo fue el género; en efecto, desde el inicio solo las personas con una buena posición económica accedían a la universidad, ella podía devenir del vínculo con la realeza, con el clero o con los comerciantes, en cualquiera de los casos, se debía ser hombre y ello imperó hasta el propio siglo XX, salvo excepciones.

El surgimiento de la universidad pública tuvo como principal objetivo eliminar el filtro económico para su acceso. Al igual que en la actualidad, se pretendía que el hombre con capacidades intelectuales pudiera estudiar con independencia de su condición socioeconómica; por el contrario, el filtro del género tuvo que esperar para ser eliminado, ya que las mujeres con una condición económica limitada accedieron a la educación superior con posterioridad.

En síntesis, al igual que sucede con la educación primaria y secundaria, la educación superior pública ha permitido que diferentes personas accedan a la misma con independencia de su condición socioeconómica. Anteriormente, solo aquellos que podían pagar tutores privados accedían a la educación básica y elemental, lo mismo ocurría con la educación universitaria; por ello, una primera idea que debemos tener presente es que sin las universidades públicas la posibilidad de estudiar para los menos favorecidos, prácticamente desaparece.

Esperamos comentarios de los más diversos en relación con estas columnas. Las mismas no necesariamente serán continuas, pero sí tratará de poner los puntos sobre las íes en relación con una serie de ideas que existen en el imaginario colectivo costarricense.

(*) Andi Mirom es Filósofo

andimirom@gmail.com

columnapoliedrica.blogspot.com

Noticias de Interés

4 COMENTARIOS

  1. Las universidades publicas son necesarias para los menos favorecidos, es una gran verdad.Por ello el enfasis de las finanzas de las universidades deben orientarse hacia los estudiantes.Ofrecer carreras que tengan demanda,horarios flexibles para los que trabajan y estudian,sobretodo para aquellos de menores recursos y de regiones fuera de la GAM.Hay mucho por hacer,siendo la principal el cambio del satus-quo actual.

  2. Es una gran verdad . Gracias al enfoque social de la UCR, muchas personas de escasos recursos económicos han logrado sacar una profesión. Solo hay un problemita , que quienes aaceden a una educacion de calidad , a muy bajo costo, son en una buena mayoría estudiantes de colegios privados.La educación privada las da grandes ventajas de ganar.el examen de admisión y de obtener notas altas, que les darán mayor acceso a las mejores carreras . Estos estudiantes pagaran altas sumas en esos colegios privados Luego llegarán a la UCR a recibir educación superior a precio que es una pequeña fracción de lo que pagaron en estos colegios . Tampoco se trata de que no tengan igual derechos de ingresar a las U publicas. Pero esta es una situación que merece analisis , mas cuando hablamos de la gran brecha social que padece nuestro país.

  3. A la persona que se hace llamar María2: NO es cierta la afirmación » que quienes aaceden [sic] son en una buena mayoría estudiantes de colegios privados.» Al contrario, la mayoría de los estudiantes que ingresan a la educación superior pública provienen de colegios públicos, más de un 75% lo son y muchos son de condición socioeconómica vulnerable. Esa es una idea que no es correcta y debe dejar de repetirse porque no es verdad.

  4. Me alegra mucho que el señor Mirom haya decidido poner en la palestra esta temática, ya que este medio es el más democrático que conozco para que los que somos del pueblo puro y llano opinemos. Yo logré estudiar y ser profesional por la universidad pública, he logrado vivir bien, sin lujos, pero bien, gracias a que tuve beca. Y soy de los que defiendo que exista la universidad pública y que nuestros jóvenes, con base en su esfuerzo y méritos académicos, tengan esa posibilidad. Sí reclamo la pasividad y la falta de compromiso de muchos graduados por la defensa de la educación superior pública.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimas Noticias