Entendemos que lo que se busca es darle estabilidad dentro del Régimen de Servicio Civil a 4000 cocineras de los comedores escolares (en dos tandas de 2000 cada tiro).
Lo que nos interesa es que se dice que se trata de “honrar” una obligación adquirida en una convención colectiva de trabajo que suscribió el MEP. Sea, primero se adquiere el compromiso y luego a cumplirlo. Hemos señalado que jugar con la naturaleza jurídica de la relación de empleo en el Sector Público y en especial jugar con las convenciones colectivas de trabajo, es un deporte que se paga caro. Y es, en definitiva, favorecer el principio de que quien tiene más gargüero traga más pinol. Pero en esta ocasión hay una mejor salida: está en curso una transferencia de competencias del Poder Ejecutivo a las municipalidades, en el ámbito de las atribuciones conexas o de apoyo a la función sustancial de la educación formal pre-universitaria que maneja el MEP. Es cuestión de incluir los comedores en el traspaso. ¡Sí se puede!
(*) Mauro Murillo Arias es Abogado
