jueves 25, abril 2024
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Mayoría de diputados mutiló investigación por infiltración de narcotráfico en campañas políticas y en zona sur

Lo que sucedió la mañana de este 28 de setiembre en la Comisión Especial para investigar la posible filtración del narcotráfico en la zona sur fue vergonzoso, un golpe para la democracia costarricense y para quienes combaten el narcotráfico y la criminalidad organizada.

Es inaudito que seis diputados decidieran poner candado a esta comisión, sin haber realizado al menos un mínimo esfuerzo por recabar la información que permitiera tener un panorama de la situación que se presenta en los territorios de la zona sur y las municipalidades en general, y con este insumo proponer de manera fundamentada reformas para enfrentar los evidentes esfuerzos de la criminalidad organizada por infiltrarse y por influencias en los partidos políticos, en sus campañas municipales, en las municipalidades.

Solo se recibió a un alcalde, Carlos Viales de Corredores, con la evidente y descarada intención de exonerarlo. Y sospechosamente, a pesar de que este alcalde remitió todo el proceso de financiamiento y controles de la campaña local al partido, no se recibió a un solo encargado de las finanzas de partidos políticos. Ni uno solo. Ninguno. Aunque parezca increíble, no se llamó ni a un tesorero, ni un presidente de partido político alguno, a un solo jefe de campaña. Nadie.

Mutilar una investigación necesaria y que todavía requería más desarrollo fue un evidente intento de dejar en las sombras el financiamiento de las campañas municipales, que quedan en una enorme oscuridad, solo porque seis diputados no quieren ahondar en este tema; o al menos, permitir que el país conozca cómo se financian estas campañas.

Queda esta situación en la oscuridad, en las más tenebrosas sombras, esas que tanto le gustan a los narcotraficantes, a los criminales que lavan recursos. Y los cómplices de ello son los diputados del Partido Liberación Nacional, de Restauración Nacional, del Republicano Socialcristiano, que han sido omisos con su deber de investigar este tema con seriedad.

Alegaron que no hay denuncias, que no hay más que investigar. Se trató de una excusa frágil, para enmascarar que no asumieron esta comisión con seriedad, que fue solo ante el clamor de la opinión pública que accedieron a su creación, únicamente dieron sus votos a regañadientes, ante los evidentes signos de que esta situación era delicada, con diputados que visitan a capos de narco a recibir información en su propia casa, con legisladores que son visitados por personas involucradas en redes de crimen organizado, con investigaciones en marcha sobre realización de obras públicas para beneficiar a sospechosos de estos delitos.

Solo ante el temor de quedar expuestos ante la opinión pública, cedieron para crear la comisión e iniciar labores, pero al decidir terminar la labor, con la moción presentada este martes 28 de setiembre, se evidenció que solo querían salir del paso de la enorme cantidad de alertas que el país viene acumulando.

Como si no hubiera indicado el presidente del Tribunal Supremo de Elecciones, Luis Antonio Sobrado, que el actual modelo de financiamiento partidario eleva la tentación de recurrir a capitales delictivos. Como si no hubieran indicado los representantes del Instituto Costarricense contra la Drogas que es evidente que el crimen organizado busca ingresar en los círculos de poder para poder tener aliados.

Como si ya no se hubiera condenado por narcotráfico a un diputado, que era parte de la comisión de Narcotráfico y pretendía ser Presidente del Primer Poder. Como si no se hubiera condenado por narcotráfico al jefe de signos externos de la campaña del presidente Oscar Arias. Como si no se hubiera denunciado el viaje de un candidato presidencial, en plena campaña y oculto de la opinión pública, a México, a visitar a un empresario cuestionado.

Como si el propio Presidente de la Corte, Fernando Cruz, no hubiera advertido que se deben replantear las campañas políticas; como si Guillermo Araya, ex director de ICD, no hubiera enfatizado en la necesidad de desincentivar las donaciones en efectivo para los partidos políticos, para darle trazabilidad a los recursos que llegan a las arcas de las agrupaciones políticas.

Se había avanzado un trecho, pero es insuficiente. Las señales son gigantescas, son titánicas, en el sentido de que estamos ante desafíos reales, y que nos demandan actuar. Pero no una acción cosmética, simplemente arañando alguna de la información. Teníamos la oportunidad de hacer algo más que una farsa ante la opinión pública, y empezar a sacar a la luz la realidad del financiamiento de los partidos políticos.

La penetración del narcotráfico es cada vez mayor, los operativos de nuestros cuerpos de seguridad evidencian que la zona sur, que las municipalidades son terreno propicio para los tentáculos de esta plaga. Pero para los diputados del Partido Liberación Nacional y sus aliados, no es un tema que requiera mayor desarrollo. No les interesa.

No les interesó en el pasado, cuando estallaron los casos ya mencionados, ante los que no actuaron con decisión, y nos les interesa ahora, en la que se dedican a la pirotecnia, a maniobras de distracción, a proyectos de vivienda en lugar de indagar, analizar, sacar de la opacidad el financiamiento y la penetración del narcotráfico y el crimen organizado. Pero cuando llega el momento de recopilar insumos estratégicos, de marcar la diferencia, decapitan la investigación sin pudor.

Aparentemente, quedan satisfechos con sentir que han golpeado a este servidor, que cedieron con crear una comisión y que todo pasaría. Pero ante la Patria, ante la Historia, ante la República que celebra este Bicentenario, quedarán marcados como los que tuvieron la responsabilidad de enfrentar, con decisión, la infiltración del narcotráfico en los partidos políticos, en las municipalidades, y no la asumieron.

Por nuestras obras se nos juzga. También por nuestras omisiones. Quedan estos partidos expuestos ante Costa Rica por mutilar una investigación más que necesaria; por no actuar con valentía y decisión. En síntesis, por ser cómplices, por complacencia, con el creciente avance del narcotráfico.

(*) Luis Ramón Carranza Cascante, Legislador Partido Acción Ciudadana.

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1 COMENTARIO

  1. Debemos tener claro, el narcotráfico tiende sus tentáculos en todas partes y en el quehacer político en Costa Rica, como se demostró en tal comisión legislativa. Máxime si está en peligro tocar la mafia tradicional y en concreto, el PLN. Ya sabemos de esas «destrezas» que hasta en el exterior se hacen los rusos, por aspectos geo-políticos, con estas y aquellas gentes, dizque bien cubiertos empresarios. Lo extraño además, es observar la falta de protagonismo en investigaciones del PAC, el cual aparenta sutiles facilidades a dichos exportadores de la muerte. En fin, vienen las elecciones; borrón y cuenta nueva.

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