Durante el gobierno de Oscar Arias, ya se conocía la necesidad de tener mejores facilidades para manejar las exportaciones e importaciones a través de Limón.
En un acto de lucidez, el excandidato presidencial Ottón Solís propuso que se le inyectaran algo así como $ 80 millones a JAPDEVA para moderinzarla y poder así competir con otro muelle privado. Increíble como pueda parecer, la Cámara de Exportadores (CADEXCO ) y el sindicato de JAVPDEVA apoyaron el plan. Con su característica arrogancia, el Presidente Arias no quiso siquiera escucharlo.
Mucha agua ha pasado bajo el puente desde entonces. En la pasada campaña electoral, el candidato Luis Guillermo Solís con toda claridad expuso que independientemente de que le gustara o no, respetaría los contratos firmados.
Hoy el sindicato de JAPDEVA amenaza con una huelga que paralizaría no solo a Limón sino a todo Costa Rica si no se renuncia a lo ya firmado. Asumiendo que un permiso ambiental pendiente sea aprobado, ya no se puede hacer mucho.
JAPDEVA hoy es presidida por la Sra. Ann McKinley, limonense quien conoce muy bien el tema y su provincia. Esperemos que pueda traer sensatez a una situación peligrosa .
El Presidente Solís ahora debe agregar a esta la otra amenaza de atar de pies y manos a su gobierno de concretarse en el Plenario Legislativo lo dispuesto en la Comisión de Hacendarios sobre el Presupuesto de la República. En su contra están el otrora lúcido Diputado Solís y sus nuevos aliados liberacionistas, libertarios y turecas.
Pareciera que en tan solo cinco meses oscuros intereses conspiran para que el Presidente Solís no pueda gobernar. Quienes así actúan anteponen sus calculos partidistas y sindicales a los intereses de todos los costarricenses.
(*) Médico