Brasilia, 29 oct (dpa) – La presidenta reelecta de Brasil, Dilma Rousseff, admitió por primera vez la posibilidad de someter a un referéndum popular un proyecto de reforma política a ser elaborado por el Congreso.
Luego de que se confirmara su victoria en las urnas, el domingo, la mandataria había defendido que la reforma se hiciera a través de un plebiscito, lo que generó resistencias en la misma base aliada en el Congreso.
«Todos defienden la consulta popular, ya sea en forma de referéndum o de plebiscito. Ambas tendrán como desenlace una Asamblea Constituyente. No sé de qué forma ocurrirá, pero me parece difícil que no sea con consulta popular», afirmó Rousseff, en una entrevista a la red televisiva Bandeirantes.
En los últimos dos días, importantes figuras del centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PSDB) -el principal socio de la coalición gubernamental- anunciaron su posición contraria a un plebiscito, e insistieron en que la reforma política debe ser definida por el Congreso y solo después ser sometida a una consulta popular, mediante un referéndum.
«El Parlamento tiene tanta legitimidad para legislar que no necesita ser substituido por nadie», sostuvo el diputado Eduardo Cunha, un fuerte candidato a la Presidencia de la Cámara Baja en el próximo período legislativo, a iniciarse en febrero de 2015.
Asimismo, otro exponente del PMDB, el actual presidente del Senado, Renan Calheiros, divulgó este lunes una nota oficial en la que defiende la autonomía del Congreso para definir la reforma política, pese a que reconoció que la sociedad debe ser consultada después.
«El mejor camino es que el Congreso Nacional apruebe la reforma -si no podrá pagar una factura por su omisión- y someterla a un referéndum popular», expresó Calheiros.
El debate sobre una reforma política se prolonga desde fines del siglo pasado, y cobró una fuerza nueva en junio de 2013, durante las masivas protestas populares que sacudieron Brasil durante la disputa de la Copa Confederaciones de fútbol.
En esa ocasión Rousseff prometió a los brasileños impulsar un plebiscito para convocar una Asamblea Constituyente exclusiva para realizar la reforma política, pero su propuesta fue derrotada por el Congreso.
El domingo, después de que se confirmara su victoria en las elecciones presidenciales, Rousseff apuntó la reforma política como la primera prioridad de su nuevo mandato e insistió en la necesidad de convocar un plebiscito sobre el tema.
Las resistencias del PMDB a la idea de un plebiscito fueron tema de una reunión este martes entre Rousseff y el vicepresidente reelecto, Michel Temer, también integrante del partido centrista.
Al final del encuentro, Temer afirmó que la propuesta será objeto de «un gran diálogo» con el Congreso y con la sociedad.
«Es necesario dialogar sobre esto con el Congreso, con la sociedad. Es evidente que estamos en la fase inicial de todo, incluso el nuevo mandato ni siquiera se inició todavía. La presidenta dijo que habrá un gran diálogo en el Congreso Nacional sobre este tema y tenemos que caminar juntos: el Congreso, el Poder Ejecutivo y la sociedad brasileña», afirmó.
La principal dificultad para impulsar una reforma política en Brasil es la ausencia de consenso sobre su tenor. Rousseff, por ejemplo, defendió durante la campaña electoral la prohibición de donaciones de empresas para financiar campañas políticas.
Esa propuesta enfrenta resistencias en el Congreso, pero es respaldada por la Coalición por la Reforma Política Democrática y Elecciones Limpias, conformada por 103 organizaciones no gubernamentales, que actualmente recaba firmas para elevar al Congreso un proyecto propio para cambiar la estructura política del país.
También hay discrepancias en torno a propuestas como el fin de la reelección para ocupantes de cargos ejecutivos -vigente desde los comicios de 1998- y la creación de normas para restringir la participación parlamentaria de agrupaciones con escaso respaldo popular, y con ello reducir el número de partidos representados en el Congreso, que actualmente es de 22 pero aumentará a 28 en el próximo período legislativo.