La Alianza Pacífico, grupo de países integrado por México, Perú, Colombia y Chile, al que están tentados a ingresar Costa Rica y Panamá, considerado el esfuerzo por revivir el ALCA, está transitando polémicos caminos.
En principio se veía venir un fuerte enfrentamiento por parte de las otras instancias, llamémoslas «bolivarianas», en especial del MERCOSUR, así como el combate directo para evitar el ingreso de nuevos países a dicha Alianza. Dentro de las opciones del garrote y la zanahoria, todo presagiaba la alternativa del garrote. Pero de pronto nos enteramos de un viraje sorprendente: “La Alianza del Pacífico y el Mercosur se sentaron hoy frente a frente por primera vez con la intención de conocerse y dialogar sobre las posibilidades de cooperación entre los modelos que representan esos dos mecanismos latinoamericanos», según indica un comunicado. «Damos la bienvenida a todo organismo, a toda institución que busque la integración, el diálogo y el desarrollo económico social y político de América Latina, por lo tanto hemos dado la bienvenida a la Alianza del Pacífico y continuaremos dialogando y buscando puntos en común», expresó por su parte el canciller argentino, Héctor Timerman, cuyo país tiene la presidencia semestral del Mercosur».
Cosas veredes, amigo Sancho, el canciller venezolano, Rafael Ramírez, por su parte se refirió a lo importante que ese este diálogo, pues todos estamos integrados a la CELAC y Venezuela recibió un apabullante apoyo de América Latina toda para optar por un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU. Pareciera entonces que corren nuevos vientos en este continente, lo que parecía venir, una guerra a muerte entre dos modelos de integración está siguiendo otro derrotero alentados por la zanahoria en lugar del garrote, aplicado por ambas instancias.
Costa Rica sigue sin definir una posición al respecto, que camino tomará, si el trazado por la mesa servida que siempre deja el PLN o el del cambio que prometió. Todos sabemos que por parte del gobierno de Chinchilla había total disposición a integrarse a la Alianza Pacífico y para nadie es un secreto los coqueteos del gobierno de Luis Guillermo Solís.
En el FAU (Frente de Acción Unitaria) realizamos debates con especialistas sobre la conveniencia o inconveniencia de seguir la ruta de los TLCes ingresando a la Alianza Pacífico, antesala peligrosa del TPP. Todos parecíamos coincidir en combatir ardientemente el ingreso de Costa Rica a esa instancia integradora. Sin embargo, esta novedad, donde la Alianza Pacífico y el MERCOSUR se lanzan el anzuelo nos enseña que debemos estar preparados para las sorpresas que da la política, no todo es blanco y negro, hay muchos grises y quizá a Costa Rica le convenga hacer gala de su proclamada política de «neutralidad perpetua y activa» y de los nublados del día.
(*) Juan Félix Montero Aguilar es
Coordinador Frente Acción Unitaria (FAU).
Si el gobierno Solís Rivera da un paso hacia la Alianza Pacífico… apague y vámonos porque sería el acabose y el mayor engaño de la historia, traicionaría una buena porción de los votantes que aspiraban un cambio y salir de la ruta neoliberal. Ese punto de inflexión nos dirá si el caso APM fue simple herencia o si este gobierno es sucesor y avala la herencia recibida aunque dañe al país.
Flora Fernández. En campaña Luis Guillermo Solís dijo que apoyaba el ingreso a la Alianza del Pacífico, el lo que está haciendo es consultando a los sectores y negociando con los paises que en cuanto a apertura y plazos de apertura lo que pida la alianza no sea más de lo ya negociado en los TLCs con los paises de la alianza indivudualmente.
Sí usted votó por LGS pensando que el no apoyaba la alianza está equivocada.