Columna Sortilegios
Hemos ingresado a los que hasta ayer fueron los escenarios de la Guerra Revolucionaria de Octubre en la que la Facultad de Educación de la República Universitaria (UCR) fue sorprendida por el avance de Matemáticas y las otras áreas del “saber disciplinario”.
En las calles aún quedan trozos de los cuerpos de Barney, cromos alimentan fuegos en las entradas de las callejuelas donde aún se pueden escuchar ecos de las canciones de Luís Aguilé (casi tesis pedagógicas para la Facultad), las trincheras de refritos de Piaget y Ausubel resultaron falsas y rotas son las fotos de Emma Gamboa, escudo alienante de la Gerontocracia. A lo lejos se puede ver a los Liberadores tomando cada casa al tiempo que los grupos de Liberación Pedagógica liberan a los presos de conciencia (todo aquel estudiante que se atreviera a pensar y cuestionar la estructura de mediocridad era condenado a estos “centros de reformación”).
Existe un aire de éxito en el frente de Guerra, sin embargo el Buró Gerontocrático de la Facultad de Educación de la República Universitaria se han reunido y planean una estrategia para contra atacar. Han iniciado con una purga pedagógica, muy a su estilo, en donde han acusado a propios y extraños del colapso institucional, buscar a quienes no se hicieron presentes al “frente de guerra” (la votación), creación de listas negras de posibles colaboradores con opositores y represión a la disidencia, han sido parte de sus primeras acciones.
Pero la Gerontocracia de la Facultad rápidamente ha emprendido acciones de impacto en toda la República, en primer lugar un grupo busca presionar a representantes del Consejo Universitario al punto de que una de sus las “dinosaurias” más importantes de la Gerontocracia ha sugerido “cobijar” a un candidato al Consejo para utilizarlo como plataforma de incidencia directa en el Consejo.
Además, han creado un grupo de choque especializado para atacar al Vicerrector de Docencia, este grupo que podría ser catalogado de Terroristas de Estado, llevan en sus valijas desde cartas “bombas” hasta rifles de leguleyadas para secuestrar al Vicerrector y así impedirle una posible resolución que avale la independencia de la Carreras Compartidas y su anexión a las escuelas del “saber disciplinario”.
Por su parte, los cuerpos de “antimotines” integrado por representantes estudiantiles vendidos a la Gerontocracia, docentes interinos con hambre y un cuerpo de zombis intelectuales, tratan de rodear a los opositores con narraciones mal intencionadas, textos de apoyo a la Facultad de Educación que circulan en redes internas y correos y ataque cuerpo a cuerpo contra opositores.
Y por si todo esto no fuera ya de por sí sorprendente, la Gerontocracia en pleno comienza a movilizarse en reuniones “secretas” con altos personeros del Regímen Universitario para tratar de pactar las mejores condiciones posibles en caso de un escenario altamente negativo.
En este último caso, el escenario ideal para la Gerontocracia es lograr que la separación no se dé (sin embargo, en el estado actual de la Revolución, parecen aceptar que eso es poco probable y que lo más que podrán retrasarlo es 3 años), por lo que apuestan por “retrasar” lo más posible mediante la creación de una Comisión de Ordenamiento de la Independencia de las Carreras Compartidas. En caso de que estos escenarios fracasen, su tercera opción es lograr limitar esta independencia únicamente a Matemática y Música con la excusa de que sólo esas carreras están preparadas para el proceso y, por último, en caso de fracasar todos los escenarios, rogar piedad al Régimen Universitario para mantener el control sobre los cursos pedagógicos (en la propuesta de matemática, incluso esos cursos pasan a ser controlados-impartidos por la Facultad de Matemática).
Sin embargo, la Revolución de Octubre ha adquirido un matiz diferente. Todas las Escuelas del Saber Disciplinario y sus respectivas Facultades se han despertado y han comenzado a organizar esquemas para enfrentar la Contra Revolución propuesta por los seguidores de la Gerontocracia Pedagógica. Tienen en su mirada al Consejo y al Vicerrector de Docencia, a este último le piden que firme ya el decreto de la República Universitaria que daría vida a las nuevas carreras y daría el “tiro de gracia” a la Gerontocracia.
Sumado a lo anterior, han realizado “cafés” y “reuniones bilaterales secretas” para firmar pactos de alianza y colaboración para arremeter con todo contra los equipos antimotines y los terroristas de Estado pagados, financiados y coordinados desde Educación y, no menos importante, evitar a toda costa que la Facultad imponga su guerra de trincheras (cavar comisiones y aletargar los procesos para enfriar el tema).
Se escuchan disparos cada vez más cerca. La Dictadura de la Gerontocracia trata de retomar posiciones y los equipos de Liberación Pedagógica luchan con todas sus fuerzas para resistir. El futuro de ambos bloques se juega en cada esquina de la República Universitaria.
Finalizo esta crónica de guerra desde este frente de batalla sorprendido por el poder de esperanza e ilusión de los Equipos de Liberación Pedagógica como los de Matemáticas y Música y no menos sorprendido por la ceguera que el poder dictatorial ha provocado en la Gerontocracia de Educación. Ojala estas letras sirvan para visibilizar el conflicto y que más personas se den cuenta de todo lo que está en juego en esta batalla por una Educación Mejor, una Educación Libre de la Mediocridad y Conformismo de la Gerontocracia.
César Toruño Arguedas
Twitter cctoruno
Facebook Sortilegios Educativos