Columna “Pensamiento Crítico”
INTRODUCCIÓN AL PROBLEMA
Hay una larga tradición de errores en materia de manejo de conflictos socio-laborales y ambientales en el movimiento social, sindical y no-sindical. Hemos insistido en el punto, pero sin hallar eco ni respuesta, lo cual es lamentable; pues revela la existencia de una “crisis paradigmática”, la de un encierro enceguecido y bloqueador de cualquier cambio de opinión, actitud y acción, a partir de la falsa creencia de que los ticos somos todos “negociadores y pacifistas natos” y no necesitamos ilustración ni nada al respecto.
Pues bien, en el caso del conflicto en JAPDEVA respecto del futuro muelle de Moín y el de una concesión otorgada en mala hora y pésima ley a la transnacional holandesa APM Terminals, han resaltado los errores de la dirigencia sindical en la materia aludida. Y posiblemente vaya a llevar al molino del sindicato SINTRAJAP una derrota más en la larga lucha por evitar que se termine, esta vez por parte del gobierno PAC-Solís (GPS), aprobando un leonino “contrato-ley” (que así debe llamarse el instrumento, ya que se inscribe en la sucesión histórica de nefastos contratos bananeros, portuarios y ferroviarios de triste memoria en los siglos XIX y XX, y que creíamos desterrados del ámbito nacional). E igual a cómo sucedió en el caso del puerto de Caldera, se entregue así fatalmente el puerto de Limón a inversionistas extranjeros en condiciones tremendamente desventajosas para el país, sin que haya en este caso seguridad alguna de que APM va a invertir los US$1.000 que ha prometido a modo de un “gran espejismo” para deslumbrar a muchos tontunecos locales.
LA MÁS CRASA IGNORANCIA SOBRE CUÁNDO Y CÓMO NEGOCIAR
Pero lo que ahora más queremos destacar acá, es que la mejor manera de perder una guerra o cualquier conflicto, se llama una mala negociación, especialmente por pifias en el procedimiento de la misma por alguna o por todas las partes implicadas, en este caso concreto SINTRAJAP versus el GPS; un gobierno recién estrenado al cual el sindicato le reclama la creación por otro gobierno anterior de un monopolio anti-constitucional en el trasiego de contenedores y otras lindezas e irregularidades mediante lesivo un contrato-ley. El dilema es que el contrato ya fue firmado por el gobierno anterior de Laura Chinchilla, ha avanzado por caminos judiciales recibiendo allí aprobaciones, y solo le falta el visto bueno de la SETENA a la viabilidad ambiental, a darse antes de marzo del año entrante, y muy probablemente –tememos- durante las tres semanas que dura el famoso “tamalito de Navidad” para que nadie se dé mucha cuenta ni chiste.
La posibilidad de una renegociación entre las distintas partes involucradas a la fecha en este conflicto –gobierno, APM y sindicato- queda muy atrás a estas alturas. Se ignoró por parte de los dirigentes sindicales que la oportunidad de hacerlo era al inicio del proceso, antes de que los dos primeros actores mencionados se sentaran a firmar, para lo cual hubiera sido muy aconsejable levantar, de parte del tercero sindical, a la opinión pública y a una gran fuerza popular a su favor, tanto dentro de la región del Caribe como en el resto del país; lo mismo que apoyarse en otros actores del movimiento social sindical y social dispuestos a defender los intereses y la soberanía nacionales. Pero no se organizaron fuertes movilizaciones locales ni regionales, tampoco nacionales, ni protestas contra las tropelías, corruptelas e irregularidades que se sabía iban a sobrevenir, dada la forma como se manejaron las conversaciones entre APM y funcionarios de los gobiernos de Arias y de Chinchilla, en especial los de JAPDEVA que eran los encargados directos de hacerlo. Ingenuamente, SINTRAPAJ creyó que era mejor litigar en tribunales que organizar a las fuerzas estratégicas de la sociedad civil, aprovechando el clima de empoderamiento que tuvieron a raíz de las luchas contra el Combo del ICE y el TLC con los EEUU.
Todo lo anterior nos revela un gran desconocimiento de la dinámica de los conflictos socio-laborales y de las estrategias y los métodos, tanto de la negociación, como de la mediación y el arbitraje por parte del sector sindical, no sólo de SINTRAJAP; ya que el déficit es general a lo largo y ancho del movimiento social, con muy raras excepciones.
Esa ignorancia tan acentuada por supuesto que no tiene justificación; porque desde hace varias décadas se conocen en el país las distintas formas alternativas de manejo pacífico y eficaz de disputas y confrontaciones; y hasta existe una Ley No. 7727 de “Resolución Alterna de Conflictos y Promoción de la Paz Social” con su reglamento que en muchas instancias podrían invocarse para zanjar y darle fuerza ley a los acuerdos entre las partes, evitando la judicialización de la conflictividad social y política.
NOTORIAS FALLAS
1) Exceso de informalidad: se confundió y confunde lo que es una bien planeada y estructurada negociación con un simple diálogo o conversación, que es otra cosa muy distinta. Generalmente, la negociación va precedida por una pre-negociación donde los representantes de niveles técnicos de las parteas se reúnen primero para elaborar una agenda y un procedimiento por etapas para emprender, entonces, el más formal camino de una negociación, donde se encuentran frente a frente solo los “dueños del conflicto” con suficiente poder de decisión, quizás con uno o dos asesores sin voz ni voto, para cualquier consulta y consejo que deban recibir en el proceso. Generalmente los pre-negociadores avanzan y señalan varias opciones de ruta y de fondo para resolver la disputa entre las partes.
2) La neutralidad del espacio o sitio para la negociación debe establecerse claramente y no como sucedió en este conflicto GPS-SINTRAJAP, que se negocia en los espacios oficiales del gobierno.
3) Debe darse una etapa de “lluvia de ideas” sin compromiso, las cuales deben “echarse al ruedo” o “al canasto” para ir extrayendo poco a poco las más valiosas y aceptables, vengan de donde vengan.
4) El acuerdo que finiquite el conflicto se va elaborando a partir, no de las posiciones iniciales y cerradas (las “trincheras”) de las partes, sino de las necesidades e intereses legítimos que puedan reconocerse mutuamente y que den solidez a cualquier acuerdo con larga duración, en una condición de “ganar-ganar” para ambas partes y no de “perder-ganar” o “perder-perder”.
5) Conforme se avance en la aprobación de un texto para el acuerdo, debe pensarse en que los puntos del mismo no choquen contra la legalidad de la República, la Constitución y las leyes del ordenamiento; y se ajusten a parámetros objetivos y razonables, sobre todo que no vayan en contra de los principios universales del derecho y la ética, incluso que puedan ser homologados por cualquier juez.
6) Es igualmente conveniente que haya uno o varios garantes del acuerdo, ello por si hay necesidad de atender alguna renuencia a cumplirlo o a una necesidad renegociarlo por errores que se hubieran cometido u otras fallas.
7) Es muy recomendable que las partes o sus representantes hayan recibido con anticipación un curso o taller sobre el tema de la “Resolución Alternativa de Conflictos (RAC)”, para mejor comportarse y resolver, ya que nadie nace aprendido sobre la materia.
8) Si las negociaciones que son de rigor cara-a-cara entre los contendores no prosperan, es conveniente pasar de inmediato a una mediación con asistencia de uno o varios terceros neutrales y facilitadores; y si aún este procedimiento no basta, entonces acordar un arbitraje donde expertos y jueces imponen a las partes un acuerdo y resuelven la disputa.
Como vemos, estas condiciones no se cumplen comúnmente en los intentos de dialogar y conversar que siempre se dice en este país que existen como aspiraciones de las partes en diferentes conflictos. Y ello explica por qué no llegan a nada y, si lo hacen, los acuerdos se caen a la vuelta de la esquina por mal praxis negociadora.
Y EXISTE OTRO DILEMA
SINTRAJAP trasladó el manejo de un conflicto sociopolítico como este con el GPS y APM, desde sus inicios, a manos de abogados, leguleyos y jueces; y en buena medida renunció así a colocar en el centro de sus esfuerzos la acumulación de suficiente fuerza popular y social como para poder presionar o forzar a los anteriores dos gobiernos y al presente GPS, a renegociar el contrato con APM. En vez de hacer eso, desplazó el conflicto al plano judicial donde lo que cuenta es quien tiene la razón y la verdad de acuerdo con la letra de la ley; por supuesto que interpretada según los criterios y diligencias de abogados y jueces dentro de los juzgados, lo cual es un grave error de estrategia y táctica, a pagarse muy caro.
Finalmente, sepamos que el contrato fue firmado hace rato por las partes y pese a cualquier error o irregularidad que tenga, queda bajo el amparo de tratados comerciales y sobre inversiones, pactados con Holanda y la Organización Mundial del Comercio (OMC) por gobiernos anteriores; lo cual le da un rango a lo firmado que está muy por encima de nuestra Constitución y demás leyes. Solo podría modificarse por un acuerdo entre las partes; y APM, lo mismo que el GPS, no están dispuestos a hacerlo, ambos apelando a un sacrosanto apego a la “seguridad jurídica”, cuyo quebrantamiento ahuyentaría a los inversionistas extranjeros –supuestamente los nervios y motores de la economía nacional- y crearía un pésimo precedente.
Y si el sindicato limonense ya trasladó a sede judicial la querella-como ha sucedido desde hace varios años atrás- , ahora no queda más remedio que apechugar, aceptando las decisiones de los jueces que han examinado el contrato y lo han validado, a pesar de todas sus fallas. Adicionalmente debe entenderse que no pueden negociarse los articulados de la Constitución, de una ley, ni de código o reglamento de la República, los que solo están para aplicarse y cumplirse en todos sus extremos. Quizás solamente quepa a veces cuestionar o apelar el modo de su aplicación, pero siempre en estrados y no en las calles, ni en otros ámbitos de la lucha social. Cuando hay alguna violación a la normativa jurídica o procedimental, en vano resulta el intentar negociar o renegociar, tampoco a mediar o entablar un arbitraje. SINTRAJAP y demás actores involucrados en el conflicto planteado, incluida a última a última hora la Defensoría de los Habitantes, deben tener esto muy presente.
José Luis Vega Carballo es Catedrático de Sociología Política, UCR.
«El ‘mundo sin Occidente’ ha llegado mucho antes de lo esperado». Publicado: 12 nov 2014 | 12:04 GMT Última actualización: 12 nov 2014 | 12:04 GMT. Estados Unidos se ha equivocado poniendo el futuro del mundo en manos de las relaciones entre Washington y Pekín, opina un grupo de expertos geopolíticos sobre la cumbre de los presidentes estadounidense y chino. En un artículo para el portal ‘The National Interest’, politólogos estadounidenses señalan el error del enfoque tomado por los arquitectos de la geopolítica de EE.UU. en las últimas décadas, que supone que China asimilará el modelo liberal de Occidente o le desafiará. En vez de eso, sostienen, el concepto de un mundo sin Occidente ha aparecido de pleno en el horizonte. Lo que está pasando en su lugar es un esfuerzo concertado de los poderes emergentes para construir paralelamente arquitecturas multilaterales en desvío al orden liberal que transformará la política y economía internacional de manera fundamental. «La principal cuestión en la política internacional actualmente no es si Pekín será seducido, incentivado o incluso obligado a unirse al existente sistema internacional de liberalismo», escriben los expertos. Tampoco es si EE.UU. y China se dirigen a una Tercera Guerra Mundial, algo que pronostican algunos académicos tradicionales como la única alternativa ante la creciente competencia entre ambos. «Lo que está pasando en lugar de esto es un esfuerzo concertado de los poderes emergentes para construir paralelamente arquitecturas multilaterales desviándose del orden liberal, lo que transformará la política y economía internacional de manera fundamental», señalan los analistas. El último y más claro ejemplo de esta dinámica es el nuevo Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (BAII), fundado en China, que debe convertirse en una alternativa al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional. Otros ejemplos incluyen alianzas políticas internacionales como la Organización de Cooperación de Shanghái, los BRICS, y varias iniciativas de desarrollo económico como la Nueva Ruta de la Seda. Aunque estas estructuras todavía no son tan grandes e influyentes como sus pares occidentales, se están desarrollando a tal velocidad, en tales direcciones y con tales fines que supondrán alternativas significativas en los próximos diez años. «El ‘mundo sin Occidente’ ha llegado mucho antes de lo esperado, acelerado por una embriagadora mezcla de realidad y percepción de que la crisis financiera mundial aceleró el ascenso de los demás», resaltaron Naazneen Barma, Ely Ratner y Steven Weber en su ensayo.Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/146763-mundo-occidente-venido-rapido-esperado