La internacionalización de los procesos productivos y el crecimiento en la comercialización de bienes en los países, ha sido el medio por el cual hemos sido testigos directa o indirectamente de la rápida difusión de la tecnología en los últimos años; y con ella, el surgimiento de un protagónico instrumento para las personas, las redes sociales.
Con base en lo anterior, es menester comenzar preguntándonos: ¿Qué papel han tenido las redes sociales en las personas en un proceso de globalización? Y se puede partir desde sus beneficios en la vida cotidiana. Se han convertido, con el paso de los años, en un arma poderosa de comunicación; los habitantes de distintos países se pueden comunicar con amigos, familiares y hasta desconocidos en muchos lugares de todo el planeta.
Además, podemos afirmar que han sido una clarísima herramienta para el estudio, ya sea por medio del e-mail, Twitter, Facebook, WhatsApp o cualquier red social en la que se puedan simplificar tareas tanto pedagógicas como laborales.
En relación con los argumentos mencionados, se pueden entender las múltiples ventajas que surgen a través de las redes sociales; sin embargo, es fundamental aclarar el fondo de la pregunta planteada y descubrir la mordacidad que esconden en el mundo actual. Las personas, al utilizar muchos de estos medios, buscan refugiarse detrás de una pantalla y ocultan sus realidades individuales mediante máscaras; estas caretas les permiten participar, confortablemente, en círculos de aceptación, en los cuales se pueden disfrazar sus sufrimientos o complejos, para lucir una envidiable y plena felicidad, que por su fondo no deja de ser fatua.
Mas no solamente dan auge a una vana ilusión de sí mismos, como seres individuales, sino que también se encargan de distorsionar la realidad del hombre con el medio colectivo. Lo anterior se puede explicar de la siguiente forma: Las personas utilizan las redes sociales y los medios de comunicación para informarse; estos medios les brindan una pequeña parte de los verdaderos conflictos culturales, con la intención de controlar a las masas para que se forjen un criterio de verdad absoluta, en el que todos opinan como si pudieran tener presencia en los problemas que suceden diariamente en el mundo. Esto se puede reducir en la frase del Libertador Simón Bolívar: «Nos dominan más por la ignorancia que por la fuerza».
Durante el desarrollo de las redes sociales en, valga la redundancia, sociedad, se marca una devastadora repercusión económica que se ha generado. La tecnología entra en el sistema, vendiéndonos la idea de que todos tenemos acceso a ella; sin embargo, en el momento que se envuelve en una determinada región, choca con los que tienen acceso y los que no. Por ello, nace un caos psicológico y luego físico, en los que no pueden adquirirla para formar parte del medio social, por lo que luchan, de todas las maneras posibles, para alcanzarla y, en casos, a costa de la vida.
Es necesario concluir instando a todos los que en algún momento se han visto vigilados por las redes sociales y la tecnología, a cortar con esa dependencia del medio globalizador que nos envuelve; además, tomar conciencia y no permitir que el uso nocivo de las mismas nos haga perder nuestra cultura y unificarla mediante procesos de mecanización que, poco a poco, nos han deshumanizado.
Ana Elena Quirós Vásquez.
Estudiante CTP Mercedes Norte, Heredia
Gracias por el artículo, Ana Elena. Muy de acuerdo con sus planteamientos.
Ver esto. Usted decide si quiere seguir siendo un tonto útil:
https://www.youtube.com/watch?v=94TZnYX9nbU