San José, 21 Dic (Elpaís.cr) – Un gran año culminó el Deportivo Saprissa con el título que celebró en el Eladio Rosabal Cordero este sábado por la noche, tras empatar a un tanto con Herediano (5-3 global), con el que logró el bicampeonato nacional y el trofeo 31 de su historia.
A pesar de las irregularidades, críticas constantes, los morados cierran un 2014 de ensueño, en el que fueron los únicos con la posiblidad de festejar a nivel local.
Tanto el Verano como el Invierno 2014 se tiñeron de morado y blanco. Pasaron casi cuatro años para que los tibaseños se alzaran nuevamente con un campeonato, como lo hicieron en el primer semestre bajo la dirección de Ronald González.
Aquel gol de cabeza de Hansell Arauz en el Ricardo Saprissa, que en estos momentos parece muy lejano, pero que en mayo puso a delirar por trigésima ocasión a los saprissistas, para que a su vez se despegaran de Alajuelense en cuanto a cantidad de estrellas logradas.
Posteriormente, iniciaría el segundo semestre con una derrota en la final de la Copa ante Cartaginés y una serie de altibajos en el Torneo que, derivaron en la salida del técnico Ronald González y en su lugar vendría alguien que supo ser tetracampeón hace seis años: Jeaustin Campos, quien llegaba para un interinato, sin embargo, todo está dado para que siga al mando del banquillo morado en el 2015.
El debut de Campos no fue el deseado por cualquier ‘DT’, debido a que se hizo cargo del conjunto tibaseño, a un día del clásico que, finalmente perdería en ‘La Cueva’ por 0-2. Amargo estreno del flamante entrenador.
El Saprissa enderezaría su ruta para ligar varias victorias consecutivas, clasificarse a los cuartos de final del la Liga de Campeones de la Concacaf y en el ocaso del campeonato amarró su clasificación terminando en el cuarto puesto también producto de la inconstancia, cuestión que hacía pensar que el 31 estaba lejos y más sabiendo que su rival en semifinales sería el súper líder del Torneo, Alajuelense, que impuso un récord de puntos.
No obstante, sacando su grandeza, la garra, con una gran subida en el rendimiento de los jugadores saprissistas, sumándole la experiencia de Campos en el banquillo, quien aprovechó lo mejor de futbolistas como Heiner Mora y Deyver Vega, la confianza que le dio al cuestionado arquero Danny Carvajal, que le respondió en los partidos definitorios, fueron las claves del éxito saprissista.
En semifinales dejó en el camino a su archirrival, derrotándolos en la ida por 1-0 con gol de Mora en la agonía del juego y en la vuelta un gran empate 1-1, con Carvajal y Vega como figuras, permitieron que Saprissa se citara con el Herediano en la final.
Ya en los duelos por la definición del campeonato, golpearon primero en casa 4-2 luego de un gran partido, para ir una semana más tarde al estadio Rosabal Cordero del Herediano a hacer un encuentro inteligente, a cuidar la ventaja y valerse de la desesperación florense para liquidar la serie.
El desequilibrante Deyver Vega allanó el camino para la fiesta morada con un gol que llevaba su sello personal: encarar desde la derecha hacia el medio para quedar con el arco de frente y mandarla a guardar, en este caso su víctima fue el arquero Daniel Cambronero.
Los rojiamarillos pusieron en aprietos a los tibaseños. Carvajal nuevamente se vistió de figura para detenerle un penal al goleador del campeonato, Yendrick Ruiz, y pese a que posteriormente lo empataron, nada podría traerse abajo el festejo de los saprissistas.
El bicampeonato nacional y por ende su título 31, más que cualquier otro equipo en Costa Rica, no se les negaría a los dirigidos por Jeaustin Campos, con el que le ponen fin a un gran año superando diversos momentos complicados, un cambio de técnico en medio del torneo, pero al final se imponen en el fútbol costarricense con la ‘chapa de campeón’ que los caracteriza para sumar una estrella más en su historia.