miércoles 27, septiembre 2023
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Sorpresas, decepciones, récords y una vergüenza sin igual

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San José, 31 Dic (Elpaís.cr) – A mitad de este año, específicamente entre junio y julio, el mundo se detuvo pendiente de un balón. La máxima cita de fútbol del planeta llegó a Brasil. 32 ilusiones desembarcaron en el que es uno sino el país más futbolero de todos y dejó varias sorpresas, marcas que se rompieron, decepciones y un ridículo difícil de olvidar para el anfitrión.

Todo comenzó el jueves 12 de junio con el partido Brasil-Croacia en Sao Paulo (Arena Corinthians) y terminó el 13 de julio en Río de Janeiro (estadio Maracaná) con Argentina y Alemania.

La euforia se desataría durante el transcurso de un mes. La invasión americana en la tierra de la samba fue enorme y no era para menos: el continente estuvo representado por 10 selecciones que no defraudaron. Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Honduras, México y Uruguay, hicieron vibrar e ilusionaron a cada uno de los países que componen esta hermosa parte del mundo.

Solo ecuatorianos y hondureños no pasaron la primera fase.

El Mundial regresaba a América, que con todo su color e inigualable manera de vivir el fútbol lo esperaba con los brazos más que abiertos. La espera de cuatro años siempre se hace eterna pero finalmente llegó y vaya que valió la pena.

Como curiosidad, nunca una selección europea levantó el trofeo de campeón de este lado del planeta. Otro motivo para ilusionarse con que la copa se quedaba en ‘casa’.

A pesar de que los favoritos llegaban en esa condición, España, Italia, Alemania, Argentina, Brasil, Holanda, el espectáculo y el cariño de la gente se lo robarían otros equipos: Costa Rica y Colombia, tanto por su fútbol, entrega, alegría y humildad pero sobre todo, porque »patearon las quinielas», golpearon la mesa donde estaban los grandes hasta terminar dentro de los ocho mejores, quedándose muy cerca de estar entre los cuatro primeros.

El techo de ambos seleccionados fueron precisamente los cuartos de final. Instancia en la que quedó la sensación de que la podrían haber superado, sin embargo, en lugar de tristeza el mundo se sintió orgulloso del amor propio que demostraron ambas escuadras que hicieron más que historia en Brasil 2014.

Las decepciones. El conjunto español, campeón defensor, llegaba con la expectativa de ser favorito para revalidar el título, con una base de jugadores que ganaron la Copa del Mundo en Sudáfrica 2010. Quizá ese fue el error más grande de Vicente del Bosque. Llevar jugadores que no pasaban por un buen momento pese a que su capacidad estaba más que demostrada, no obstante, no hay por qué reprocharle nada a estos notables jugadores.

Iker Casillas, Sergio Ramos, Xabi Alonso, Xavi, Andrés Iniesta, David Silva, Fernando Torres y David Villa, fueron algunos de los futbolistas partícipes del fracaso español en Brasil, de una selección que se despidió en primera ronda luego de una goleada 5-1 frente a Holanda, una derrota 2-0 contra una hambrienta Chile y un balsámico triunfo de 3-0 sobre Australia, apenas para despedir a varios miembros de una generación brillante que lo ganó todo.

Asimismo, la »Azzurra» no se escapó del fracaso y en el ‘grupo de la muerte’, donde era uno de los números puestos para clasificar a octavos, se quedó en el camino, iniciando con un triunfo 2-1 ante Inglaterra, otra de las decepciones, pero con un par de derrotas por la mínima tras los enfrentamientos con la revelación Costa Rica y la garra de Uruguay.

La selección de Portugal, de un presente pero a la vez ausente Cristiano Ronaldo, no pasó de la primera ronda. El jugador del Real Madrid, Balón de Oro 2013, no llegó en buenas condiciones físicas a la Copa del Mundo algo que indudablemente se notó. Una paliza 4-0 con Alemania, un agónico empate con Estados Unidos 2-2 y un anecdótico triunfo 2-1 a Ghana, juego en el que CR7 concretó su único gol, marcaron el adiós de la floja selección lusa.

Por otro lado, el continente asiático, representado por Australia, Corea del Sur, Irán y Japón, firmó otra desteñida actuación en mundiales, al quedar todos eliminados en primera fase y sobre todo mostrando una pobre imagen lejos de la competitividad que se creía en la previa, iban a mostrar.

Los australianos terminaron de últimos en el grupo B sin unidades producto de tres derrotas (Chile 1-3, Holanda 2-3 y España 0-3). Japón sumó apenas un punto en tres juegos: empató con Grecia 0-0 y cayó 1-2 con Costa de Marfil y 1-4 con Colombia.

De los iraníes se sabía poco y se esperaba aún menos. Los pronósticos no fallaron aunque sorprendieron vendiendo cara su derrota ante Argentina (0-1) por la genialidad de Lionel Mesi en la agonía del juego. Además, empataron sin goles con Nigeria y perdieron 3-1 con Bosnia.

Por último, Corea del Sur, se despidió con un empate 1-1 contra Rusia y dos caídas (2-4 con Argelia y 0-1 con Bélgica).

Los récords. El inolvidable mundial de Brasil dejó varias marcas importantes que perdurarán en el tiempo tanto a nivel colectivo como individual.

El campeón del mundo, Alemania, puede sentirse orgulloso no solo por ganar su cuarto título del mundo sino porque estableció varias marcas como por ejemplo: Miroslav Klose, en su cuarto mundial se convirtió en el máximo goleador en la historia de la competición con 16 goles. Curiosamente sobrepasó al legendario delantero brasilero, Ronaldo (15), en el histórico 1-7 frente a la ‘Canarinha’.

Además, el propio Klose es el único en disputar cuatro semifinales de Copa del Mundo (2002, 2006, 2010 y 2014) y también el futbolista con más triunfos en mundiales, llegó a 17.

Alemania superó a Brasil como la selección con más finales de mundial disputadas al llegar a ocho, la más goleadora con 224 y la que acumula más partidos con 106.

El volante Toni Kroos, se adueño de la marca del jugador con el doblete más rápido en Mundiales. En el 1-7 de Alemania sobre Brasil, el teutón anotó sus dos goles en 70 segundos.

Por otro lado, el arquero Faryd Mondragon, del seleccionado colombiano desbancó al camerunés Roger Milla como el jugador de más edad en disputar un partido de Copa del Mundo. El ‘Cafetero’ ingresó poco antes del fin del choque por fase de grupos contra Japón con 43 años y 3 días (Milla jugó con 42, un mes y ocho días).

La final entre Argentina y Alemania es la que más se repitió en la historia de los mundiales: tres ocasiones (México 1986, Italia 1990 y Brasil 2014).

Más datos. Este mundial fue el primero que registró 5 partidos de octavos de final que llegaron a tiempo extra: Brasil-Chile, Costa Rica-Grecia, Argentina-Suiza, Bélgica-Estados Unidos y Alemania-Argelia.

En Brasil 2014 se igualó la mayor cantidad de goles en una edición de mundial, 171 (mismos que en Francia 1998). En fase de grupos se marcaron 136, algo que nunca antes ocurrió (130 en Corea-Japón 2002).

El entrenador colombiano, Jorge Luis Pinto, aparte de hacer historia luego de llevar a Costa Rica hasta los cuartos de final, escribió su nombre como el primer colombiano en clasificar hasta esa instancia.

Otro colombiano, el zurdo James Rodríguez, ’10’ de la selección ‘Cafetera’, se proclamó máximo anotador de la Copa con seis goles, honor que nunca antes le tocó a un futbolista de esa nacionalidad.

El lateral de la ‘Canarinha’, Marcelo, anotó el primer autogol de esta selección en una Copa del Mundo, que precisamente fue gol que inauguró el goleo en el certamen (victoria 3-1 sobre Croacia).

El arquero de la selección de los Estados Unidos, Tim Howard, impuso el récord del arquero con más atajadas en un partido de Copa del Mundo, cuando en los octavos de final contra Bélgica, pese a la derrota, el guardameta tuvo 16 salvadas.

Papelón brasileño. Lo que en junio comenzó como una fiesta, en julio se transformó en una pesadilla. Justamente, el martes ocho de julio será un día para recordar por mucho tiempo, pero no exactamente porque esa fue la fecha de regreso de nuestra heroica ‘Tricolor’ de tierras brasileñas, sino porque el mundo entero vio cómo a la pentacampeona del mundo le metían siete goles en el llamado ‘Mineirazo’.

Miroslav Klose, Thomas Müller, Toni Kroos (2), Sami Khedira y Andre Schürrle (2) quedarán en los libros de historia, ya que fueron estos cinco alemanes los encargados de embocar el balón siete veces en el arco que defendía Júlio César, y de paso abrieron una serie de estadísticas bastante negativas para los anfitriones.

El que es considerado uno de los peores Brasil de la historia, dirigido por Luiz Felipe Scolari, fue protagonista de un ridículo jamás antes visto y que dejó algunos números como los siguientes: Brasil encajó 10 goles en dos partidos (1-7 Alemania, 0-3 Holanda) y con 14, es el anfitrión más goleado en mundiales.

Esa cantidad de anotaciones sufridas, supera las once que cedió en Francia 1938, peor registro hasta el que estableció en Brasil 2014.

Pasaron 94 años para que los brasileños perdieran por diferencia de seis tantos (6-0 con Uruguay).

Esas derrotas contra alemanes y holandeses, significaron la primera vez que Brasil pierde dos partidos oficiales consecutivos en casa. Además, desde Alemania 1974 no caían un par de veces seguidas en un Mundial.

Con 18 goles en dos mundiales (cuatro en Sudáfrica 2010 y 14 en Brasil 2014), Júlio César es el arquero de la selección brasilera que más goles recibió.

El mundial de Brasil 2014 estará por siempre en la memoria de todos los futboleros e incluso de aquellos que sin ser tan fanáticos de este deporte, durante un mes se dejaron llevar por la emoción que genera la celebración más grande del balompié, que reúne a las mejores selecciones y grandes jugadores, que dieron un grandioso espectáculo y dejaron la vara muy alta para Rusia 2018.

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