Washington/Tel Aviv, 21 ene (dpa) – El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, fue invitado hoy a hablar en febrero ante el Congreso de Estados Unidos por el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, sin consultar previamente a la Casa Blanca.
Netanyahu se dirigirá al Congreso el 11 de febrero, poco antes de las elecciones parlamentarias del 17 de marzo en Israel. Según el diario israelí «Jediot Achronot», el primer ministro aceptó la invitación. Por su parte, la Casa Blanca y el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se mostraron visiblemente molestos.
«Es inusual escuchar de esta invitación por parte de la oficina del portavoz», opinó Kerry. El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, fue más drástico: «El protocolo típico sería que el líder de un país informe al líder de otro país cuándo viajará allí» opinó. Así es como lo haría Obama. Todo lo demás es «apartarse del protocolo».
De acuerdo con «Yediot Achronot», una aparición de Netanyahu antes de las elecciones del 17 de marzo podría aumentar sus chances. Según el diario israelí «Haaretz», hubo contactos de semanas entre los republicanos y el embajador israelí en Washington, en los que la Casa Blanca fue pasada por alto.
«El primer ministro Netanyahu es un gran amigo de nuestro país y esta invitación demuestra nuestro inquebrantable compromiso con la seguridad y el bienestar de su pueblo», señaló hoy Boehner en un comunicado.
El republicano indicó asimismo que el jefe de gobierno israelí hablará sobre la amenaza que representan los movimientos radicales islámicos y el programa nuclear iraní.
Esta será la tercera vez que Netanyahu se dirige a ambas cámaras del Congreso estadounidense después de 1996 y 2011.
Para algunos analistas, la movida forma parte de una provocación calculada, ya que muchos republicanos, y también Netanyahu, ven con escepticismo las negociaciones entre Washington y Teherán por el programa nuclear iraní.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió el martes en su discurso ante el Congreso que vetaría cualquier intento de imponer sanciones que dificulten las negociaciones con Teherán por el programa nuclear iraní, tal como abogan los republicanos.
El subsecretario de Estado, Tony Blinken, señaló hoy ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado que el gobierno cree que hay una «posibilidad creíble» de llegar a un acuerdo con Irán que sea «en beneficio de la seguridad de Estados Unidos» y de sus «aliados y socios».
Netanyahu ha advertido del peligro de llegar a un acuerdo con Irán, porque considera que eso facilitaría al gobierno de Teherán la construcción de armas atómicas. Irán rechaza que su intención sea construir ese tipo de armas y asegura que su plan nuclear es pacífico.