México, 26 ene (EFE).- El expresidente mexicano Felipe Calderón (2006-2012) consideró hoy «un chiste» la afirmación del mandatario venezolano, Nicolás Maduro, de que su visita a Venezuela fue financiada por el narcotráfico.
«La verdad es que esto de decir que a mí me pagan los narcotraficantes por venir es un chiste», declaró a Radio Fórmula desde Caracas el político del conservador Partido Acción Nacional (PAN), quien durante su mandato lanzó una lucha frontal contra los carteles de las drogas.
«La verdad es que los primeros sorprendidos son los propios narcotraficantes, no ha de faltar uno muy indignado por ahí», anotó Calderón, quien durante su Presidencia protagonizó varios roces con el fallecido gobernante venezolano, Hugo Chávez.
Maduro hizo la afirmación el pasado viernes, al cuestionar la visita a su país de Calderón y los expresidentes de Colombia Andrés Pastrana (1998-2002) y de Chile Sebastián Piñera (2010-2014) a un foro organizado por la opositora María Corina Machado y el partido Voluntad Popular.
Además de insinuar que el viaje de los exgobernantes había sido promovido por narcotraficantes, Maduro dijo que los políticos latinoamericanos apoyaban un golpe de Estado en su país.
Calderón descartó los señalamientos de Maduro y dijo que acudió a Venezuela a reiterar su solidaridad con los presos políticos de ese país, en especial al líder opositor Leopoldo López.
El expresidente también descartó pedir al Gobierno de Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), un pronunciamiento en contra de las declaraciones de Maduro.
«Creo que el Gobierno tiene suficientes problemas como para pedirle que se haga cargo de otras tareas», expresó.
Pastrana y Piñera tenían previsto visitar a López en la cárcel militar en la que está recluido desde hace casi un año, acusado de instigar las protestas antigubernamentales que dejaron 43 muertos, pero las autoridades venezolanas lo impidieron. EFE
No tiene México suficiente calamidad como para que sus ex-presidentes se dediquen a jugar de «iluminadores» del mundo?
Lo que Calderón dejó en México, tras su gobierno, es tan vergonzoso que no me explico con qué cara se atreve a jugar de «libertador» en un país extranjero. Si mirara la viga que hay en el «ojo de México», se sentiría tan indigno que ni siquiera se atrevería a pronunciaría la palabra «Venezuela». Me resulta muy difícil encontrar las palabras para describir la calamitosa situación mejicana y la repugnancia de las monstruosidades que suceden con frecuencia en dicho país. Entonces, qué clase de sin-verguenzas tienen que ser Calderón y sus apoyadores y acompañantes? Por eso, no me sorprendería en lo más mínimo que las afirmaciones de Maduro fueran ciertas.