Pekín, 24 feb (EFE).- La nieve, granizo, lluvia y niebla que sacude China estos días provoca ya numerosos retrasos de vuelos y cierres de carreteras que dificultan el regreso a los lugares de trabajo tras las vacaciones del Año Nuevo Lunar, que concluyen el miércoles.
Según publica hoy la agencia oficial Xinhua, el regreso está siendo aún más difícil que la partida, cuando se produjeron 2.800 millones de desplazamientos, un 3,4 % más que el año pasado.
El Centro Meteorológico de China advirtió el martes de fuertes nevadas en la mayor parte de las regiones del norte, y lluvia y niebla en la mayoría del sur del país, lo que ya complica la vuelta del mayor desplazamiento del planeta.
Por ejemplo, al noreste de China, en la provincia de Heilongjiang, cientos de pasajeros se resguardan en estaciones de tren después de que sus vuelos quedaran suspendidos y muchas carreteras cortadas debido a las heladas.
Algunas provincias han fletado autobuses que parten a Pekín y a ciudades próximas para ayudar a trasladar a los pasajeros, que mañana tienen que estar de vuelta en el trabajo, y los menores a la escuela.
Mientras, la estación de tren del sur de Pekín, la más grande de la capital, espera recibir alrededor de 250.000 llegadas de trenes entre hoy y mañana, y por su parte las carreteras que conectan a la capital ya se encuentran congestionadas.
El Festival de la Primavera, o del Año Nuevo Lunar, es el mayor periodo vacacional de los ciudadanos chinos -hasta dos semanas libres-, motivo por el cual la mayoría de ciudadanos del país asiático aprovecha para viajar y reencontrarse con sus familias.
