viernes 1, diciembre 2023
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Cuba formula sus exigencias para las nuevas negociaciones con EEUU

La Habana/Washington, 26 feb (dpa) – Cuba y Estados Unidos retomarán mañana una negociación histórica destinada a allanar el camino para la prevista reapertura de embajadas, en un diálogo espinoso al que ambas partes acuden con expectativas dispares.

Sobre todo Cuba vinculó expresamente los avances en las conversaciones, que deben durar unas seis horas en la capital norteamericana, a la retirada de la isla de la «lista negra» en la que Estados Unidos tiene en estos momentos a cuatro países a los que considera «patrocinadores del terrorismo».

«Esperamos recibir respuestas», dijo el subjefe de la delegación cubana, Gustavo Machín, en una comparecencia de prensa en La Habana restringida únicamente a medios locales y estadounidenses, justo antes de que la delegación cubana viaje a Washington.

Que la isla siga en la lista de en la que figura desde 1982 «sería un contrasentido», aseguró el subdirector de Asuntos de Estados Unidos en la cancillería cubana y «número dos» de la jefa de delegación, Josefina Vidal.

Estados Unidos, por su parte, rechazó relacionar ambos temas.

«Son dos procedimientos separados. No los vinculamos», subrayaron el miércoles en Washington fuentes anónimas del Departamento de Estado.

La decisión de sacar a un país de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo es una prerrogativa de la Casa Blanca. La medida entraría en vigor 45 días después de que la administración de Barack Obama, en este caso, comunicase su decisión al Congreso.

Las sanciones contempladas por la lista del Departamento de Estado no tuvieron en realidad mayores consecuencias directas para la isla desde 1982, ya que Cuba está desde comienzos de los años 60 sometida a un duro embargo ecómico y comercial por parte de Estados Unidos.

La retirada de Cuba de la «lista negra», sin embargo, sí tendría repercusiones para la imagen de la isla socialista en el extranjero, en momentos en que el país busca atraer más inversiones para su economía.

La administración de Ronald Reagan colocó a Cuba en 1982 en la lista en la que están actualmente ademas Irán, Sudán y Siria. Y aunque la isla tiene un largo historial de apoyo a movimientos insurgentes en América Latina y África en décadas pasadas, el castrismo se ha distanciado en la práctica desde hace tiempo de la lucha armada.

El diplomático Machín formuló además otras exigencias de su país, dirigidas sobre todo a contrarrestar las críticas que hizo la propia delegación estadounidense en su visita a la isla para la primera ronda de negociaciones a mediados de enero.

La jefa negociadora estadounidense, Roberta Jacobson, aseguró entonces que la situación de los derechos humanos en Cuba seguía siendo una prioridad de su gobierno y que Washington continuaría apoyando a la disidencia cubana.

La Habana llevará a Washington un propuesta propia para hablar de derechos humanos, sostuvo Machín.

«Mostramos satisfacción porque el Departamento de Estado aceptó nuestra propuesta de sostener este diálogo sobre derechos humanos y la delegación que está viajando a Washington lleva una propuesta para la concreción de este diálogo bilateral sobre bases de igualdad y respeto», lo citó la agencia cubana Prensa Latina.

La isla equipara tradicionalmente los derechos humanos a avances sociales colectivos como el acceso universal a la educación y la salud, y rechaza vincularlos a derechos políticos individuales como las libertades de expresión y libre reunión.

Otro de los temas pendientes de respuesta mencionados por La Habana es la solución a los problemas financieros de su Sección de Intereses en Washington, que no tiene actualmente cuentas bancarias por dificultades derivadas del embargo económico de Estados Unidos.

Pese a las diferencias, la administración Obama se mostró optimista de cara a las negociaciones. Se espera que ambos países puedan encauzar en él la prevista reapertura de embajadas, algo que representaría un momento histórico tras la ruptura de relaciones en 1961.

«Ambos gobiernos tienen interés en hacerlo lo antes posible», aseguraron las fuentes del Departamento de Estado. Cuba, por su parte, prefirió la prudencia.

Las expectativas «ahora son más realistas», dijo Machín. «Hay una diferencia entre la voluntad y la práctica», citó el portal oficialista Cubadebate al diplomático.

A la Casa Blanca le gustaría llegar a un acuerdo antes de la Cumbre de las Américas que tendrá lugar el próximo mes de abril en Panamá, en la que Obama y Raúl Castro se verán por primera vez en un encuentro de este tipo.

Ambos mandatarios anunciaron a mediados de diciembre que ambos países reanudarán sus relaciones diplomáticas tras décadas de hostilidades. El paso, fraguado en 18 meses de negociaciones secretas y sellado con un intercambio de prisioneros, causó entonces sensación en el mundo entero.

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