Quito, 4 mar (EFE).- El ecuatoriano Fausto Eloy Basantes Cárdenas, hijo de una pareja de militantes del extinto grupo guerrillero Alfaro Vive Carajo (AVC), que operó en la década de los ochenta, recibió hoy su nuevo carné de identidad con los apellidos de sus padres, que omitió para evitar represalias políticas.
En el primer caso de «reparación a víctimas» de violaciones a derechos humanos ocurridas en el pasado y recogidas por una Comisión de la Verdad, Basantes Cárdenas dijo estar feliz por recibir, a los 29 años, su cédula de identidad con la información correcta sobre sus padres.
Él es hijo de Fausto Basantes (fallecido) y Rosa Mireya Cárdenas, exmilitantes de AVC, que operó durante el Gobierno del conservador León Febres Cordero (1984-1988), periodo en el que se investigan violaciones a derechos humanos y crímenes de lesa humanidad.
Fausto Eloy fue inscrito con el apellido de sus tíos, Wilson Basantes y Concepción Moreno, ya que su padre había muerto en circunstancias aún investigadas y su madre huido a Nicaragua, por temor a ser ejecutada.
Además, según relató el diario El Telégrafo en su versión de internet, Basantes Cárdenas tuvo que adoptar otras identidades cuando era niño para poder ir a Nicaragua para encontrarse con su madre, quien, según señaló, intentó hace años reparar la información de su hijo, pero no lo consiguió hasta ahora.
Rosa Mireya Cárdenas ha desempeñado cargos en el actual Gobierno del presidente izquierdista Rafael Correa, quien impulsó la investigación de las denuncias durante la Administración del fallecido Febres Cordero, cuyo periodo es considerado como uno de los más represivos de la historia reciente del país.
«No es una recuperación de identidad, sino un reconocimiento de la identidad», remarcó Basantes Cárdenas tras recibir su nuevo carné de identidad en el Registro Civil (Agencia de Identificación del Estado) en Quito.
«Hoy, por decisión política, se concretó y estamos agradecidos con el Gobierno», dijo su madre al precisar que jamás se separó de su hijo, que mostraba a los medios con alegría su nuevo carné.
Su abuela paterna, Lorena Elena Borja, también acudió al Registro Civil y remarcó que en este caso se hizo justicia. «Me recuerda a mi hijo a cada instante», dijo.
También estuvo Miguel Jarrín, quien contrajo matrimonio con Rosa Mireya Cárdenas en 1992, cuando la conoció en Nicaragua y que desde entonces acogió a Fausto Eloy como su hijo. «Me siento satisfecho y contento por mi familia», agregó.
De su lado, Ramiro Rivadeneira, defensor del Pueblo, dijo desconocer otros casos de personas que reclamen su identidad, aunque recordó que la Comisión de la Verdad estudió 456 casos, de los que 104 se encuentran en proceso de reparación por violación de derechos humanos.
En noviembre de 2013, la Asamblea Nacional (Parlamento) aprobó una ley sobre Reparación de las Víctimas y la Judicialización de Graves Violaciones de Derechos Humanos y Delitos de Lesa Humanidad ocurridos en Ecuador en un periodo comprendido entre el 4 de octubre de 1983 y el 31 de diciembre de 2008.
Un artículo de dicha ley establece la restitución de los apellidos paterno y materno de los hijos de las víctimas que fueron inscritos como hijos de otras personas, para evitar persecuciones políticas.
Rivadeneira explicó que los 104 casos son por ejecuciones extrajudiciales, torturas y otros tipos de violación a los derechos humanos.