Soy un creyente que aprendió a servir a Dios en el compromiso con los más pobres desde mi juventud, lo continué de religioso salesiano, de sacerdote diocesano y lo sostengo desde mi actual fe ecuménica. Milité los últimos años como político para buscar la transformación de esa desacreditada profesión y poder dibujar un mejor panorama socio económico en mi empobrecida provincia guanacasteca, manoseada siempre por los políticos de turno y sus decadentes partidos.
De mis recuerdos políticos de infancia el que más tengo presente fue el apoyo que en su momento di al partido Pueblo Unido, una coalición de partidos de izquierda liderada por Vanguardia Popular: mi bicicleta llevaba detrás una gran bandera roja… Además no olvido contemplar por años a mi padre como presidente de una Asociación de Desarrollo luchando diariamente por el bienestar de mi comunidad natal. Ambos recuerdos laten con vida propia y me empujan con la frente en alto y en mi pecho, a la izquierda, mi corazón latiendo fuerte.
Como misionero en países centroamericanos y como Director de CARITAS en Guanacaste y visitando otros países, descubrí los desastres de un orden social injusto, un capitalismo salvaje y una realidad política de violencia y corrupción impropia de países que se hacen llamar cristianos, y contraria al plan manifestado en el Reino Dios, caracterizado por la solidaridad, la verdad, la paz, la justicia, el compartir, el perdón y VIDA para todas las personas, indistintamente de su clase, edad, condición, sexo o religión. Descubrí que las religiones nacieron como instrumentos de liberación, pero se han utilizado más bien para la manipulación, el conformismo y el enriquecimiento de algunas iglesias, fomentando una espiritualidad moralista sin compromiso social ni político, muy lejos de la utopía liberadora que predicaba Jesús de Nazaret. Por eso me arriesgué a dar un paso más allá de la militancia religiosa. Fui diputado de la Asamblea Legislativa durante el año 2014 y fui obligado a renunciar a los nueve meses, víctima de un complot político orquestado por un pequeño grupo de poder desde el mismo partido donde militaba. Renuncié a ese partido cuando descubrí el nivel de corrupción política de alguna dirigencia, en nada diferente al de otros partidos tradicionales.
La solidaridad de la dirigencia del PVP la he experimentado años atrás no sólo al manifestar públicamente mi posición anti imperialista sino también en otras circunstancias:
– ¬se hizo patente en el juicio que le gané el ex presidente Oscar Arias el 31 de enero de 2007, con llamadas telefónicas, escritos de apoyo y su presencia en los Tribunales de Justicia de Liberia.
– A partir de entonces la comunicación con la dirigencia del PVP sería más fluida, tanto es así que en sendas ocasiones recibí la invitación a militar en el partido y a ser candidato a diputado desde mi provincia de Guanacaste.
– Apoyé al PVP en algunos procesos electorales facilitándole información de personas en distintas comunidades de la provincia y lugares para realizar reuniones…
– Participé el año pasado en la celebración del 83 aniversario del PVP en la capilla de Sión en la Asamblea Legislativa, conversé con sus dirigentes y me puse a su disposición.
– Con la violación del orden constitucional a raíz de la renuncia parlamentaria a la que fui coaccionado, aunque he recibido gestos solidarios de diputados y otras personas de varios partidos, el partido político que más solidaridad de todo tipo me ha brindado hasta este momento ha sido el PVP.
Tener la posibilidad de militar a partir de ahora con el PVP será no sólo la realización de un viejo sueño político que se reviste de esperanza sino también un fuerte empuje al compromiso de continuar la senda que desde hace años he seguido: desde un enfoque SOCIALISTA CRISTIANO abordar las problemáticas de la región Chorotega y aportar para la construcción constante de una base social que pueda responder oportunamente a las demandas de las maltratadas comunidades guanacastecas, empoderando a esta militancia chorotega en las luchas sociales hacia la liberación integral.
Desde esta perspectiva socialista, cristiana, guanacasteca y liberadora que me identifica, y como un nuevo parto político, le doy a partir de este día mi adhesión definitiva al Partido Vanguardia Popular, solicitando ser aceptado oficialmente en sus filas, tras las huellas que nos dejaron predecesores como Carlos Luis Fallas, Carmen Lyra, Manuel Mora, Arnoldo Ferreto y tantos otros valientes, y ahora con Trino Barrantes y Humberto Vargas como baluartes de los ideales tradicionales de la izquierda costarricense.
HOY 10 de marzo de 2015, celebrando los 115 años del nacimiento de Rafael Ángel Calderón Guardia, quien en los años cuarenta hizo alianza con el partido Vanguardia Popular para implementar las Garantías Sociales que le han dado mejor calidad de vida a las y los trabajadores de Costa Rica, estampo mi firma de puño y letra a esta petición.
Ronal Vargas Araya, ex diputado
Lo importante es no renunciar a estar siempre en una trinchera de lucha.