Quito, 16 mar (EFE).- El fiscal general de Ecuador, Galo Chiriboga, dijo hoy que espera que Estado Unidos extradite a Pedro Delgado, primo del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, declarado culpable en un caso por malversación de fondos públicos.
Chiriboga, en declaraciones a periodistas, dijo que prevé reunirse en los próximos días con el embajador de EEUU en Quito, Adam Namm, para comunicarle sobre la sentencia emitida por la justicia ecuatoriana el pasado domingo contra Delgado.
La Corte Nacional de Justicia declaró culpable del delito de peculado (malversación de fondos públicos) a Delgado, en un juicio por la concesión irregular de un crédito al argentino Gastón Duzac, por 800.000 dólares, en 2011.
Chiriboga aseguró que impulsará las acciones que ayuden a concretar la extradición de Delgado y remarcó que espera la reciprocidad del Gobierno de Washington para que el imputado se someta a la justicia del país.
El fiscal además prevé reunirse con la representación diplomática de Argentina en Quito para conversar sobre Duzac, también condenado en el mismo caso.
Chiriboga, asimismo, solicitó a la Policía la detención de Antonio Buñay, expresidente ejecutivo de Cofiec, quien se encuentra prófugo y sobre el que Migración no tiene registros de que haya salido del país.
Delgado, Duzac y Buñay fueron declarados autores de «peculado bancario» o malversación de fondos públicos que, según la normativa penal ecuatoriana, es un delito castigado con penas de entre 4 y 8 años de prisión.
Sobre Delgado pesaba ya una primera solicitud de extradición por «uso doloso de documento público», una infracción supuestamente cometida al utilizar un título universitario falso para cursar una maestría en Costa Rica, lo que le permitió llegar a ocupar altos cargos del Estado.
En diciembre de 2012, Delgado renunció a sus funciones como administrador del fideicomiso No Más Impunidad y presidente del Banco Central, tras revelar y admitir que usó de forma fraudulenta el título.
El exalto funcionario perdió el respaldo del presidente del país, Rafael Correa, quien lo criticó por causar un «grave daño» a la «Revolución Ciudadana», como se conoce al proyecto de su Gobierno.
