Washington, 18 mar (dpa)- La ministra de Asuntos Exteriores de Venezuela, Delcy Rodríguez, alertará mañana ante la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre «la agresión» de Estados Unidos a Venezuela, una semana después de que Washington impusiera sanciones a siete funcionarios venezolanos.
«Nosotros vinimos a alertar al consejo permanente extraordinario sobre esta agresión que significa considerar a Venezuela como una amenaza a la seguridad nacional de los Estados Unidos, como una amenaza a la política exterior de los Estados Unidos», dijo la canciller venezolana en una rueda de prensa posterior a la elección del uruguayo Luis Almagro como nuevo secretario general de la OEA.
Rodríguez exigió al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, derogar la orden ejecutiva aprobada el 9 de marzo, en la que anunciaba los nombres de los funcionarios venezolanos sancionados por su gobierno.
Caracas considera la orden ejecutiva una amenaza a su soberanía y una injerencia en los asuntos internos de Venezuela.
El consejo permanente de la OEA celebrará mañana jueves una sesión extraordinaria para recibir a la canciller venezolana.
El gobierno venezolano publicó el martes en «The New York Times» una carta abierta a los estadounidenses en la que aseguraba que «Venezuela no es una amenaza» para Estados Unidos y calificó la medida de Obama «unilateral y agresiva».
Washington, por su parte, no considera intervencionistas las sanciones aplicadas contra siete funcionarios venezolanos presuntamente culpables de violaciones de derechos humanos y de corrupción pública. Para la administración Obama es un acto soberano porque ellos deciden quién puede entrar o no en Estados Unidos y quién puede participar en el sistema financiero estadounidense.
El 9 de marzo el presidente Obama aplicó las sanciones contra siete funcionarios venezolanos.
Como suele ser habitual en la terminología de este tipo de órdenes presidenciales, a la hora de implementar las sanciones Obama declaró «una emergencia nacional con respecto a la amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos planteada por la situación de Venezuela». Esta declaración permite implementar las sanciones.
A los funcionarios venezolanos afectados se les han bloqueado o congelado las propiedades y cuentas bancarias en Estados Unidos y se les prohibirá la entrada al país. Además, se ha prohibido a los estadounidenses que hagan negocios con ellos.