Washington, 23 mar (dpa) – El senador republicano de origen cubano Ted Cruz, uno de los rostros más conocidos del ala ultraconservadora del Tea Party, aspira a convertirse en el primer presidente hispano de Estados Unidos, pero su conservadurismo a ultranza podría ser un obstáculo insuperable para sus aspiraciones.
Rafael Edward «Ted» Cruz, hijo de un exiliado cubano y una estadounidense, nació en Calgary, Canadá, cuando sus padres estaban trabajando allí en la industria petrolera en los años 70. Cruz renunció el año pasado al pasaporte canadiense, ya que la presidencia de Estados Unidos está reservada a estadounidenses de nacimiento y él lo es al ser hijo de una ciudadana de ese país.
Su padre, Rafael Cruz, luchó contra la dictadura de Fulgencio Batista y a los 18 años dejó su Cuba natal para irse vivir a Estados Unidos. No sabía inglés y no tenía dinero. Se pagó sus estudios limpiando platos y se licenció en matemáticas.
Sus padres estuvieron a punto de separarse cuando él tenía tres años, pero su padre, que ahora es pastor baptista en Texas, regresó a casa con su familia después de unirse a un grupo de estudio de la Biblia.
Ted Cruz, un abogado de 44 años, estudió en las universidades de Princeton y Harward y realizó casi toda su carrera política en Texas. Trabajó en la campaña política del presidente George W. Bush. Y entre 2003 y 2008 fue procurador general de Texas. Está casado y tiene dos hijas.
Aterrizó en Washington en enero de 2013 impulsado por la ola ultraconservadora del Tea Party. Desde su llegada a la capital estadounidense, este senador de Texas se ha convertido en uno de los detractores más visibles de las políticas del presidente Barack Obama y uno de los senadores más controvertidos.
En septiembre de 2013 habló durante 21 horas y 19 minutos ante el pleno del Senado, en un ejercicio de obstruccionismo parlamentario con el que intentó torpedear la reforma sanitaria del presidente Obama, que ha prometido revocar si llega a ser presidente. Su discurso maratoniano incluyó la lectura del clásico de Dr. Seuss «Huevos verdes con jamón» a sus hijas que lo estaban viendo por la televisión.
Los demócratas le culpan del cierre parcial administrativo del gobierno federal durante 16 días por falta de presupuesto para financiarlo en otoño de 2013.
A pesar de ser el hijo de un exiliado cubano, se opone a la reforma migratoria y a la legalización de los 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos.
También se opone a la reanudación de relaciones bilaterales con Cuba y al levantamiento del embargo a la isla. Cruz calificó de «un mal acuerdo» y un «error trágico» el histórico acuerdo alcanzado en diciembre por Obama para restablecer relaciones con La Habana tras medio siglo de ruptura y enfrentamiento ideológico.
En política exterior, defiende a Israel y se opone a cualquier acuerdo nuclear on Irán. Cruz fue uno de los 47 senadores republicanos que publicaron una carta abierta a Teherán, advirtiendo a los líderes iraníes de que un acuerdo nuclear podría ser tumbado rápidamente si no es aprobado en el Congreso de Estados Unidos, donde el partido de la oposición tiene la mayoría.
La Casa Blanca los acusó de querer socavar las delicadas negociaciones nucleares de la comunidad internacional con Irán con tal de apuntarse puntos políticos frente al presidente Barack Obama.
Su conservadurismo social -es muy religioso y se opone al matrimonio homosexual y al aborto- podría espantar a los votantes más moderados.
Según los analistas políticos y las encuestas, tiene pocas posibilidadades de ganar la candidatura republicana a las elecciones presidenciales de 2016.