Seyne-les-Alpes (Francia), 24 mar (EFE).- La mala meteorología puede dificultar mañana las labores de rescate del avión de Germanwings siniestrado hoy en los Alpes franceses, que han sido canceladas temporalmente ante la falta de visibilidad por la caída de la noche.
Una portavoz del Servicio Interregional de Météo-France del sudeste francés informó hoy a EFE de que se espera un agravamiento de las condiciones meteorológicas «a partir del final de la noche o primeras horas de la mañana, con nieve a partir de 1.500 metros».
Mañana, según ese portavoz, la meteorología «estará perturbada todo el día, no con mucha nieve, pero en cantidad suficiente para dificultar los trabajos».
El Ministerio francés del Interior detalló hoy que ha movilizado importantes medios humanos y materiales para hacer frente a la catástrofe, que tuvo lugar en el macizo de los Trois Evêches, en el departamento francés de Alpes de Haute-Provence.
Cinco helicópteros de la Gendarmería Nacional, otros siete del Ministerio de Defensa y tres del departamento de Seguridad Civil, así como un avión de suministro C135FR, han sido movilizados para acceder a la zona, a la que no es posible llegar por carretera.
Un total de 380 bomberos y más de 300 gendarmes también han sido movilizados, y cinco de esos gendarmes van a permanecer durante la noche cerca de los restos de la aeronave para garantizar que las pesquisas pueden proseguir mañana en las mejores condiciones.
El monitor de esquí y guía de montaña Mathieu Subé, vecino de la localidad vecina de Barcelonette, dijo hoy a Efe que el acceso a la zona resulta «muy difícil», por lo que una mala meteorología complicará aún más el trabajo cuando éste se retome.
Está previsto que mañana el presidente francés, François Hollande, junto con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y la canciller alemana, Angela Merkel, observen en primera persona el dispositivo desplegado sobre el lugar, en un viaje que incluirá una visita a la capilla ardiente habilitada para las familias de las víctimas.
La mayoría de las 150 personas que viajaban en el vuelo de la filial de bajo coste de Lufthansa eran pasajeros alemanes que regresaban a sus casas tras pasar unos días en Barcelona y Palma de Mallorca. EFE
