San José, 2 Abr (Elpaís.cr) – El portero Esteban Alvarado fue una de las pocas certezas que se llevó el seleccionador Paulo Wanchope tras la doble fecha FIFA, siendo figura determinante para que los ticos no se trajeran una goleada de Panamá.
El guardameta del AZ Alkmaar tenía la difícil tarea de relevar en el arco, al que es sin dudas, el jugador más querido y a su vez uno de los fundamentales de la ‘Tricolor’, el madridista Keylor Navas. Sin embargo, el gigante no se amilanó ante el reto y al contrario, con sus intervenciones le dio confianza al equipo en un momento de verdadera inseguridad.
Un claro ejemplo es el mano a mano que le tapó a Luis Tejada a los 10′, cuando la zaga achicó mal y dejó habilitado al atacante, pero el exSaprissa ahogó el grito de gol cerrando el arco utilizando su estatura y corpulencia.
A sus 25 años, el portero apenas jugó su cuarto partido con la ‘Sele’, debido a que una serie de enfrentamientos y diferencias con el técnico anterior lo hicieron perderse el proceso eliminatorio y la Copa del Mundo de Brasil.
En cambio para Wanchope, todo indica que el mundialista Sub-20 en Egipto, donde fue Guante de Oro, será el segundo en consideración, después de Navas claro está.
Su responsabilidad en los goles de Blas Pérez y Tejada es nula, y más bien en el 2-0 intervino desviando un potente disparo desde fuera del área que pegó en el travesaño, en el rebote reaccionó rápido y bloqueó el tiro de Pérez, no obstante, el ‘Matador’ sí logró vencerlo ante la falta de asistencia de sus compañeros, a quienes el meta les reclamó posteriormente.
Asimismo, la única mancha en su actuación y que quizá es una de sus debilidades (las salidas), ocurrió en la segunda etapa cuando tras un lateral-centro de Machado, el arquero salió lejos de su arco, no atrapó la pelota, la dejó suelta y Alberto Quintero le bajó trascendencia al yerro tras tirar la pelota por arriba con el arco vacío.
Una de sus últimas estiradas importantes llegó a los 75′, cuando se arrojó contra su poste izquierdo para sacar un peligroso disparo raso de Pérez al córner.
Con el buen desempeño de un solo jugador no alcanza para ganar un partido, sin embargo, en los fogueos la idea principal es ver rendimientos y respuestas de futbolistas en momentos de alta exigencia, de presión, y Alvarado fue uno de los pocos que demostró su alto nivel y levantó la mano para que Wanchope lo siga tomando en cuenta.