Tel Aviv, 2 abr (dpa) – El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, consideró hoy que el acuerdo de principios alcanzado con Irán debe demandar una «clara reducción de las capacidades nucleares» de Teherán.
Todo acuerdo debe «frenar el terrorimsmo y las agresiones» de Irán, escribió Netanyahu en Twitter.
El ministro de Economía, Naftali Bennett, criticó duramente el acuerdo alcanzado en Lausana. «El régimen terrorista más radical islámico del mundo recibe un certificado oficial kosher por su programa nuclear ilegal», indicó, irónico, en Twitter.
Previamente, el ministro israelí a cargo de los servicios secretos, Yuval Steinitz, amenazó indirectamente con un ataque militar contra instalaciones nucleares iraníes.
«El jefe de gobierno (Netanyahu) ha dicho que Israel no puede permitir a Irán convertirse en una potencia nuclear», dijo Steinitz en declaraciones a la radio israelí antes de que conociera al acuerdo alcanzado en Suiza por el grupo 5+1 con Irán.
Al ser consultado si en caso de necesidad Israel atacaría militarmente Irán para impedir que se dotara de armas nucleares, respondió: «Todas las opciones están sobre la mesa».
«Cuando no tenemos otra opción, no tenemos otra opción», dijo el miembro del partido conservador Likud, en referencia a si se podría llegar a actuar aun cuando fuese en contra de la voluntad de Estados Unidos. «No quiero hablar de opciones militares, sino tan sólo señalar que existen».
Israel considera que el programa nuclear iraní supone un peligro para su existencia. Netanyahu considera que Teherán, a pesar de llegar a un acuerdo con Occidente, seguirá impulsando la bomba nuclear.
En las próximas semanas el grupo 5+1 deberá negociar los detalles para alcanzar un acuerdo definitivo con Irán, que permitiría poner fin al conflicto sobre su controvertido programa nuclear, que ya lleva varios años.
El acuerdo final limitará el programa de enriquecimiento de uranio, así como el desarrollo y la investigación nuclear de Irán. A cambio se levantarán las sanciones contra Teherán impuestas por la ONU, la UE y Estados Unidos.DPA
