San José, 2 Abr (Elpaís.cr) – Esa es la sensación que queda tras los dos fogueos que jugó la selección de Costa Rica, el jueves anterior frente a Paraguay en casa y el martes pasado en Panamá.
La que acaba de pasar, era una doble fecha FIFA que se prestaba para cumplir la función principal de estos partidos: probar jugadores que podrían ser recambio de algún infaltable, cuando en un momento determinado no esté en condiciones de calzarse la camiseta del combinado nacional.
Precisamente, con antelación el seleccionador Paulo Wanchope se enteró de las ausencias de tres componentes fundamentales de su defensa: Giancarlo González, Bryan Oviedo y Cristian Gamboa, todos con lesiones sufridas en sus respectivos clubes, por lo que frente a los paraguayos y los ‘Canaleros’ había que tomarle examen a futbolistas de buen presente en el ámbito local para ver su desempeño en momentos importantes de la ‘Sele’.
Los únicos consolidados que sí pudieron estar fueron Óscar Duarte y Júnior Díaz, quienes formaron dupla central en el primer juego contra los sudamericanos y salvo un par de descuidos puntuales: en el minuto 3 cuando les robaron la espalda y Keylor Navas tuvo que salir a poner calma, y el del 40′, cuando les hicieron la misma jugada y Waylon Francis cometió un claro penal que el juez no cobró, su comportamiento fue correcto.
Sin embargo, en cuanto a la labor de los laterales Dave Myrie y Francis, anduvieron muy distantes de los aportes que regularmente ofrecen Gamboa y Oviedo, escasas veces fueron opción de pase o distracción en ataque y tampoco hicieron desbordes, en un partido que fue apenas aceptable por parte de la ‘Tricolor’.
Las mayores oportunidades llegaron en el segundo juego, en tierras panameñas. El técnico Paulo Wanchope se vio en la necesidad de emplear una defensa inédita ante la ausencia de Duarte por un desgarro. Lo sustituyó Keyner Brown, mientras el limonense Lemark Hernández ingresó por Francis. Myrie y Díaz completaron la línea de cuatro.
Conforme pasaba la etapa inicial, la defensa dejaba mucho que desear: aplicaron mal el achique, llegaron tarde a las coberturas y fueron desbordados y superados en varias ocasiones por los rivales tanto por el centro como por los costados, principalmente en el izquierdo, que vio salir a los 43′ al debutante Hernández para dejarle su puesto a Francisco Calvo.
Seguramente el nerviosismo y la ansiedad les pasaron factura tanto a Hernández como a Brown, en un ambiente difícil y con un rival hambriento y deseoso de enterrar en el Rommel Fernández el invicto de la ‘Tricolor’.
Incluso en diversos momentos se pudo observar los rostros de Díaz y del arquero Esteban Alvarado mostrando desaprobación por lo que sucedía en el césped del reducto ‘Canalero’, no obstante, la entrada de Calvo más una actitud diferente de mediocampistas y ofensivos en la complementaria, le colaboraron a la defensa para que no quedara tan expuesta, se formara un equipo más corto, con más recuperación de pelota y generación de algunas llegadas al arco contrario.
Aunque esto fue apenas suficiente para conseguir el descuento y Costa Rica perdió después de permanecer por casi 10 meses invicta, hubo una mejora que por lo menos ayudó para digerir una derrota de la que ‘Chope’ afirmó sacar «buenas conclusiones», pese a que en general, el nivel mostrado por la selección en los dos fogueos está muy distante de lo que se espera de un seleccionado cuartofinalista de un Mundial.
El estratega pidió no «crucificar» a los debutantes, quienes por primera vez vivieron un ‘simulacro’ de lo que son los cotejos por eliminatoria y además tuvieron que suplantar a piezas fundamentales, sin embargo, las oportunidades en selección son escasas porque las fechas FIFA son contadas y hay que aprovecharlas al máximo, ya que no se sabe cuándo les llegará de vuelta una ocasión tan perfecta como esta, para demostrar sus capacidades con la ‘Roja’ puesta.