jueves 30, marzo 2023
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Guanacaste arde: Incendios han consumido más de 1800 hectáreas de zonas protegidas

Nicoya, 12 Abr (vozdeguanacste.com/ElPaís.cr) – La guerra contra los incendios forestales en Nicoya y Santa Cruz  tiene varios frentes. Cuatro focos de incendios tiene en alerta máxima a las autoridades de conservación, que han visto como  en menos de una semana el fuego destruyó a más de 1800 hectáreas (há)  de bosques secundarios y primarios.

Desde principio de abril que el fuego ha hecho de las suyas en parques y corredores biológicos.

El 7 de abril inició la quema en el parque nacional Diriá en Santa Cruz, devorando unas 800 há de bosque secundario con más de 30 años de evolución. Mientras en el parque Barra Honda de Nicoya  el fuego ha consumido otras 200 há.

Misma situación atraviesan los Cerros de Jesús en el sector de Mansión, cuyo corredor biológico ya había perdido más de 300 há  a principio de febrero, pero un nuevo fuego ha destruído  500 há por el momento.

Por su parte el humedal Corral de Piedra en Nicoya tiene cuatro días que arder, 300 há ya fueron devastadas por el fuego.

De acuerdo con el Director del Área de Conservación Tempisque (ACT) Nelson Marín, se sospecha que todos los focos de incendio han sido provocados intencionalmente.

“Todo parece indicar que se trata de fuego intencional pues en los casos de los parques Barra Honda y Diriá el fuego comenzó en el centro, donde no existen fincas privadas cerca, y en los demás casos estamos realizando las averiguaciones pues existen sospechas”, dijo Marín.

La voz de Guanacaste visitó el Diriá y desde el mirador de Los Ángeles de Arado se logra apreciar las altas columnas de humo y fuego que castigan sin misericordia la seca vegetación en las faldas del cerro Vista al Mar al oeste, mientras en el sector norte hacia el cerro el Picudo otra conflagración amenaza las espesas montañas.

 Jorge Castrillo, administrador del Parque Diriá, lamentó los daños ocasionados.

“Lo más lamentable es que ha afectado a un área muy sensible, por tratarse de la cuenca del Río En medio, el cual es uno de los tres mantos acuíferos que abastecen de agua potable a la ciudad de Santa Cruz y por estar a una altura  aproximada a los 500 metros sobre el nivel del mar, permite que su ecosistema sea diferente al de la parte baja del parque”, dijo Castrillo.

Castrillo explicó que los daños al ecosistema y al manto acuífero son invaluables, y muy difícil de reponer.

Por su parte, Gerardo Cabalceta brigadista que atiende el siniestro en el Diriá, explica las penurias por las que atraviesan luchando contra el fuego:

“Son lugares de difícil acceso, para llegar hasta donde debemos hacer rondas duramos hasta dos horas, hay partes donde es imposible llegar, algunas veces lo que hacemos es usar cuerdas para deslizarnos unos tras otros, algunas veces corriendo el peligro de que nos alcancen piedras calientes que se desprenden de las llamas”, dijo Cabalceta.

Unas  100 personas entre brigadistas y personal operativo redoblan esfuerzos para tomar control de los incendios, sin embargo el control de momento es relativo, pues aunque se está neutralizando, el avance del fuego lleva  varios días para poder apagarlo totalmente.

Cultura de quemas en Guanacaste

En Guanacaste y en todo Costa Rica el control de incendios forestales es una actividad regulada por el Sinac (para áreas protegidas) y Bomberos (para zonas privadas). Aunque ambas instituciones aceptan que carecen de algunos recursos, la principal amenaza que afrontan es la poca precaución que existe en el país.

Para Luis Diego Román, Coordinador del Programa Nacional de Manejo del Fuego del Sinac, el gran desafío que tiene la provincia de Guanacaste es poder concientizar a la población del peligro del uso de fuego en la agricultura o en la quema de basura.

“Faltan recursos para fortalecer la prevención, para trabajar con la sociedad. En Guanacaste es un asunto muy cultural el uso del fuego y con los vientos que se están presentando, una chispa puede salir y convertirse en un gran incendio. Hay que trabajar mucho con la sociedad”, comentó Román.

En el 2014 el país tuvo una afectación de 30.440 hectáreas, tanto en áreas protegidas como en propiedades privadas. De ese total, 25.951 hectáreas fueron en Guanacaste, lo que significa que casi un 80% de los incendios ocurrieron solo en esta provincia.

Eithel Barrantes, sub jefe de bomberos en Nicoya, explicó que otro de los problemas que se presentan en Guanacaste es que no todos los finqueros tienen sus propiedades con el pasto al puro borde del suelo.

“Tenemos que mejorar la preocupación del propio finquero; el finquero debe tener sus fincas bien limpias, quitar la maleza, quitar las hojas. Si un finquero tiene su propiedad bien limpia, se asegura que si alguna propiedad vecina se incendia hasta ahí llega el fuego”, aseveró Barrantes.

La falta de educación en materia de quemas es uno de los puntos débiles en el que el Estado ha fallado, según Luciano Capeli, director de la campaña Un Verano sin Incendios Forestales: “La atención que el Estado ha dedicado al tema de incendios forestales, sinceramente creo que ha sido muy poca. Todo el trabajo de educación y prevención que se había hecho hasta hace dos años en el país, habían sido obra de voluntades individuales, no de un plan coordinado y apoyado por el Estado”, dijo Capeli.

Apagando fuego con leyes

Según Román, desde el gobierno anterior, se viene trabajando en la Asamblea Legislativa un proyecto llamado Ley de Manejo Integral de Fuego, con el que se incrementaría el apoyo económico.

“No vamos a ocultar el sol con un dedo; sí hace falta recurso para el control de fuego, sobretodo (de recurso) personal. Para controlar el fuego a nivel nacional ahorita solo tenemos 300 funcionarios, por eso es que nos ayudan las brigadas forestales voluntarias”, mencionó Román.

Además, con un aumento económico, el Sinac podría disponer de mayor tecnología como la compra de cámaras especializadas que detectan la presencia de fuego. También las quemas de forestales podrían ser castigadas como delitos penales.

Por otro lado, el país ha dado avances de manera positiva, pues el sub jefe de bomberos en Nicoya cuenta que desde hace un poco más de seis meses se incrementó la instalación de hidrantes, los cuáles antes eran escasos. Según Barrantes, solo en el cantón de Nicoya se instalaron 50 hidrantes distribuidos tanto en el centro del cantón, como en los alrededores.

“Se hace un gran esfuerzo el país, pero a veces cuesta mucho. El control de incendios es un tema que hay que hacerle frente, pero el problema es que a veces pasan las administraciones y no se hace nada”, concluyó Román.

Texto: Henry Morales Navarro y Roberto Acuña Ávalos

Fotos: Ariana Crespo y Luciano Capelli

Vozdeguanacaste.com

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