San José, 12 Abr (Elpaís.cr) – El arquero tico fue partícipe de otra jornada tranquila bajo los tres postes del Madrid, salvo por un fuerte choque con Pepe que le produjo un corte en una de sus orejas, sin embargo, el golero aseguró tras el duelo estar en óptimas condiciones.
En el estadio Santiago Bernabéu y ante el Eibar, los ‘Merengues’ disputaban un partido fundamental en la lucha cabeza a cabeza que tienen con el líder Barça. Necesitaban ganar para quedar a un punto, esperando un posible resbalón de los azulgranas en el feudo de un Sevilla que, no pierde en el Ramón Sánchez Pizjuán desde hace 14 meses. Todo esto se cumplió casi a la perfección.
Navas jugó su noveno partido oficial, cuarto por Liga BBVA, en los que acumula siete goles en contra y este sábado ligó su segundo cotejo sin recibir anotaciones, tampoco remates.
Al igual que hace un mes en la visita del Levante a la ‘casa blanca’, el meta tuvo una tarde bastante relajada. Su equipo no requirió de sus reflejos, achiques o voladas, no obstante, la única acción de peligro y que preocupó fue un choque al 70′ con el portugués Pepe, en el que el costarricense resultó golpeado y con un corte en su oreja izquierda.
La jugada no pasó a más, el portero recibió la atención correspondiente y terminó el juego sin problemas. Incluso, después del encuentro Navas confirmó que no fue nada grave, solo «un golpe fuerte».
Por otro lado, la importancia de este partido no solo radicó en la vuelta del tico a la titularidad, sino en que el Madrid consiguió la mano que necesitaba para recortarle dos puntos al Barcelona (75 a 73). Con los tantos de Cristiano Ronaldo, Javier Hernández y Jesé, el Real completó una semana de nueve unidades, mientras el Sevilla hizo el resto de trabajo empatándole un 0-2 al Barça.
A falta de siete jornadas para el fin de la campaña, los sevillistas provocaron que el rumbo de la Liga cambiará ligeramente: la ventaja de los catalanes se redujo a la mitad y el margen de error se achica cada vez más, sin embargo, lo que no varía es la obligación de ambas escuadras de no ceder más terreno, porque a estas alturas de la temporada los tropiezos se pagan con un precio muy alto.