Ankara, 13 abr (EFE).- Turquía endureció hoy su fuerte crítica al papa Francisco por haber hablado el pasado domingo de «genocidio armenio» a manos del Imperio Otomano y anunció que tomará medidas contra el Vaticano.
El ministro turco de Exteriores, Mevlüt Çavusoglu, señaló que usar el término «genocidio» en el contexto de lo ocurrido hace un siglo en Turquía revela una postura «contradictoria y discriminatoria» por parte del Vaticano.
En declaraciones a la agencia de noticias turca Anadolu durante una visita a Mongolia, el ministro insistió en la versión oficial turca de los hechos que ocurrieron hace 100 años.
Turquía considera las masacres de armenios cristianos entre 1915 y 1917 solo como un conflicto armado más dentro del contexto de la Primera Guerra Mundial y en el que también murieron muchos musulmanes.
Las palabras del papa «revelan una discriminación de los musulmanes y turcos frente a los cristianos», aseveró el jefe de la diplomacia turca.
«Las medidas que se tomen (contra el Vaticano) se harán públicas después de nuestras deliberaciones», advirtió en una rueda de prensa en Ulán Bator, capital de Mongolia, según recogen los medios de comunicación turcos.
Al utilizar expresiones del fallecido papa Juan Pablo II, redactadas en 2001, Francisco se refirió el domingo al «atroz y descabellado exterminio» de los armenios, que «generalmente es considerado como ‘el primer genocidio del siglo XX'».
Pese a esta cautelosa formulación, la reacción turca fue inmediata y contundente.
El Ministerio de Exteriores convocó al nuncio papal en Ankara, Antonio Lucibello, a quien entregó una nota formal de protesta.
Además, Ankara llamó a consultas a su embajador en el Vaticano, Mehmet Paçaci, quien se encuentra en Turquía desde anoche.
Çavusoglu subrayó hoy que «genocidio» es un concepto jurídico y el papa lo ha usado para la tragedia en 1915, mientras duda en utilizarla para masacres en Bosnia y Ruanda, donde se confirmaron sendos genocidios mediante decisiones judiciales.
«Lamentablemente, la Historia se convirtió en un instrumento de la política. Antes que nada, un hombre religioso debería haber mandado un mensaje de fraternidad, paz y tolerancia frente al reciente aumento del racismo, la discriminación, la xenofobia y la intolerancia «, concluyó el ministro.
A el se unió hoy el jefe de la oficina estatal de asuntos religiosos de Turquía (Diyanet), Mehmet Görmez, quien afirmó que el Vaticano está influido por grupos de presión y empresas de relaciones públicas.
«Es perturbador que grupos de presión políticos y empresas de relaciones públicas han extendido sus actividades a instituciones religiosas», dijo Görmez, citado por la agencia Anadolu.
Asimismo, expresó su «pena» por los comentarios del papa Francisco que describió como «alegaciones sin fundamento».
Por su parte, el presidente del Parlamento turco, Cemil Çiçek, condenó las palabras del papa como «injuria» y «discriminación».
«Es una declaración que provoca discriminación política, racismo y agitación del odio», dijo Çiçek.
El primer ministro turco, Ahmut Davutoglu, ya había expresado su malestar el domingo y consideró que el pontífice actuó «bajo ciertas influencias debido a su ignorancia o conocimiento insuficiente de la historia».
En este contexto, expresó su esperanza en que la máxima autoridad del catolicismo reconsidere su postura.
El conflicto dialéctico e histórico con el papa Francisco ocupa hoy las portadas de toda la prensa turca, con titulares como «Nueva Cruzada», «1915, Crisis con el papa» o «Papa, ocúpate de tus asuntos».
Turquía, sucesora legal del Imperio Otomano disuelto tras la Primera Guerra Mundial, nunca ha aceptado que la matanza entre 1915 y 1917, de 1,5 millones de armenios, como generalmente se asume, fue un «genocidio» y también rechaza la citada cifra de muertos.
Para Ankara, que cifra en medio millón el número de víctimas, se trató de masacres de unos a otros, es decir, armenios contra turcos musulmanes, en enfrentamientos violentos entre etnias en medio de la Primera Guerra Mundial.
Turquía, donde hoy viven apenas unos 50.000 armenios, argumenta que durante la guerra los armenios formaron grupos de militantes para ayudar a que Rusia avanzara en Anatolia, y provocaron así el pánico en el Ejército otomano. EFE