Fürstenberg/Oranienburg (Alemania), 20 abr (dpa) – Sobrevivientes de los campos de concentración nazis de Ravensbrück y Sachsenhausen recordaron el domingo 19 a las víctimas del genocidio y llamaron a oponer resistencia al racismo, al cumplirse el 70 aniversario de la liberación de los campos.
«Nuestros camaradas que murieron aquí no deben ser olvidados nunca», instó Annette Chalut, presidenta del Comité Internacional de Ravensbrück, cerca de Berlín.
Chalut llamó a las jóvenes generaciones a mantener vivo el recuerdo y permanecer alerta. «El mal acecha por todos lados. Tenemos que reconocerlo a tiempo», advirtió.
«No debemos callar cuando seamos testigos de racismo, antisemitismo y extremismo», dijo la ministra alemana de Educación, Johanna Wanka, quien recordó la responsabilidad y el compromiso que cabe a los alemanes por los horrores del nacionalsocialismo.
«¿Queremos vivir en un país en el que sigue habiendo antisemitismo y discriminación? ¿En el que incendian centros de refugiados?», se preguntó el titular alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, en su discurso en el antiguo campo de Sachsenhausen.
Roger Bordage, presidente del Comité Internacional de Sachsenhausen, recalcó en el acto en el antiguo campo ubicado a unos 50 kilómetros al norte de Berlín: «Es por esta razón que los sobrevivientes nunca dejaremos de dar testimonio de la historia de estos lugares ante las generaciones jóvenes de Europa».
Más de 2.700 personas de todo el mundo acudieron a los actos en estos dos antiguos campos cercanos a la capital alemana, entre ellos unos 160 sobrevivientes, que honraron la memoria de los muertos con minutos de silencio, canciones y poemas.
Muchos de los ex prisioneros viajaron desde lejos al lugar en el que padecieron un calvario difícil de imaginar. «Probablemente sea la última vez que vengo», dijo a dpa Herta Iris Avri, de Israel. «Cuando nos liberaron hace 70 años era una de las más jóvenes y ahora soy una de las más viejas», dijo la mujer, de 85 años. «Ahora vengo a despedirme».
Ravensbrück llegó a ser el mayor campo de concentración de mujeres en suelo alemán durante la era nazi y fue liberado por el Ejército soviético el 30 de abril de 1945.
Chalut plantó rosas en la fosa común del campo junto con Daniela Schadt, la compañera del presidente alemán Joachim Gauck, y Anna Komorowska, esposa del presidente polaco Bronislaw Komorowski.
Cerca de 132.000 mujeres y niños, 20.000 hombres y un millar de jóvenes mujeres procedentes de 40 naciones estuvieron presos en Ravensbrück y unas 25.000 mujeres y 2.500 hombres no sobrevivieron al cautiverio.
En Sachsenhausen estuvieron internadas unas 204.000 personas de toda Europa y decenas de miles perdieron la vida. Según la fundación que administra el ex campo, la cifra de víctimas mortales no puede precisarse pero en el registro de muertos al que se tiene acceso en Internet figuran los nombres de 22.000 víctimas.