Washington, 20 abr (EFE).- El Gobierno iraní acusó formalmente al periodista estadounidense de «The Washington Post» Jason Rezaian de espionaje y otros tres delitos graves, según indicó al diario su abogado.
El corresponsal jefe del «Post» en Teherán ha sido acusado de recopilar información interna y sobre la política exterior iraní y proveerla a «individuos con intenciones hostiles», así como de colaborar con «gobiernos hostiles» y hacer «propaganda».
La lista de cargos fue enviada al periódico por Leila Ahsan, abogada defensora del periodista.
El Tribunal Revolucionario que se encarga del caso de Rezaian no ha divulgado aún oficialmente los cargos presentados contra el periodista, detenido en la prisión de Evin, famosa por ser el lugar de encarcelamiento de presos políticos, desde el pasado 22 de julio.
El Departamento de Estado dijo no tener constancia oficial de que las autoridades iraníes hayan presentado cargos contra Rezaian.
No obstante, la portavoz en funciones del Departamento de Estado, Marie Harf, dijo este día que, si las informaciones son ciertas, «esas acusaciones son absurdas», y el reportero «debería ser liberado inmediatamente y los cargos retirados».
La abogada del periodista detalló que los cargos presentados contra el periodista derivan de su trabajo en una historia periodística en el país.
«Jason es un periodista y la naturaleza de su profesión es obtener acceso a información y publicarla», explicó Ahsan, quien negó que su cliente haya accedido a información clasificada para compartirla con terceros.
El director del «Washington Post», Martin Baron, aseguró que los cargos contra el periodista son «absurdos e insultantes» y pidió que se retiren todos las acusaciones contra Rezaian y su esposa, Yeganeh (Yegi) Salehi, en libertad bajo fianza.
«Los cargos fabricados por el sistema judicial iraní contra Jason y Yegi son propaganda, no justicia», aseguró Baron. EFE