Las Vegas, 3 may (dpa-Elpaís.cr) – El estadounidense Floyd ‘Money’ Mayweather Jr. ganó este sábado en Las Vegas con claridad y por decisión unánime de los tres jueces el esperado combate de boxeo, la «Pelea del Siglo», ante el filipino Manny ‘Pacman’ Pacquiao y alargó su invicto a 48-0, en la arena del MGM Grand.
Bajo control durante todo el combate, Mayweather Jr. demostró que tiene motivos para decir que es uno de los mejores boxeadores de la historia y en septiembre podría acabar su carrera como invicto.
«Doy gracias a dios por esta victoria y a los fans. (Pacquiao) Es un boxeador tremendo, tuvo sus momentos, pero nosotros hicimos lo que teníamos que hacer», afirmó el campeón de la pelea que unificaba tres títulos de campeón del mundo del peso wélter. Los jueces lo dieron como ganador por 116-112, 116-112 y 118-110, quizá esta última siendo exagerada.
«Creo que gané la pelea, él no hizo nada, sólo corrió», replicó Pacquiao.
La ansiedad se apoderó de la arena del hotel-casino, cuando las dos peleas previas terminaron y se palpitaba el comienzo del combate más esperado de los últimos años. Fueron muchos los minutos que pasaron y aún no daban señas de venir los boxeadores.
Personalidades del deporte como Michael Jordan, Magic Johnson, Andre Agassi y su esposa Steffi Graf, así como actores de la talla de Robert De Niro, más otras celebridades y familiares de los protagonistas eran objeto de las cámaras mientras se daba la presentación oficial del enfrentamiento.
Finalmente, ocurrió. Los nervios y la ansiedad llegaron a su máximo nivel cuando el gran anunciador Jimmy Lennon Jr. dio la largada oficial, para el posterior ingreso de Pacquiao, al tiempo que la banda australiana AC/DC calentaba el ambiente en el MGM Grand.
Sereno, sonriente y confiado caminó el ‘Pacman’ hacia el ring e incluso tuvo tiempo de sacarse una selfi con su entrenador Freddie Roach. El filipino subió al cuadrilátero y se arrodilló inmediatamente en su esquina, a elevar sus plegarias.
Luego sería el turno de ‘Money’. Entró bastante diferente a su rival: serio, muy concentrado y consciente del reto que le esperaba, mientras miembros de su equipo le gritaban durante la caminata para animarlo.
Una vez reunidos en el cuadrilátero, el sitio donde tendrían que demostrar quién era el mejor, Jimmy Lennon Jr. se encargó de presentar a Mayweather Jr., mientras Michael Buffer hizo lo propio con Pacquiao.
El primer asalto, en un punto de ebullición enorme por parte de los espectadores, mostró un Pacquiao más tímido de lo habitual y fue Mayweather Jr. el que lanzó más golpes y el que impactó más en el filipino, que en el segundo ya se mostró más agresivo.
Mayweather Jr. no está acostumbrado a ser más alto que sus rivales, por lo que este sábado parecía más poderoso, lo que le hizo ir en busca de golpes y no sólo basar su estrategia en la impenetrable defensa, su gran arma.
El estadounidense lanzó la derecha con precisión sobre el cuerpo del filipino, cuya batería de golpes se perdía en el vacío o en los brazos de ‘Money’. Pacquiao fue ganando en agresividad, pero no en eficacia.
En el cuarto asalto se vio ya al Pacquiao habitual, despiadado con una ruleta de golpes ante Mayweather Jr., que durante unos segundos se cubrió la cara como podía, tendido sobre las cuerdas. Después, la zurda del filipino alcanzó por primera vez de lleno la cara del rival en el golpe más potente de la noche hasta ese momento.
En el quinto, Pacquiao estuvo de nuevo muy pasivo, y Mayweather Jr. empezó a «correr» y a evitar al oponente, su estrategia infalible para bajarle el ritmo y jugar con su rival. Pareció un asalto de transición con el estadounidense, el campeón invicto, en control.
Pacquiao, que ganó más de tres kilos desde el pesaje del viernes hasta la pelea, regresó de nuevo a su ritmo vertiginoso en el sexto, pero el invicto, contra las cuerdas, se defendía con paciencia buscando la desesperación de Manny, por quien más gritaba el público.
Durante la semana Mayweather Jr. había clamado que era más inteligente. Parecía demostrarlo al decir «No, No» a su rival tras defenderse de la batería de golpes del filipino, que nada le hacían a un seguro y sobrio ‘Money’.
Mayweather padre y entrenador aleccionó con crudeza al final del sexto a su hijo y pupilo, que se mostró un poco más agresivo.
El estadounidense sacó su perfil más estratégico a partir del octavo asalto, seleccionando mejor los golpes y siendo más efectivos. ¿Qué valorarían más los jueces: actividad o acierto? El primer factor favorecía a Pacquiao, el segundo a Mayweather Jr..
El filipino se empezaba a quedar sin tiempo. Los analistas daban clara ventaja al estadounidense a falta de tres asaltos, pero sólo tres jueces decidían y su resultado sólo se conocería al final.
Mayweather Jr., rápido de reflejos como siempre, esquivaba todo girando la cabeza y dando pasos laterales o hacia atrás, escapándose del alcance del filipino. Pacquiao, con cautela, temía su contragolpe, otra arma letal del aún campeón imbatido.
El undécimo asalto comenzó con una combinación izquierda-derecha de Mayweather Jr. que impactó de lleno en el rostro de Pacquiao. Todo parecía decantado a favor del estadounidense.
El filipino sólo tenía un asalto, tres minutos, para buscar el histórico nocaut, su única manera de ganar el combate ante un Mayweather Jr. en control absoluto, como en casi todas las 47 peleas anteriores que había ganado.
Parecía un imposible y lo fue. Mayweather Jr. sigue siendo invencible y con motivos para clamar ser uno de los mejores boxeadores de la historia. A falta de seis segundos ya celebró con el brazo en alto. Al acabar, se subió a las cuerdas como vencedor. Quedaba la confirmación, que llegó segundos después.
Sin embargo, antes de saber la decisión unánime de los árbitros que lo alzarían una vez más como el triunfador, ‘Money’ se acercó a la esquina del filipino y le dio un abrazo, una muestra de deportividad y sobre todo de respeto, de parte del campeón unificado del peso wélter.