El tema de la Salud Pública se ha discutido durante varias décadas y al igual que tanto hablamos de que somos “un país verde “ seguimos hablando de todos los logros que hemos tenido en la disminución de la mortalidad infantil, las cifras de longevidad comparables con los mejores del mundo, etc. ¿Hasta cuándo seguiremos hablando de lo que hicimos en el pasado y afrontaremos los serios retos del presente?
Todos estamos de acuerdo en que el modelo de la seguridad social que tenemos es uno de los pilares de la estabilidad social y que se debe fortalecer y defender. ¿Cómo y por quiénes?
Para comenzar, todos quieren servicios del primer mundo pero sin contribuir como tales. La defraudación al sistema es legendaria, se sabe quiénes lo hacen y cómo lo hacen pero por razones extrañas los grandes defraudadores siguen muy campantes.
Se discuten por años las famosas listas de espera en la Caja, se crean comisiones para solucionarlas con equipos dedicados a ello y muy bien pagados sin que haya alguna incidencia significativa en ellas.
Se discute la falta de formación de especialistas, los campos clínicos para formarlos, su distribución, el mal funcionamiento de los EBAIS y el atiborramiento de las salas de emergencias de los hospitales que se convirtieron en EBAIS de otro nivel en donde obviamente no se resuelven ni los temas de atención primaria y a duras penas las emergencias.
En los hospitales de la Caja se dan informes para demostrar el buen o mal funcionamiento en donde las cifras reportadas nos informan del por ciento de ocupación de las camas, la rapidez con que se resuelven los problemas o el llamado índice de “giro cama” pero nadie habla de qué pasó con esos pacientes, cuántos regresaron por deficiencias de esa hospitalización, o sea lo que en otros países se conoce como Control de Calidad que en este país no existe con la excepción de un hospital en donde hay un Departamento de Control de Calidad durante los últimos diez meses.
Más básico aún, es la pregunta de cómo y quiénes forman los médicos en Costa Rica. De todas las universidades que lo hacen, solo en dos de ellas sus graduados obtienen una nota superior al 50% cuando presentan el examen para acceder a una especialidad.
El problema en los EBAIS no es el número de médicos sino más bien su incapacidad para resolver problemas por su deficiente formación.
En un reciente simposio sobre el tema se discutió este problema y si la solución es un examen al final de la carrera hecho por el Colegio de Médicos u otras instancias para definir quienes no estén preparados y no puedan ejercer. En mi opinión es muy tarde hacerlo en ese momento cuando los padres o quieren financian sus estudios han gastado sumas millonarias defraudando a los estudiantes y eventualmente defraudando al país.
En otros países, los estudiantes de medicina cuando terminan su ciclo básico (anatomía, fisiología, etc. ) antes de llevar materias clínicas hacen un examen a nivel nacional y quienes no lo pasan no pueden continuar con su carrera. Al final del ciclo clínico, de nuevo hacen otro examen y quienes no lo pasen no pueden acceder a una especialidad. Me parece que la nueva ley de CONESUP que pretende incidir en algo en esta seria problemática se queda corta. No puedo opinar de otras carreras pero cuando hablamos de la salud y vida de los costarricenses cinco años es demasiado tiempo para que las universidades que forman médicos se pongan al día o desaparezcan.
En cuanto a la formación de especialistas, quiénes lo hacen o lo deben hacer, la responsabilidad de los mismos especialistas, el deficiente funcionamiento de la Caja, etc., lo dejaremos para un próximo artículo.
(*) Dr. Rodrigo Cabezas Moya es Especialista en Cirugía de Tórax.
Estimado Dr. Cabezas:
Coincido con usted en sus apreciaciones sobre Salud Pública y Seguridad Social. Tengo más de treinta años de laborar para la CCSS y ejerzo, además, como docente en el postgrado de mi especialidad.
Puedo afirmar que la CCSS tiene recursos humanos y tecnológicos suficientes para ofrecer servicios médicos de primer nivel. Puedo afirmar, también, que la institución nunca ha ofrecido a sus trabajadores (y a los asegurados) condiciones y servicios tan buenos como los que hay ahora. Pero enfrentamos tres obstáculos. El primero es la resistencia de grupos que VENDEN servicios de Medicina, como cualquier mercancía,, se oponen al progreso en los servicios de la Caja, y los obstaculizan. El segundo, mencionado por usted, son los que demandan servicios, pero no quieren pagar por ello. La CCSS NO es una institución de beneficiencia, es un servicio pagado, solidario sí, pero no gratuito. Por eso debemos pagar proporcionalmete a nuestros ingresos. No hacer como muchos, que se aseguran cuando requieren una intervención de alto costo, y con la primera cuota reciben todos los beneficios. Y finalmente, el tercer obstáculo somos los mismos trabajadores. Aquellos que pudiendo dar más, dan menos. Aquellos que se quejan de lo que no hay, pero no producen ni trabajan con lo que sí hay.
Creo que hay cosas que mejorar. Creo que debemos aprender de países que ofrecen servicios de Salud Pública oportunos, de calidad y con calidez. Creo que debemos estudiar el seguro social exitoso en España, Australia, Inglaterra, Irlanda, Canadáy los paíse nórdicos, Estos tiene cosas que enseñarnos y nosotros cosas que aprender, para mejorar nuestros servicios.
Gran aporte Dr. Roberto Guzmán Ovares, gracias.