Quito, 3 jun (dpa) – La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) reclamó hoy «soluciones urgentes, conjuntas e integrales» para la vida de miles de migrantes en el sudeste asiático y el Mediterráneo.
Un comunicado del organismo emitido por la cancillería de Ecuador, país que ostenta la presidencia pro témpore de la entidad, señala que se trata de una «emergencia de carácter humanitario» y solicita a la comunidad internacional afrontar en conjunto «estas graves crisis».
«Declaramos que frente a esta realidad debe primar la cooperación entre estados de origen, tránsito y destino con la finalidad de poder gestionar unos flujos migratorios ordenados, regulados y seguros», plantea el documento.
La Unión Europea se encuentra sumida en un intenso debate sobre las políticas migratorias a seguir tras registrarse este año un drástico aumento de la cifra de náufragos que mueren en su intento por llegar a territorio europeo a través del mar Meditérraneo.
La situación en el suddeste asiático también es acuciante. En particular la minoría rohingya se lanza al mar desde Myanmar y Bangladesh buscando migrar a Indonesia y Malasia.
La Celac considera indispensable garantizar los derechos humanos de los migrantes y «condena firmemente» todo tráfico ilícito de ellos y «reprueba» las formas de criminalización de la migración.
La Comunidad señala que reviste prioridad «la búsqueda y rescate de quienes están en riesgo de vida» y pide que las personas rescatas sean tratadas de manera digna.
El comunicado asegura que el organismo apoya los llamados realizados por el Sistema de Naciones Unidas para el diálogo y cooperación sobre este tema y sugiere que debe comprender «la protección humanitaria inmediata de todos quienes lo requieran y la erradicación de las causas que provocan este tipo de crisis».
La alta migración de países africanos impulsada por situaciones sociales y políticas busca como destino los países europeos. Miles de africanos cayeron en manos de traficantes de personas en las travesías y centenares perdieron la vida.
La situación ha urgido a organizaciones humanitarias y a los países de la Unión Europea (UE) a buscar respuestas a la crisis migratoria.