La Habana, 5 jun (dpa) – El jefe de los negociadores del gobierno colombiano, Humberto de la Calle, destacó ayer que el acuerdo alcanzado con las FARC para crear una Comisión de la Verdad es «un paso certero hacia la paz» y no está «abonando un terreno hacia la impunidad».
«La verdad no mata a la justicia», destacó De la Calle durante una comparecencia pública en la que subrayó que la Comisión será «independiente y trasparente».
Ambas partes anunciaron que tras firmar un acuerdo definitivo de paz comenzará sus trabajos una Comisión de la Verdad con el objetivo de contribuir a «sentar las bases de la convivencia, la reconciliación y la no repetición» del conflicto armado.
Las delegaciones negociadoras señalaron tres objetivos del acuerdo alcanzado. El primero es el «esclarecimiento de lo ocurrido durante los años del conflicto». Otro punto es la contribución al «reconocimiento de las víctimas que vieron sus derechos vulnerados», y el tercero es «promover la convivencia y el ambiente de diálogo».
«Nos congratulamos de haber alcanzado un acuerdo de creación de una comisión de esclarecimiento de la verdad, que es parte de un sistema integral de verdad, justicia y reparación», afirmó el jefe negociador guerrillero, Luciano Marín Arango, alias «Iván Márquez».
En una comparecencia por separado, la guerrilla reiteró su petición de que se abran los archivos militares para «conocer la verdad pura y limpia, las causas y la identidad con nombres y apellidos de los máximos responsables» del conflicto armado, según un documento.
Los negociadores guerrilleros manifestaron su rechazo a normas penales presentadas «unilateralmente por el gobierno» y «diseñadas para un solo destinatario».
«Iván Márquez» defendió que la causa del nacimiento de la guerrilla estuvo motivada «por el altruismo y la solidaridad humana» en ejercicio de «un derecho natural y universal: el de la rebelión contra un régimen injusto».
Este acuerdo alcanzado entre las delegaciones de paz del gobierno de Juan Manuel Santos y de las FARC se produce al cierre del ciclo 37 de las rondas negociadoras que estuvieron marcadas por la escalada del conflicto armado en Colombia.
Ambas delegaciones negocian en La Habana desde finales de 2012. Hasta el momento han alcanzado acuerdos en reforma rural, participación política de la guerrilla y combate a los cultivos ilícitos.