Washington, 18 jun (dpa) – El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se mostró profundamente consternado por la matanza perpetrada en una iglesia metodista afroamericana en la ciudad de Charleston, que se saldó con la muerte de nueve personas.
Obama dijo en la Casa Blanca en Washington que él y su esposa Michelle conocían a algunos miembros de la comunidad negra de Charleston y también al pastor asesinado en el tiroteo.
«Es especialmente desgarrador cuando la muerte ocurre en un lugar donde buscamos consuelo, donde buscamos paz», afirmó el presidente.
El hecho de que el baño de sangre se produjera en una iglesia frecuentada por negros plantea interrogantes sobre «la parte oscura de nuestra historia», declaró Obama. Aunque dijo desconocer los motivos de la matanza, Obama advirtió de que, en términos generales, el odio entre razas y creencias es un peligro para la democracia.
El presidente norteamericano lamentó que tales masacres ocurran con mucho más frecuencia en Estados Unidos que en otros países civilizados. «He tenido que hacer tales declaraciones con demasiada frecuencia», lamentó.
Una vez más, subrayó Obama, se da el caso de que el supuesto asesino lo ha tenido demasiado fácil para conseguir un arma de fuego. «Está en nuestras manos hacer algo contra eso», agregó.