miércoles 22, enero 2025
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¿Sirve de algo pedir perdón?

Una noticia de la AFP nos indica que el exdictador panameño Manuel Antonio Noriega, preso en su país por desaparición de opositores bajo su régimen (1983-1989), pidió ayer perdón por las acciones de su gobierno, derrocado en 1989 por una invasión estadounidense.

“Pido perdón a toda persona que se sienta ofendida, afectada, perjudicada o humillada por mis acciones o la de mis superiores en el cumplimiento de órdenes o la de mis subalternos en el tiempo de la responsabilidad de mi gobierno civil y militar”, dijo Noriega en una declaración leída en el canal Telemetro. “Cierro el ciclo de la era militar como el último general de ese grupo pidiendo perdón”, manifestó Noriega con gesto serio, camisa blanca y con lentes.

Noriega, de 80 años, purga tres condenas de 20 años cada una en la cárcel El Renacer, a orillas del Canal de Panamá, por la desaparición y muerte en 1985 del opositor Hugo Spadafora y del militar Moisés Giroldi, muerto tras rebelarse contra el exdictador en 1989. Noriega también cumple pena por la llamada masacre de Albrook, en la que varios militares murieron después de sublevarse contra él.

Derrocado en 1989 por una cruenta invasión de Estados Unidos, Noriega ha pasado más de 25 años preso por narcotráfico y blanqueo de capitales y desaparición de opositores en Estados Unidos, Francia y Panamá. Tras estar detenido en Miami y en París, Noriega fue extraditado en 2011 desde Francia a Panamá, donde llegó avejentado y en silla de ruedas a la cárcel.

Y ello me recordó incidentes que experimenté en Panamá. La persecución de mi automóvil una noche por otro auto negro, con vidrios polarizados, que se realizó durante más de un kilómetro dentro de la ciudad, la intervención de mi teléfono privado, y las bombas lacrimógenas tiradas dentro del ascensor del edificio donde vivía. Pero también las barbaridades de las que tuve conocimiento o fui testigo, como la sentar sobre un trozo de hielo a una discapacitado que participaba en una protesta, y que no pudo huir a tiempo cuando llegó la guardia nacional, por su condición física, y fue apresado. ¡Y solamente por protestar!

Me pregunto entonces si tiene algún beneficio pedir perdón por parte de estos monstruos (y otros de igual catadura). Si con ello se repara el daño causado a tantos ciudadanos. Y concluyo que el único beneficiado es el dictador que pide perdón, porque logra acceso a los medios de comunicación y quizá, solamente quizá, logra algo de tranquilidad para su conciencia. Porque los cientos o miles de panameños que sufrieron en su régimen de terror, narcotráfico, lavado de dinero, latrocinio descarado, irrespeto por los derechos humanos, torturas atroces y hasta muertes, en nada se benefician. Es solamente un gesto teatral sin importancia.

De igual forma, y proporciones guardadas, están los políticos mafiosos que conocemos, incansables en su afán de beneficiarse con las mieles del poder y sus consecuencias económicas, localmente como en otros países. Ellos no piden perdón, cualquier acusación en su contra la califican como persecución política en el uso de su acendrado cinismo e hipocresía.

De nada sirve pedir perdón. Con ello no se logra devolver –por ejemplo- los más de mil millones de dólares robados durante la administración Martinelli, o los sobreprecios, coimas y comisiones pagados durante los gobiernos liberacionistas últimos (Arias y Chinchilla), dentro de los que caben los millones de dólares pagados a la constructora (¿?) de la frustrada ampliación de la carretera a San Ramón.

No se devuelve el dinero, más bien se ha invertido en proyectos constructivos de condominios de lujo y otros similares, con sus beneficios conexos, mientras los ciudadanos seguimos pagando las pérdidas que causa la corrupción. ¡De nada sirve pedir perdón! Cuando más es un gesto poético.

(*) Alfonso J. Palacios Echeverría

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5 COMENTARIOS

  1. El autor afirma:

    »Y concluyo que el único beneficiado es el dictador que pide perdón, porque logra acceso a los medios de comunicación y quizá, solamente quizá, logra algo de tranquilidad para su conciencia. Porque los cientos o miles de panameños que sufrieron en su régimen de terror, narcotráfico, lavado de dinero, latrocinio descarado, irrespeto por los derechos humanos, torturas atroces y hasta muertes, en nada se benefician. Es solamente un gesto teatral sin importancia.»

    Bueno, yo no estoy tan de acuerdo. Una persona de buen corazón que se haya sentido seriamente perjudicada por las acciones de Noriega, y que crea que el exdictador se encuentra realmente arrepentido por las cosas (aún y si no lo estuviera), puede dejar de odiarlo o al menos odiarlo un poco menos, y así le da un poco más de paz (o le quita un poco de angustia y/o rencor) a su vida. Y no es poco.

    Claro que entre quienes lo odian, difícilmente se producirá este efecto, pero sí existe la posibilidad de que si alguien expresa arrepentimiento, aún y si este es falso, dicha manifestación puede tener un efecto positivo en la vida de algunos de quienes fueron víctimas de sus malas acciones.

  2. Solamente una persona que no ha vivido las atrocidades de una dictadura como la de Noriega, en donde la vida no valia nada, puede opinar como Andrey. Noriega siempre fue un habil manipulador de la imagen publica y sabia utilizar los medios periodisticos para engrandecer su imagen. Asi que no seria nada extrano que este fuera un acto hipocrita que tiene alguna otra intencion. El perdon no se logra con las posos de quiene asesinaron, torutaron, persiguieron inicewntes, robaron, traficaron drogas, lavaron dinero sucio, y actio como un cobarde.

  3. En realidad con esto no se va a reparar el daño ni revivir los muertos. Si bien es cierto lo puede estar haciendo por limpiar su conciencia , también es cierto que cuando la persona se hace consciente de sus acciones, sufre más que si no lo fuera. Lo mejor de esto es que queda la lección para aquellos que quieran levantarse y soberbiamente sometan a sus semejantes.

  4. No existe tal arrepentimiento, las atrocidades que cometió no le justifican una simple disculpa para dolientes y victimas, esto es simplemente un requisito para una revisión de su caso y que le puedan ,»por su arrepentimiento» dar casa por cárcel, eso es todo, por otro lado dicen que cuando más se acerca uno a ser longevo o próximo a la muerte se quiere congraciar con Dios, pero lo hecho, hecho esta…

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