El estado de derecho frente al neocolonialismo
El movimiento sociocultural del pueblo indígena Bribri; Talamanca por la vida y por la tierra. Manifiesta:
Los años no nos engañan desde la conquista nuestros estilos de vida ha sido justificación para imponer leyes, políticas, modelos de desarrollo en la vida de nuestros pueblos.
Algunas mayorías acciones políticas y las proyecciones no responden a la necesidad de nuestros pueblos, tales como: empeñar nuestras tierras, proyectos mineros, tala de árboles a gran magnitud, exploración y explotación petrolero, imposición de monocultivos, privatización de bienes comunes agua, bosque, construcciones de marinas, bioprospecciones, monocultivos, construcciones de hidroeléctricas, uso de semillas y productos transgénicos, todas amparadas en leyes y convenciones, por el contrario todas las iniciativas mencionadas atentan contra la cultura y su concepción de desarrollo y el buen vivir.
Todas esas prácticas apoyados en políticos y políticas, que está pensado en el capitalismo ¿Cómo generar plata? Base primordial del neoliberalismo y una nueva forma de colonizar a los pueblos que después de quinientos años conservan su habla, pensamientos, costumbres, tradiciones, elementos tangibles e intangibles pero sobre todo su memoria histórica.
En todos las ejecuciones de las proyecciones en nombre del “Desarrollo” y la pobreza, se han violentado derechos humanos indígenas acobijada de la burocracia, orden y control sistemática y en bienestar de una minoría interesada que codicia nuestros bienes comunes.
Desde el logro de la independencia, la constitución del 1948, las garantías sociales se han integrado para toda la población series de derechos y políticas universales y ante la reciente modificación del primer artículo constitucional pasándola a un estado pluricultural. La aplicación estos y otros derechos adquiridos y el pueblo no puede seguir esperando.
Para los pueblos indígenas la aprobación de la ley indígena y el convenio 169, entre otras declaraciones, aún sigue en una lucha de poder por reconocer la verdadera autonomía, el derecho sobre sus tierras, las formas de representación, etc etc etc.
Ante los atropellos sistemáticos hay sectores indígenas con visión integracionista que han sido parte de la imposición de iniciativas, las cuales ha conllevado al mundo y al país que llamaron Costa Rica, en un crisis ideológica y ecológica, dejando como saldo el cambio climático que sin lugar a duda genera grandes problemas a los indígenas aun que hayan conservado por miles de años.
Ante el cambio climático Costa Rica se encuentra en una iniciativa de orden mundial denominada, REDD, por sus siglas en ingles Reducción de Emisión por Deforestación y Degradación, que muy pronto se le cambiara el nombre, probablemente para el disfraz.
Esta iniciativa es impulsada por Ministerio de Ambiente Y Energía (MINAET), Fondo Nacional Forestal (FONAFIFO), este proyecto NO reduce la contaminación y concentración de dióxido de carbono en el ambiente, como su nombre indica, mas violenta sistemáticamente los derechos indígenas, es una imposición de una nueva forma de mercantilizar los bosques, los bienes comunes, que nos provee de oxigeno y agua.
Dicha iniciativa está sometiendo a las comunidades que han conservado por cultura y espiritualidad a vender sus bienes, justificada en el desarrollo y el beneficio económico que generaría para unos cuantos bolsillos, al mismo tiempo reduciendo y maquillando la responsabilidad de los contaminantes del mundo.
Desde la invención de la genialidad de esta idea se atropella los derechos indígenas: representaciones asignadas de acuerdo a los interés del gobierno y sectores interesadas en la venta de carbono e impulsar un sistema de venta y compra de los bosques.
Ante esta panorámica ¿dónde queda o esta para las instituciones vinculadas con la iniciativa, la conservación, el estado?: la integridad de las personas indígenas, el respeto a la identidad, las costumbres y tradiciones, la compatibilidad con las aspiraciones del pueblo y las formas de vida.
Para un sistema que priva y mercantiliza los bosques amparado por el estado discrimina de forma programática los hombres, mujeres, jóvenes, niños y niñas que es el provenir de nuestro pueblo.
El estado que funcionaría como una vitrina está atentando contra la participación ciudadana, el ambiente de los pueblos, al no proteger los valores y prácticas, al no consultar, previa e informado a nuestro pueblo.
Exigimos frente a este neocolonialismo el respeto de nuestras formas de vida producción, el respeto a nuestros bosque, lugares y montañas sagradas, el despojo e irrespeto sería el equivalente a la muerte de la patria de derechos y los pueblos que las habita.
La privatización de los bosques colectivos y montañas sagradas, es un atentado contra las prácticas ancestrales, la medicina, la pesca, la recolección, la casa, el derecho a la vivienda, artesanía, entre otras, las cuales han contribuido de manera significativa a la conservación y generación de oxigeno para la humanidad y el equilibrio en el ambiente.
Cuando se negocia los bosques sin consentimiento de los verdaderos dueños ya es una violación en el estado de derecho y más aun cuando se intenta programar un salto a los debidos procesos, aprobando los proyectos mediante decretos ejecutivos, el cual es una forma expresa del neocolonialismo para apoderarse de lo ajeno y del pueblo.
Si en cuanto a salud y seguridad se refiere, REDD trata la privatización y mercantilización de bosques, violenta los derechos a la salud física y mental al privar los métodos de prevención y practicas curativas.
Por tales razones, consideramos que nuestros pueblos serán libres cuantos más soberanos seamos, en generar, crecer, producir y conservar.
Condenamos la criminalización de la protesta como mecanismo para incidir en el cumplimiento de nuestros derechos fundamentales por parte de instituciones y sus máximos dirigentes.
Condenamos al estado genocida que no reconocer los derechos consuetudinarios de nuestros pueblos y por contrario apresa a activistas indígenas y no indígenas que luchan para la reivindicación de los derechos.
Invitamos a gremios sindicales, sectores sociales, educadores(as), movimientos campesinos, movimientos ecologistas, estudiantes a interiorizar la expresión de nuestra fe y espiritualidad.
El entierro definitivo del neoliberalismo y el neocolonialismo, que es tan nefasto, dependerá de nuestras razones, identidad y acciones y la reconocimiento pleno del estado multiétnico.
Ante el empeño de nuestros derechos, tierras-territorio y autonomía de parte del estado costarricense. Damos la cara frente a la historia genocida del Estado.
En la lucha y por una causa común en la que los hijos e hijas de esta Tierra No Claudicaremos.
Suscriben
Talamanca Por la Vida y por la Tierra
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Bribris-ditsöpa